La nueva madre, de Lucy Clifford

Blue Eyes y Turkey viven felices en una pequeña casita, en medio del bosque, junto a su madre. Papá está casi siempre fuera, por eso ellas procuran portarse siempre bien y ser gentiles con la pobre mamá. A veces, van solas hasta el pueblo, en busca de la correspondencia de su padre, y cuando hay carta vuelven felices y raudas, y mamá siempre las espera con té calentito y pan dulce. Hasta que un día, una misteriosa muchacha, junto al camino, las tienta con un misterio a cambio de que sean malas, muy malas, verdaderamente malas. No está en su naturaleza infantil la maldad deliberada pero… ya sabéis lo que dicen, la curiosidad mató al gato.

«—No volváis tarde —les dijo su madre, como siempre hacía antes de que partieran—. Id por el camino más corto, no miréis a los extraños con los que os encontréis y ni se os ocurra hablar con ellos.
—No, mamá —respondieron. Ella las besó y les dijo que eran unas niñas muy buenas, y se fueron contentas.»

Lucy Clifford (Londres, 1846-1929) fue una escritora y periodista autora de novelas y relatos que obtuvieron una buena acogida del público y de la crítica en su época. Quizás por eso me parece muy acertada la reflexión con la que Víctor Selles, traductor de esta edición de La nueva madre y otros dos relatos de Clifford, abre su prólogo: las azarosas circunstancias de la fortuna del escritor para ser recordado por la posteridad como un clásico o desaparecer en las brumas del olvido. Cuenta Selles que la escritora victoriana se topó con el cambio del siglo y la modernidad, que el público perdió el interés en sus narraciones después de la Primera Guerra Mundial, cuando se rompió definitivamente con las sensibilidades victorianas y eduardianas. Tras la Gran Guerra y los felices años veinte, voces como las de Virginia Woolf, James Joyce o D.H. Lawrence dictaban la nueva literatura y, aunque todavía quedaban rebeldes de cierta nostalgia eduardiana como E.F. Benson (ver en este blog Mapp y Lucía), Lucy Clifford y su inquietante terror victoriano pasaron a formar parte de las filas de un pasado condenado a acumular polvo en las estanterías más recónditas de la desmemoria.

Sin embargo, no se puede hablar de literatura victoriana sin recordar a Lucy Clifford, cuyo relato de terror La nueva madre inspiró a Henry James para Otra vuelta de tuerca o, más recientemente, a Neil Gaiman para su Coraline. Inquietante, creepy y con tintes de leyenda popular europea rescatada de la tradición oral —al lector le vendrán a la cabeza algunos de los relatos originales de los Grimm, aquellos cuyas primeras traducciones al inglés le leía Mary Wollstonecraft a su hija Mary por las noches— es sencillo reivindicar La nueva madre como una pieza de singular valor de la literatura gótica victoriana, y del terror clásico.

Completan esta pequeña antología de Lucy Clifford, los relatos El pez falso y Wooden Tony, también protagonizados por niños y también de carácter inquietante, melancólico y terrorífico como un cuento de hadas popular. Esta es la primera vez que se publica en edición digital y en castellano La nueva madre; traducción(*), selección y prólogo a cargo del escritor Víctor Selles, y magnífica portada de Mr.Jav! Doodles.

Lector, victoriana y creepy, ¿qué más quieres?

(*) Nota: atención a la traducción de la antología, los lectores afines a la literatura victoriana sabrán apreciar la sutil lealtad de Víctor Selles a la etimología, léxico y tono narrativo propios de las obras británicas de la época.

Para más información, en casa de Víctor Selles: Rescatar a una escritora del olvido

También te gustará: El extraño caso del Dr. Jeckyll y Mr. Hyde; Frankenstein; Siempre hemos vivido en el castillo

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La nueva madre y otros cuentos

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4 respuestas a La nueva madre, de Lucy Clifford

  1. Judy dijo:

    Muy interesantes tu comentario y las recomendaciones. A Shirley Jackson la conocí con Siempre hemos vivido en el castillo ¡Qué gran novela! No es necesario un monstruo a la antigua para generar tensión ¡Buenas lecturas!

  2. Anónimo dijo:

    Me gusto mucho la historia

  3. Matio alberto dijo:

    Me encanta esta historia , es muy buena y mas aparte le encuentro una moraleja , me encanta

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