«Y allí estaba yo, escondido tras los paquetes de pasta. Observando a través de los agujeros de los macarrones. Inmerso en un mar de espirales y fideos del número cero, sabiendo que tarde o temprano tenía que suceder.«
Cambiar de vida por el simple gesto de calzarse unos zapatos distintos; practicar con un bebé imaginario para poner a prueba el instinto paternal y asistir atónito a un sentimiento verdadero; La desaparición de un mago; el descubrimiento infantil de un mundo maravilloso construido en un refugio libresco; guerreros legendarios que custodian la ciudad o un herbolario fantástico son algunos de los personajes y escenarios que pueblan este libro de relatos. Cosas que escribí mientras se me enfriaba el café es, a menudo, un evocador y nostálgico paseo por las calles de Barcelona (Urgell, Castillejos, Sagrada Familia, Mercat de Sant Antoni, l’Eixample…), también por Sant Adreu, por Mallorca, Marraquech… pero sobre todo es un viaje donde el protagonista es el momento, el instante, el gesto único, la mirada. Relatos minimalistas, perezosos, sorprendentes, felices, mágicos… Isaac Pachón escribe pequeñas historias que trasladan al lector a distintos universos, a veces tan diminutos como el tiempo de un bostezo, y a veces tan amplios como el mismo cielo.
«El griterío de la clientela no impedía escuchar un clásico de Louis Amstrong que sonaba por los altavoces. Y un reloj de esfera colgado, al estilo de una antigua estación de tren, marcaba las ocho y veinte.»

Me han gustado los relatos de Isaac Pachón, sobre todo aquellos en los que brillaba su sentido del humor y su delicadeza —su ternura— al enfundarse en la piel del observador. Mis favoritos han sido Bellini, por ese enfundarse en los zapatos de otro que casi podría haber dado para una novela; la escueta perfección de El contagio; la gracia surrealista de El niño imaginario, que me ha recordado a alguno de los estupendos relatos de JAP Vidal; la nostalgia y lo inusual de El gran Loussini; Tampoco era ella, donde lo cotidiano se convierte en pura magia por la búsqueda, el anhelo, que a todos nos ha asaltado alguna vez; y la simpatía y frescura de Nocout y la chica de las naranjas.
Aunque he señalado mis relatos preferidos, reconozco que todos me han gustado, me han llamado la atención por un detalle u otro. A veces, por esa contagiosa sensación de la curiosidad del espectador que comenta Paula Campos en el prólogo. Otras veces, por la facilidad con la que Isaac es capaz de crear atmósfera, tan solo con una frase sumamente descriptiva, como en el caso del relato Julia y Marta. Otras, por la sorpresa, y otras por la buena metáfora. Isaac Pachón tiene una prosa directa y clara y sabe convencer al lector por la fuerza creadora de sus palabras bien escogidas, pero también por sus personajes, sus situaciones y sus buenas historias. A menudo sorprende con un golpe de gracia, con un giro inesperado o con una frase final que resuelve el misterio, pero siempre se disfruta. Especialmente encantador en su homenaje a Gaudí, en la iniciación a la lectura de los niños o en su explicación de por qué en todos los pisos se oye ruido de canicas rodantes, Cosas que escribí mientras se me enfriaba el café es una estupenda lectura que ofrece mucho de principio a fin, desde su bienvenida, su dedicatoria al estilo Saint-Exupéry o su prólogo, hasta la despedida del autor.
Lector, con azúcar, con sacarina, solo, cortado, con leche, irlandés, escocés, capuchino, con hielo… muy sabio Isaac Pachón al asociar sus historias al intenso y maravilloso aroma del café.
Para conocer un poco más al autor y qué escribe mientras se le enfría el café puedes pasarte por su blog: Isaac Pachón
Esta reseña forma parte del Book Blog Tour de Cosas que escribí mientras se me enfriaba el café.
También te gustará: 50/30 historias para el camino; Cuentos para gente impaciente; Ya lo dijo Thomas; La librería a la vuelta de la esquina
Si quieres hacerte con un ejemplar haz clic en el siguiente enlace:
Lo voy a dejar pasar porque no me termina de convencer mucho.
Saludos
Le tengo muchas ganas y será una de mi próximas lecturs!
Todavía no terminé los de la librería así que de momento estos no entran en la lista que ya tengo también otro de relatos pendiente. Aunque me gusta eso de la magia sacada de momentos y gestos cotidianos.
Te dejo que acaba de llegar Marie con su séquito. (Vaya lío de nombres.)
Besos
A mí me encantan las lecturas así. Queda apuntadísimo.
besos
No soy de relatos así que este no es para mí
Besos
Tengo varios libros de relatos esperando en casa. Apunto éste para más adelante :)
Besos!
