Kwei-lan Yang es la segunda hija de una de las adineradas familias de la China más tradicional. Criada entre las concubinas de su padre, su ama de cría y las severas instrucciones de su madre para ser una esposa ideal, contempla impotente cómo la separan de su único hermano varón para recibir educaciones distintas. Pero a principios del siglo XX las fronteras de China ya no son impermeables a las ideas que llegan desde occidente. El hermano de Kwei-lan ha elegido estudiar en Estados Unidos y, para espanto de sus padres, se ha enamorado de una diablesa extranjera. Aunque Kwei-lan se considera mucho más tradicional y quiere seguir los preceptos de sus antepasados y obedecer a sus padres, su mundo se desmorona cuando conoce a su marido en la noche de bodas. Su esposo es un médico instruido en occidente que aborrece las supersticiones chinas y desea vivir con la libertad que ha conocido fuera de su arcaico país. La confusa recién casada se abrirá lentamente, como una delicada flor de loto, a los nuevos vientos que soplan desde el otro lado de un mundo que ha resultado no ser tan plano como le habían enseñado sus padres.

Pearl Sydenstricker Buck (1892-1973) nació en Virginia, en Estados Unidos, pero pasó gran parte de su vida en China. De ahí su profundo conocimiento de la cultura, tradiciones e ideas orientales de principios del siglo XX y la facilidad con la que se pone en la piel de una joven china de ilustres antepasados. Viento del este, viento del oeste está narrado en primera persona por la voz de Kwei-lan quién se dirige a su hermana para contarle los terribles cambios que está viviendo su familia. El lector no sabe quién es esa hermana a quien con tanto cariño habla la protagonista, un misterio que no se desvela hasta las últimas páginas y que resulta conmovedor. Esta técnica de narración en forma de confidencias a alguien querido resulta muy eficaz para sumergir al lector en la vida de la protagonista y hacerle sentir próximo a su confusión y sentimientos. Resulta especialmente interesante y divertido el choque entre oriente y occidente en las costumbres matrimoniales de la tradicional Kwei-lan y su «americanizado» marido, así como la incomprensión en la mirada de ambos mundos cuando se encuentran cara a cara. Sin duda, gran parte de la fuerza y encanto de esta novela reside en que está narrada desde un punto de vista femenino (la primera frase del libro es «habla una mujer china«) en un momento y en un país en donde las mujeres no tenían más valor que el de procurar un heredero a la dinastía. Con una prosa impecable y muy cálida, Pearl S. Buck, galardonada con el Premio Nobel de literatura en 1938, consigue trasmitir con sencillez la decadencia de unas costumbres medievales, inalterables durante siglos, que ya no se sostienen ante el ansia de conocimiento de una nueva generación capaz de enfrentarse a sus padres en busca de libertad y de apertura. La belleza de su expresión y la suavidad de su lenguaje constituyen un finísimo velo que envuelve toda la narración y la convierten en una historia especial y única, un exquisito diminuto pastel de arroz y miel para lectores curiosos.
Lector, la gracia de estas páginas reside en la delicada narración de contrastes, en encontrar la comprensión en la mirada del otro, ese otro tan diferente a uno mismo por siglos de cultura y civilización antagónicas.
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Tiene muy buena pinta.
Me lo voy a apuntar.
Besitos.
Lamento decir que no conseguí hacerme con él. Tanta fama que llegué con ilusión y se me hizo pesado. Me costó
Besos
Es uno de mis eternos pendientes. Ni siquiera tenía claro de qué iba, pero la verdad es que me has animado a leerlo!!
mmmm, qué reseña Mónica! el ultimo párrafo es formidable:
(Lector, la gracia de estas páginas reside en la delicada narración de contrastes, en encontrar la comprensión en la mirada del otro, ese otro tan diferente a uno mismo por siglos de cultura y civilización antagónicas)
Me ha gusta la idea de conocer ese contraste entre culturas, me lo apunto, aunque no sé para cuando podré ponerme con el. Besos
Has hecho una reseña muy atractiva. Me quedo con la misma frase que ha destacado Marilú. Me lo voy a anotar…
Besos,
Inés M.: Creo que te gustará si le das una oportunidad. Es la primera novela que publicaron a la autora, en 1930, y creo que está escrita con una sensibilidad muy destacable. Ahora nos parece extraño pero en 1930 el choque de culturas entre oriente y occidente fue todo un terremoto para la escala de los valores tradicionales. Besos.
Mientrasleo: Vaya, es que a veces son tan altas las expectativas que pasa eso. Yo no lo conocía de nada, fue una recomendación de mi madre, que lo leyó en los años 60 y guardaba un recuerdo muy tierno de esa lectura. Supongo que por eso lo empecé con tan buena predisposición. Besos
Isi: es una lectura muy especial y diferente en muchos sentidos. Creo que la disfrutarás sin problemas, te dará tiempo en los 200 años que te has pedido para poderte leer todos los libros ;-)
El estilo es totalmente diferente, pero tiene una delicada mirada a la infancia más tradicional oriental a la manera de Ogawa. Buck vivió toda su infancia en China así que sabe de lo que habla. Besotes.
