Archivo de la etiqueta: metaliteratura

Una Navidad escocesa, de Mónica Gutiérrez

Hoy sale a librerías Una Navidad escocesa, de la mano de Ediciones B. Es una edición especial y ampliada —en tapa dura y con el precioso diseño de cubierta de Javier Morán— que incluye un cuento navideño largo y el spin off del doctor Willoughby, para que conozcas la historia de este excéntrico aunque entrañable personaje.

Encontrarás una historia acogedora, divertida, romántica y muy navideña, con un castillo en Escocia, un bosque caledonio, las tradiciones celtas de Yule y un fantasma encantador, por mucho que intente disimularlo. Una Navidad escocesa es mi pequeño homenaje a las historias navideñas clásicas de fantasmas que tanto nos gusta leer y regalar en estas fechas, pero también un guiño humorístico y cariñoso a quienes creemos que en diciembre no puede faltarnos Love Actually y The Holiday.

Es una edición tan bonita que resulta perfecta para regalar y para autorregalo ;-)

Gracias por acompañarme en esta nueva aventura.

Ediciones B
2 de noviembre de 2023
216 páginas
Tapa dura
ISBN: 978-8466676977

Sinopsis:

UN CASTILLO EN ESCOCIA.

DOS PERSONAJES ENTRAÑABLES.

UNA NAVIDAD INOLVIDABLE.

Cuando el fantasma del tío Archie le confiesa a Henry MacTavish que está cansado de vagar por el castillo escocés de la familia y le pide ayuda para partir hacia el más allá, Henry está decidido a hacerle cambiar de opinión. Sin embargo, su campaña navideña se complica con la llegada de Natalia Castro, de la Oficina de Rescate de Patrimonio Escocés, una encantadora botánica enamorada de los bosques caledonios, del chocolate caliente y de la Breve guía sobre castillos y jardines del doctor Willoughby. Puede que Henry y Natalia no tengan nada más en común que el deseo de conservar el milenario castillo, pero la celebración del solsticio de invierno en un lugar encantado y un espíritu enfurruñado están a punto de unirlos en la Navidad más excéntrica de sus vidas y, quizá, para siempre.

Publicado en Blog | Etiquetado , , , , , , | 6 comentarios

El diccionario de las palabras olvidadas, de Pip Williams

En 1885, cuando se traslada con toda su familia a Sunnyside, en Oxford, el doctor James Murray lleva seis años como director del proyecto de creación de un nuevo diccionario inglés que sustituya al del doctor Samuel Johnson (1755). En el jardín de su nuevo hogar construye el scriptorium, un gran cobertizo en el que, junto a buena parte de su familia y a un equipo de lexicógrafos, Murray elaborará las fichas para las definiciones de cada una de las palabras de lengua inglesa que irá publicando la Oxford University Press por fascículos hasta completar el Diccionario de Inglés Oxford (1928). Esme, la hija de uno de los lexicógrafos, huérfana de madre, crece en el scriptorium, aprendiendo palabras nuevas cada día, atesorándolas, absorbiendo como una esponja una educación abierta y sin censura de la que pocas mujeres de su época pueden presumir. La Esme adulta, arrollada por el trascurrir de su época, de los movimientos sufragistas y del horror de la Primera Guerra Mundial, comprenderá que el diccionario de Oxford solo contiene las palabras de los privilegiados.

—Aunque fuera por ahí pegando la oreja, solo me aceptarían las mujeres. Los hombres, hasta los que trabajan en las gabarras, no hablarían como siempre si yo estuviera delante.
—¿Crees que hay palabras que solo usan las mujeres o que se aplican específicamente a las mujeres?
—Diría que sí —contestó.»

Pip Williams nació en Londres, creció en Sidney y, en la actualidad, vive junto a su familia en Adelaida, Australia. Es autora de célebres estudios sociológicos, compendios poéticos y un libro de viajes, pero El diccionario de las palabras olvidadas es su primera novela. Williams cuenta que la idea de escribirla surgió cuando estaba investigando sobre la elaboración del primer Diccionario de Inglés Oxford y cayó en la cuenta de que era un trabajo muy masculino y de clase media. Si bien la Primera Guerra Mundial y los movimientos sufragistas incorporaron mano de obra femenina en la elaboración del diccionario, ninguna mujer se consideraba lexicógrafa (aunque podían asistir a algunos colegios universitarios y hacer los exámenes finales no tenían derecho a un título) y se las relegaba a tareas administrativas o de búsqueda de documentación. Williams se planteó entonces el sesgo del lenguaje de un diccionario en el que solo hombres blancos de clase media habían decidido qué palabras recogería.