Cualquiera que lea tu reseña debería sentir un mínimo de curiosidad por estas pequeñas historias. ¡Qué bien lo has contado, Mónica! Suerte que también formo parte del Book Blog Tour, así que pronto pasarán por mis manos. ¡Un beso!
Ya sabes que con los relatos me dejo caer a cuenta gotas, tienen que ser de temas que me interesen, este no me importaría leerlo
Besos
Neftis: No te olvides del nombre del autor, yo estoy convencida de que pronto le veremos triunfar en las letras. Es un placer leerle. Bss
Emma: ¡Que bien! Verás como te enamoras de un relato, y después de otro, y luego… bueno que te costará decidir tus favoritos sin decir "todos". Bss
Norah Bennett: ¡Alto ahí! Primero va la librería, faltaría más. ¡Jajajaja! Es un placer leer comentarios como el tuyo, amiga mía, sin miedo a los relatos porque sabes que también pueden aportar mucho en muy pocas páginas. Los de Isaac te van a gustar, contigo estoy segura. Bss
Agnieszka: ¡Que alegría me das! Me alegra muchísimo cuando los lectores le dan de buen grado una oportunidad a los que están empezando. Ya me contarás. Bss
Tatty: Uy, pues mira que para las vacaciones van muy bien porque son lecturas breves y apasionantes que puedes leer con interrupciones: me doy bronceador, un relato, de baño un ratito, otro relato, echo la siesta, otro relato, me tomo un helado… En fin, ya te haces una idea ;-))) Besotes.
Narayani: A mí los relatos me encantan para desengrasar, para alternar con lecturas más pesadas, o para las vacaciones porque necesito algo más frequito y que me sorprenda. Estos son buenos. Bss
Jesús: ¡Que suerte tiene Isaac Pachón si tú eres uno de los lectores que participan en el BBT! Reseñas como las tuyas siempre son un lujo, Jesús. Ya comentaremos cuando los hayas leído. Un beso.
Carax: Son buenos pero de temática muy diversa. Me encantan los que tienen un motivo tan ligero como un bostezo o como el enamoramiento ese tontorrón y platónico que a todos nos ha pasado alguna vez :-))) Que los disfrutes, amiga. Bss
No soy aficionada a los libros de relatos pero reconozco que este me ha ganado por su título, ¡fíjate tú la tontería! jeje
También me ha llegado y confieso que la primera impresión ha sido mucho mejor de lo que esperaba. Lo leeré pronto para cumplir con el tour. Besos
Anuca: No me extraña, el aroma del café es uno de los mejores olores del mundo, es normal que te hayan venido ganas de asomarte a este libro :-)))
Marisa G.: A mí me ha costado decidir qué relatos eran mis preferidos porque me han encantado todos. Cada uno te gusta por un motivo distinto, pero todos tienen "algo". Me gusta muchísimo cuando un autor demuestra tanta personalidad. Ya comentaremos cuando los leas todos. Besos.
Qué desaparecida ando, dos entradas de retraso… Pues de este libro lo primero que me llama la atención es la portada, me gusta muchísimo, y lo segundo es asociar cada relato a un tipo de café, sobre todo porque yo no soy muy cafetera (me sacan del capuchino y del vienés y no me llama mucho, yo soy del té inglés), y me produce curiosidad leer y conocer qué asociaciones ha hecho. Quizás no sería de las lecturas con las que más me apetecería ponerme ahora mismo, pero tampoco lo descarto en absoluto. Si me cae en las manos… pues eso, cae seguro.
¡Besote!
Me gusta tu recomendación! No lo conocía para nada y me llama bastante. 1beso!
Me paso muy de puntillas por tu reseña porque, precisamente, los estoy degustando, y nunca mejor dicho. Todo un gran descubrimiento la prosa fresca de Isaac Pachón. Besos.
Inquilinas de Netherfield: Ya sabes que yo también soy más de té que de café, pero creo que uno de los mejores olores del mundo mundial es el olor a café recién hecho. Me encanta entrar en una casa en donde huele a café recién hecho, es acogedor y tan agradable como entrar en los relatos de Isaac. Si algún día te apetece, me cuentas :-) Bss
Tizire: Me sonaba el autor de haberlo visto en las redes y de ver esa portada tan chula en la tienda de amazon, pero poco más. Por eso fue una sorpresa muy agradable disfrutar de sus relatos. Si te apetece, tengo un sorteo hasta el domingo. Bss
Francisco: Ya he leído tu reseña y he visto que te han gustado los relatos. Sabía que conectarías bien con este autor y sus historias, por su sensibilidad y su originalidad. Bss
Se ve un libro muy original. Me gusta el título tan llamativo y las observaciones que hace el autor mientras toma café. Es verdad que el mundo que nos rodea da para muchas historias.
Besitos
Lo estoy terminando, Mónica, y me está encantando.
bsos!