Chris Guthrie es la segunda hija de una familia de campesinos originaria de Aberdeen, junto al río Don, donde siempre llueve bien. Su padre, un violento tirano incapaz de conciliar la lujuria con sus radicales preceptos religiosos, arrastra a su familia hasta la pequeña aldea de Kinraddie, en el noroeste escocés, en busca de un arriendo de tierras más económico. Los buenos resultados académicos de Chris y su amor por los libros y el conocimiento la tientan con convertirse en maestra, pero cuando llega a su nuevo hogar el hechizo de aquellas tierras indómitas la reclama con la fuerza de su sangre escocesa. El olor de la tierra, el color del tojo ardiente bajo las últimas luces del día, el estruendo del Mar del Norte más allá de las colinas, el silbido de los mirlos en primavera y ese olor a limpio del viento que sube por la laderas… Tumbada entre los brezales, cerca del lago y de las piedras celtas de los druidas, Chris entiende que por fin ha encontrado su lugar en el mundo.
«Y entonces tuvo una idea extraña en los campos empapados: que nada perduraba en absoluto, nada salvo la tierra por la que caminaba, removida, cavada y en perpetuo cambio a manos de los pequeños agricultores desde que los más antiguos de estos habían erigido las Piedras junto a la laguna de Blawearie y subían allí en sus días de fiesta religiosa y veían que las cosechas de sus bancales crecían al viento y al sol. El mar, el cielo y la gente que escribía, luchaba y era culta, y que enseñaban, hablaban y rezaban, duraban solo un suspiro, como la niebla en las colinas, pero la tierra era eterna, se movía y cambiaba debajo de ti, pero era eterna, estabas cerca de ella y ella de ti, y no podías dejarla, sino que te retenía y hería.«

Lewis Grassic Gibbon (1901-1935) fue un escritor escocés que formó parte del movimiento cultural del Renacimiento escocés de la época de entreguerras del siglo pasado. Su obra más apreciada es la trilogía A Scots Quair, de la que Canción del ocaso (1932) es su primer volumen. La editorial Trotalibros lo publicó en castellano el pasado marzo, en tapa dura y con una nota del editor confesando que fue este título el que regó una siembra que en enero de 2021 empezó a cosechar sus primeros frutos. La anécdota, de recomendada lectura, entre esperanzadora e íntima, sería motivo de orgullo para el señor Gibbon.
Canción del ocaso abre con un preludio, El campo sin arar, que explica los antecedentes históricos del ficticio Kinraddie, una aldea decadente con apenas ocho granjas, una casa parroquial y un molino, que una vez estuvo en manos de un señor de las Highlands que no supo conservar su patrimonio. Pero la sátira jocosa, el guiño cómplice y el tono de «Os voy a contar una historia…» del preludio termina con él; el resto de la novela, en cuatro extensos capítulos (La arada, La siembra, La germinación, La cosecha) y un epílogo con el mismo título que el preludio, es una narración bellísima, precisa y emotiva, que alterna la perspectiva de su protagonista con pasajes líricos, reflexiones vitales e históricas y un registro cambiante que refleja con genialidad la dualidad cultural de Escocia, de Chris Guthrie y del habla campesina de esa época, con el propio lenguaje de la tierra áspera y difícil de las Highlands.
Como todas las novelas que nos embelesan, Canción del ocaso resulta difícil de reseñar: temo dejarme algo importante o decir demasiado y estropear el placer de una primera lectura. Advierte Lewis Grassic Gibbon, casi al principio de la historia, que no es su deseo caer en la tragedia más desgarradora de la, a menudo, mísera vida de los campesinos arrendatarios del noroeste de Escocia en la primera mitad del siglo XX, pero que tampoco quiere idealizar esa comunión con una tierra y un paisaje que son maldición y vida al mismo tiempo. El equilibrio es perfecto y la narración transcurre tranquila y firme, a menudo conmovedora, pero siempre fiel a la voluntad de un autor que ha sabido contar con exquisita delicadeza el paso a la edad adulta de su protagonista, y con contundente maestría las decisiones vitales de unos personajes anegados por las terribles circunstancias de la inclemencia de la tierra y una guerra en ciernes que los cambiará para siempre (a ellos y a la tierra).
Canción del ocaso me ha parecido una lectura extraordinaria, conmovedora y bella. Si bien se puede encuadrar en una temática de drama rural histórico (entendido como momento de cambio histórico, punto de inflexión) y familiar cercana a Qué verde era mi valle, Verano en English Creek o Trilogía de Candleford, esta novela es diferente a todas las citadas y el estilo de Lewis Grassic Gibbon destaca por méritos propios por su personalidad y la potencia prístina de su voz narradora. Sus metáforas son brillantes y genuinas, y el protagonismo del paisaje escocés, del complejo de inferioridad de su cultura frente a la educación inglesa, de los últimos vestigios celtas —las Piedras junto a Blawearie— o de la dualidad de su protagonista contribuyen a redondear una trama a la altura de su prosa extraordinaria y peculiar.