Pese a ser ficción, El diccionario de las palabras olvidadas, plantea una cuestión muy real: la exclusión, también en el lenguaje y en su recopilación por escrito, de los marginados que, a principios del siglo XX, constituían las clases sociales más humildes y las mujeres. La reflexión de Pip Williams, que desde nuestra perspectiva temporal parece tan clara, se plantea de forma creíble en su novela: los personajes se comportan acorde a su época y estrato social y la historia está muy bien documentada y ambientada en su contexto socio-cultural, histórico y político. El secreto es que Williams juega bien con la coyuntura de cambio (la guerra, los movimientos sufragistas femeninos, la migración, etc.) y hace gala de una documentación histórica minuciosa y brillante en lo que toca al ámbito social. Si bien la autora utiliza el personaje ficticio de Esme para poner de relieve su idea argumental, lo cierto es que su protagonista encaja bien entre la novelización de todos los personajes reales de la época. Y aunque mi línea argumental preferida de esta novela haya sido la histórica, reconozco que la ficticia está bien lograda. Por último, destacar lo extraordinariamente bien escrito y traducido que está El diccionario de las palabras olvidadas: la prosa de Pip Williams es precisa, rítmica, evocadora y bella, y la traducción de Ana Isabel Sánchez Díaz no la desmerece ni en una coma.

En un momento editorial en el que los lectores acusamos la falta de inversión de algunos en traducción y en corrección, es todo un lujo encontrarse entre las manos con un libro tan bien editado, traducido y corregido como El diccionario de las palabras olvidadas de Maeva.

Si te apetece saber más sobre la autora y su novela, te recomiendo esta entrevista en Librújula.

Publicado en Blog | Etiquetado | 8 comentarios

Cómo hablar de los libros que no se han leído, de Pierre Bayard

Pierre Bayard, profesor de literatura francesa en la Universidad de París, confiesa que a veces habla en clase de libros que no ha leído. Sabe que está muy mal visto no leer según que obras canónicas o tan solo hojearlas y no mentir al respecto. Pero Bayard está convencido de que no es necesario leer un libro para hablar sobre él con precisión, primero porque ser una persona de extensa cultura no consiste en haber leído tal o cual libro sino en saber orientarse en el conjunto de la literatura (no ha leído Ulises de Joyce, pero sabe que es una adaptación de Odisea de principios del siglo XX, ambientada en Dublín, monólogo interior, ect.) y segundo porque existen muchas maneras de no-leer. Bayard expone un curioso discurso sobre qué significa leer y no-leer, sobre la belleza de la creatividad y el placer de hablar sobre libros, a través de las obras y los discursos de literatos como Paul Valéry (que odiaba leer y realizó las mejores críticas de Proust y Anatole France sin haberlos leído nunca), Umberto Eco (con su Guillermo de Bakerville suponiendo cómo debía ser la segunda parte de la Poética de Aristóteles sin haberla tenido jamás en sus manos), Oscar Wilde (que no leía aquello que debía criticar para que no le influyesen esas ideas), Montaigne (que reconocía que su maldición era que olvidaba todos los libros que leía) o Graham Greene y Sōseki, pasando por la inquietante metáfora de Bill Murray en Atrapado en el tiempo.

«Y es que nuestras propias palabras sobre los libros nos distancian de ellos y nos protegen tanto como los enunciados de otros. En cuanto iniciamos la lectura, e incluso antes, comenzamos a hablar con nosotros mismos, y más tarde con otros, sobre esos libros. A partir de entonces, recurriremos a esos discursos y opiniones, relegando lejos de nosotros los libros reales, convertidos para siempre en hipotéticos.«

Cómo hablar de los libros que no se han leído es un título simpático que abre la puerta a una reflexión, alegre y sin prejuicios, sobre la lectura, las formas de no-lectura y los aspectos más sociales de la lectura. Con un toque humorístico muy de agradecer, Pierre Bayard se explica alrededor de ejemplos literarios que resultan cercanos y que abren pie a una reflexión propia sobre nuestra experiencia personal. Destaca, en este sentido, la idea de las diferentes formas de no-lectura y, en especial, la no-lectura de los grandes lectores: nuestra elección de algunos títulos y no de otros, puesto que en toda nuestra vida jamás podremos leer todo lo que deseamos, nos condena a no-leer la inmensa mayoría de libros que existen. También me ha parecido especialmente bello el capítulo que Bayard dedica a Sōseki para aventurarse en la belleza de inventar los libros, de mezclarlos en el discurso, de jugar con el diálogo entre los lectores; o la cuestion de la memoria y del olvido y de cómo nuestra idea y recuerdo de un libro va cambiando a medida que lo hacemos los lectores.