Marilú: En la última recomendación que le hago al lector intento destilar en pocas palabras la esencia de la historia que he leído. No siempre lo consigo. Pero esta vez creo que os he podido informar bien!! Esa es la clave de la historia, esa mirada a otra civilización tan extraña.
Si te animas, espero que te guste y nos comentes qué tal.
Carmen: Es una reseña hecha con cariño porque es una de las lecturas favoritas de mi madre (y eso pesa mucho! que es mi crítica más feroz!). Me alegra que te haya gustado y te pique el gusanillo de la curiosidad. Espero que te guste su lectura porque, al haber sido escrita en 1930, nos ofrece un punto de vista para nosotros algo sorprendente, muy distinto a nuestra percepción. Besos.
Me gusta el tema del contrastes de culturas y con el aliciente de estar escrita en 1930, donde la visión cultural, sin duda, serà muy diferente a la que podamos tener ahora. Me la apunto, pero no sé para cuando…
Quadern de mots; En mi opinión lo que comentas es justo el punto que le da interés a la novela. Te la recomiendo, aunque es cierto que tenemos tantas lecturas pendientes… Besos!!
Lo leí hace mucho tiempo, recomendado por mi madre que tenía todos los libros de esta autora, y recuerdo que me gustó mucho. Qué agradable que me lo hayas recordado. Un beso
Este es uno de esos libros que procuro releer, al menos una vez al año. Además tengo una edición muy antigua, de cuando mi marido era un adolescente y se lo mandaron le. Mientras lo leo, me imagino a mi esposo siendo niño y leyendo una historia de amor tan bonita :)
Muy buena reseña.
Un saludo.
Àngels.
Yo me leí dos libros de P.S. Buck (uno creo que era de cuentos), hace TANTOS años, que al leer la reseña pensaba
– ¿Pero fue este el que me leí?
Y no consigo acordarme, de verdad, es lamentable.
Hay un momento en que se da cuenta de que lo ideal es vestir a los bebés con ropa interior blanca (como hacían los occidentales) para poder comprobar si está fácilmente si está limpia, y con la ropa exterior de colores muy vivos (como hacían los chinos) para demostrar alegría.
¿Es en esta novela?
La idea es que así se toma lo mejor de ambas culturas, que está claro que es el mensaje de la autora.
Pilar: ¡A mí también me lo recomendó mi madre! Creo que por eso lo leí con tanto cariño, desde el principio estaba convencida de que sería especial, y así ha sido. No he leído más de esta autora, pero me voy a animar. Premio Nobel de Literatura, eso tiene que contar. Me alegra haberte sorprendido. Besos.
Angels: Seguro que las ediciones antiguas tienen un plus por nostálgicas y ambientación :-) Creo que una de las razones de que este libro nos cautive es que habla de otros tiempos que no son tan lejanos como para que nos suenen a chino (nunca mejor dicho). La delicadeza de la historia de amor y tus recuerdos también tienen mucho que ver. Me alegro de que te haya gustado la reseña. Un abrazo!
Loquemeahorro: Sí!!! Has acertado, esta es la novela de la ropa blanca de los bebés, jajajaja!! Mira que acordarte precisamente de eso, qué tremendo! Tiene detalles muy divertidos precisamente por esa mirada a una cultura que le parece extrañísima: los extanjeros son feos y medio demonios, visten de manera bárbara y llevan unos maquillajes y peinados…
La memoria selectiva de Loque mola mucho :)
Isi: la memoria de Loque es increíble, sobretodo en lo referente al cine. Pero mira que acordarse precisamente de la ropita blanca de los bebés, es que es buenísimo!! Sí que mola sí :-)
este es un libro que quiero leer, pues estuve leyendo algo sobre la matanza de Nanking y se que esta autora escapó por los pelos…tengo ganas de leerlo y tu reseña me lo ha recordado.
¡Gracias!
bibliobulimica: Sí, la autora pasó gran parte de su vida en China por eso sabe de qué está escribiendo cuando habla de el encuentro de las dos culturas y del mundo femenino en la China del siglo pasado. Su vivencia personal es muy interesante y el Nobel de Literatura no se lo dieron por una buena portada ;-) Te lo recomiendo, es muy bueno. Besos.
Que precioso libro ¿verdad? Yo lo leí hace un montón de años y no lo olvido. Muy recomendable para conocer a esta escritora.
Un abrazo
Teresa
Teresa: Sí, es estupendo y conmovedor. Me encantó la visión oriental del mundo, sobretodo desde el punto de vista de una chica tan incocente. Los años no pasan para esta historia. Besos!