Lector, lee Canción del ocaso.
También te gustará: Qué verde era mi valle; Lejos del mundanal ruido; Trilogía de Candleford; Verano en English Creek; Ángulo de reposo
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Canción del ocaso
Hola. ¿Pero por qué? Ojalá viniera todo junto como la de Candleford. Ya me tenías convencida y hala. Pero es que luego me mientas Qué verde era mi valle y entonces me planteo ceder por esta vez. Supongo que la joven editorial tiene en proyecto publicar las tres pero me voy a esperar por si acaso.
Escocia y drama rural bien escrito, poco más se puede pedir.
Besos
Pues no es seguro que la editorial siga con la trilogía porque son novelas autoconclusivas y dicen los entenedidos que la que de verdad brilla es «Canción del ocaso». Ya ves que me ha gustado sin reservas y os he puesto lo de «Qué verde era mi valle» para dar pistas, aunque tiene su propio estilo y no se parece. Es un clásico del que enamorarse, sin duda. Besos.
Wow! Qué ganitas de leerla :D Me hice con la novela hace nada, una semana cosa así, y porque ya tengo otros libros entre manos, si no ya la hubiese empezado. Me gusta todo lo que cuentas sobre ella, se aprecia que tiene algo especial y me has aumentado la curiosidad y las ansias por ponerme a leerla. Creo que también la voy a disfrutar mucho… o al menos eso espero, ya contaré. ;)
Sí, creo que la disfrutarás mucho, ya me contarás. Es una historia que te caza desde el principio y son sus personajes los que se van quedando contigo poco a poco, de manera que cuando terminas la novela, los echas de menos porque casi que habías empezado a dialogar con ellos. Fíjate en cómo va cambiando la situación rural en Escocia, además de en toda Europa, el autor lo explica tan bien… Besos.
Ya lo tenía apuntadito, pero tu reseña me deja ahora con muchas más ganas. A ver si me toca una primitiva para comprarme todos los libros que quiero!!!
Besotes!!!
¡Jajajaja! Primitiva no solo para comprar las toneladas de libros sino también para dejar de trabajar y poder dedicar todo nuestro tiempo a disfrutar de la lectura. Los lectores ya nos entendemos ;-))) Besos.
Hola querida, la verdad es que sigo la trayectoria de Trotalibros desde que Jan comentó que iniciaba una editorial. La Guardia tenía claro que no era de mi estilol, El palacio de hielo me llama más y esta que traes hoy me llama pero no estoy segura. Me encantan las Highlands pero no me gusta la literatura intimista, no sé si en este caso se puede decir eso de esta novela y me da un poco de miedo que acabe o aburriéndome o decepcionándome… Igual algún día me entra el «valor» para ponerme con ella…
Un besazo
Pues mira, nos ha pasado un poco igual con «La guardia», que las dos sabemos que no es para nosotras, pero «El palacio de hielo» sí que caerá y «Canción del ocaso» me ha encantado. Yo creo que sí que te va a gustar, sobre todo si te gustó «Qué verde era mi valle» o «Trilogía de Candleford», tiene su propia voz pero por ahí van las pistas ;-) Besos.
Bueno, ya sabes que un hada madrina me ha regalado este libro y que caerá tarde o temprano. Me llama mucho la atención por tema, por ambientación y por su lugar dentro de la literatura escocesa, así que ojalá lo disfrute tanto como tú. He leído todas (o casi todas) las referencias que aportas, y aunque dices que no se parecen realmente en nada por estilo, creo que sé que a lo que te refieres y lo que se puede encontrar en esta novela. Ya te contaré cuando me ponga con ella :)
¡Besote!
Espero que sea así y que lo disfrutes muchísimo, aunque ya sabes qué pasa con las expectativas, así que no te digo más ;-) Además tengo ganas de comentarlo contigo porque hay algunos aspectos que sé que me quedarán más claros con tu opinión. Eso sí, la mayoría de los personajes son entrañables, los vas a echar de menos. Besos.
Ohhh, ¡Qué ganas y qué curiosidad! Y qué bonito cómo lo cuentas. ¡Besazos!!
Ya sé que tú eres más de paisaje mediterráneo y que tus tierras italianas son tus tierras italianas, pero me parece que estas highlands del siglo pasado te van a conquistar ;-) Besos.
Tenía ganas de leer alguna reseña de este libro que tanto veo por instagram y veo que es una pequeña joya escocesa. Apuntada me la llevo. Besos