Lector, una breve pero ingeniosa reflexión sobre los aspectos más sociales de la lectura.

También te gustará: Signatura 400; Ex-libris, confesiones de una lectora

Publicado en Blog | Etiquetado , | 6 comentarios

Babel, de R. F. Kuang

A principios del siglo XIX, cuando el profesor Richard Lovell llega a Cantón y localiza la casa que está buscando, ya solo queda vivo un pequeño niño mestizo educado en chino, cantonés e inglés. El niño, que escoge el nombre de Robin Swift, viaja a Inglaterra para terminar sus estudios e ingresar en Babel, el Real Instituto de Traducción de Oxford, una institución que tiene el poder de mantener en marcha todo el país con inscripciones mágicas sobre barras de plata. Este poder sobrenatural, que alcanza su máxima plenitud gracias al dominio del idioma materno de jóvenes procedentes de las colonias británicas, solo está alcance de las clases más altas de occidente, creando una brecha insalvable en un mundo ya muy polarizado por la esclavitud y la xenofobia. Robin, desgarrado entre sus dos naturalezas, la británica y la china, siente que no pertenece a ningún lugar… hasta que llega a Babel y conoce a su nueva promoción —Rami, Victoire y Letty— con quienes establecerá unos lazos de amor, amistad y familia que, para bien o para mal, habrán de marcar el resto de su vida.

«Ya te habrás dado cuenta de que Londres se encuentra en el centro de un vasto imperio que no deja de crecer. Quien más fomenta este crecimiento es Babel. El Instituto recolecta lenguas y talento extranjero del mismo modo que acumula plata y la emplea para producir magia por medio de la traducción, algo que beneficia únicamente a Inglaterra. La gran mayoría de las barras de plata que se emplean en el mundo se encuentran en Londres. Las barras más nuevas y poderosas en activo se basan en el chino, el sánscrito y el árabe para poder funcionar. Sin  embargo, en los países donde más se hablan estos idiomas encontrarás menos de mil barras, y solo en los hogares de los más ricos y poderosos. Eso está mal. Es digno de un depredador. Es completamente injusto.«

Rebecca F. Kuang es una autora chino-norteamericana (nació en China, pero a los cuatro años se mudó a Estados Unidos con sus padres), licenciada en Historia por la Universidad de Georgetown y graduada en estudios chinos, de traducción y literarios en las universidades de Oxford, Cambridge y Yale, respectivamente. Saltó a la fama por su aclamada trilogía The Poppy War que le procuró las nominaciones a los premios Hugo, Nebula, Locus y World Fantasy y le otorgó una beca en el prestigioso programa Marshall. Su novela Babel, autoconclusiva, es toda una metáfora anti-colonialista que señala la desigualdad histórica entre naciones, clases sociales, razas y géneros pese a tratarse de una historia fantástica ambientada en la primera mitad del siglo XIX.

Es un poco injusto etiquetar Babel como distopía cuando la recreación de su mundo histórico se aleja tan poco del real, apenas por la magia de unas barras de plata. Porque el colonialismo, el imperialismo, la explotación de seres humanos, la discriminación por el color de la piel, el género o la religión son tan reales y próximos a la realidad de principios del siglo XIX que el lector apenas tiene la sensación de estar leyendo fantasía. Si bien es cierto que la historia tarda en arrancar y hay que tener paciencia, Babel es una novela de prosa ágil y sencilla (a veces, demasiado aséptica para quienes gustamos de estilos más marcados), aunque correctísima, que atrapa por sus personajes y por el dilema moral al que se ven expuestos. Los puntos fuertes de la novela son la relación que se establece entre sus cuatro protagonistas, la denuncia social/política/cultural que expone la autora con contundencia y, para mí, ese Oxford maravilloso de los años veinte y treinta del siglo XIX, con las agujas góticas de sus colegios universitarios, la biblioteca Bodleian, la Radcliffe, el teatro Sheldonian y sus increíbles jardines. Es ese Oxford real, un pelín distorsionado para dejar espacio a la torre de Babel (magnífica invención de Rebecca F. Kuang), un escenario mucho más mágico que el precepto sobrenatural que rige la trama del libro, un precepto que podría resumirse en el poder del lenguaje, en el potencial de los matices de una traducción. En resumen, una novela original y bien planteada, de ritmo desigual, pero con unos personajes rotundos, un sistema de magia que juega con la etimología y los matices del lenguaje y la traducción, y la idea de que combatir la injusticia y la desigualdad en inferioridad de condiciones convierte a las personas corrientes en héroes o en villanos. Me ha encantado.

