Una pintora terriblemente triste y cansada, un aprendiz de chef con el tiempo en contra y un aristócrata socialmente inepto acaban viviendo juntos por un azaroso giro de sus desamparados destinos. Una historia singular que encanta desde el principio y que invita a seguir leyendo sin pausa.
Los rápidos e ingeniosos diálogos son la espina dorsal de la magia sencilla y divertida que desprenden estas páginas. La verdadera sal y pimienta de la novela está en las relaciones que se tejen, a veces delicadas y hermosas, otras veces brutales pero eficaces, entre los originales personajes.
Lector, si te decides a leer este libro te hará sonreír y, si estás atento, puede que te regale la llave que abre la puerta de la esperanza cotidiana en las pequeñas cosas. La vida puede cambiarte en un instante, sin duda.