Lector, una oda a los traductores y un grito de alerta sobre el capitalismo más salvaje y la desigualdad.

También te gustará: Los juegos del hambre; Las tres caras de la luna; El año del diluvio; Hacia las estrellas

Publicado en Blog | Etiquetado , | 6 comentarios

Drácula. El origen, de J. D. Barker y Dacre Stoker

Corren los años cincuenta del siglo XIX y los coletazos de la gran hambruna irlandesa todavía castigan a la población. La familia Stoker vive en una casona a las afueras de Dublín, cerca del castillo de Artane, y aunque no son precisamente ricos siempre están dispuestos a echar una mano a sus vecinos. El pequeño Bram Stoker, un niño enfermizo desde su nacimiento y que estuvo a punto de morir, sabe que le debe su recuperación a su niñera, la misteriosa Ellen Crone. Fascinados por las desapariciones y el comportamiento de la joven, Bram y su hermana Matilda la siguen una noche hasta el castillo para descubrir una pavorosa tumba, miembros cercenados y unos mapas antiguos. Sin embargo, sus padres jamás dieron crédito al relato de lo que aquella noche presenciaron en los bosques y el pantano de Artane antes de que la niñera desapareciese de sus vidas. Años después, ya adultos, los hermanos Stoker, todavía obsesionados con ella, deciden reencontrarse con Ellen Crone y descifrar el misterio que la envuelve sin imaginar que se verán arrastrados a una espeluznante aventura de venganza y muerte.

«Sus ojos de un negro azulado eran los de la propia muerte y aun así parecían rebosar de vida. Cuando ladeó la cabeza, juro por mi alma que titilaron en un rojo fulgurante antes de volver a ser dos lagos negros e insondables. Tenía los labios de un rojo rubí destacado por el pelo oscuro y la piel pálida, y los mostraba apenas abiertos, como si estuvieran inhalando, y aun así no emitían sonido alguno.«

J. D. Barker es el novelista norteamericano autor de la afamada saga El cuarto mono y cuenta, entre otras muchas buenas críticas, con la rendida admiración de Stephen King por su novela Forsaken. Dacre Stoker es sobrino bisnieto de Bram Stoker y, aunque gestiona el legado documental de su antepasado, su título Drácula, el no muerto, secuela del clásico, no está demasiado bien considerada por los lectores ni por la crítica. Por eso, cuando mi amiga Rosa me recomendó Drácula. El origen me avisó de que no tenía nada que ver con la novela de Dacre, pero sí con la de Bram Stoker, uno de mis clásicos preferidos. Y es que si te gusta Drácula vas a disfrutar muchísimo del respetuoso y genial homenaje que le rinde Drácula. El origen.

Drácula. El origen tiene como protagonistas a los hermanos Stoker y enraíza su trama y su historia con los documentos y la correspondencia que la familia Stoker guarda del escritor victoriano. Drácula es un clásico de terror con una estructura narrativa que alterna cartas, fragmentos de diario de los personajes, notas taquigrafiadas, noticias de prensa de la época y la afirmación de su autor de que todo lo que cuenta en sus páginas está basado en hechos reales. Drácula. El origen toma ese punto de partida para construir una trama que bebe de la correspondencia y los papeles de Bram Stoker, pero también de las biografías del escritor y sus hermanos. La ambientación en la Irlanda de la segunda mitad del siglo XIX es magnífica y la novelización fantástica de los Stoker y de su encuentro con lo sobrenatural resulta emocionante, inquietante y muy bien tramada. Es una novela que se disfruta por méritos propios (suspense, terror, buena trama, excelentes personajes, ambientación, historia…), pero que todavía se revela como más redonda y asombrosa si se lee teniendo reciente la lectura de Drácula de Bram Stoker, como ha sido mi caso.

Lector, un rendido y magnífico homenaje a Bram Stoker.

También te gustará: Drácula; La historiadora; Los archivos de Van Helsing

Publicado en Blog | Etiquetado , , | 12 comentarios