Cuando el inspector Alan Grant pasa a rescatar a su querida Marta Hallard de una espantosa fiesta londinense, conoce al fotógrafo estadounidense Leslie Searle, que dice estar allí para saludar a Walter Whitmore. La escritora Lavinia Fitch y Liz Garrowby, madre y prometida de Walter, respectivamente, no tardan en simpatizar con el atractivo fotógrafo y lo invitan a pasar unos días en Salcott St. Mary, un rinconcito de la campiña inglesa retiro de escritores, artistas y actores. El encanto irresistible de Leslie parece enamorar a todos en el pequeño pueblo, excepto a la madre de Liz, que ve en peligro el compromiso de su hija, y a un loco bailarín ruso celoso. Incluso el egocéntrico Walter le propone a Leslie escribir un libro juntos y se embarcan inmediatamente en una aventura por el Rushmere para recopilar fotos y momentos. Pero cuando el joven Searle desaparece sin dejar rastro y Scotland Yard envía a Grant para investigar el asunto, el detective se encuentra con uno de los misterios más interesantes de su carrera policial.
«Quizás el viejo refrán es cierto y no es posible amar y ser sabio al mismo tiempo. Cuando alguien siente tal devoción por otra persona como Serge por Toby Tullis, no creo que sea fácil mantener la cordura.«
Esta es la quinta novela que leo de Josephine Tey y la tercera protagonizada por el inspector Alan Grant. Ha sido una lectura muy amena, perfecta para relajarse y desconectar, que he disfrutado mucho, pero no desbanca a mis tres favoritas: La hija del tiempo, Patrick ha vuelto y La señorita Pym dispone. Aunque soy bastante nefasta a la hora de descubrir al asesino, confieso que nunca me había visto tan despistada como en esta trama donde todos parecen sospechosos, pero ninguno lo suficiente. De todas formas, los personajes, el estilo, el sentido del humor y el cozy de Tey son tan geniales que disfrutas más del viaje que de la resolución del misterio y eso que es una de las soluciones más ingeniosas que he leído en novela detectivesca de la llamada Golden Age.
Josephine Tey es el seudónimo de la escritora escocesa Elizabeth Mackintosh (1896-1952), que además de novelas de misterio, muchas de las cuales han sido adaptadas para la radio y la televisión británicas, escribió obras teatrales y biográficas. Alan Grant, el personaje protagonista de algunos de sus títulos, es un inspector de Scotland Yard que conserva su experiencia militar y que a menudo vemos tentado de proponerle matrimonio a la siempre genial Marta Hallard, una actriz inteligente y curiosa a quien le encanta convertirse en el Watson de Grant (con permiso de Williams, claro). En Amar y ser sabio, Grant se devana los sesos para resolver un misterio hasta que cae en la cuenta de que todo podría ser un truco de prestidigitador. Con su prosa elegante, su sentido del humor (me ha encantado la escena en la que Walter cree que Liz ha muerto porque es impensable que una inglesa llegue tarde a cenar), sus diálogos ágiles y sus propuestas ingeniosas, esta novela de Tey es una opción excelente para las vacaciones.
Lector, para desconectar en la campiña inglesa con el rompecabezas de Alan Grant.
También te gustará: Un chelín para velas; Patrick ha vuelto; La hija del tiempo; La señorita Pym dispone
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Hola querida, ya sabes que me metiste a Tey por vena cuando recomendaste hace unos añitos, La hija del tiempo (que acabé releyendo cuando se editó en papel). Sabes que coincidimos con las novelas preferidas de Tey, estoy contigo en ello, jeje…
Tengo esta novela desde el año pasado, pero creo que tendrá que esperar al siguiente que este año he leído dos Tey y los tengo que racionar, jeje…
Un besazo enorme.
Aish, sí, justo me decía eso el otro día MH, que a Tey había que racionarla porque tiene poquitos títulos. Ahora que te leo, me están entrando muchas ganas de volver a leer «La hija del tiempo», me la compré en papel cuando la editó Hoja de Lata y aquí la tengo, haciéndome ojitos, como si no tuviese nada que leer XD Besos.
¡Hola Mónica!
No he leído (todavia) nada de Josephine Tey (es imperdonable, lo se) pero unas amigas sí que han leído «Amar y ser sabios» y «Patrick ha vuelto» y han disfrutado mucho así que con sus referencias y la tuya voy a tener que poner algún título de Josephine Tey en los primeros puestos de mi torre de libros pendientes je, je
Me encantan las novelas que transcurren en la campiña inglesa y si encima hay un misterio y sentido del humor ingle¿Qué más puedo pedir?
La verdad es que la editorial Hoja de Plata nos esta dando muchas alegrías con títulos y autores que aquí desconocíamos y son muy buenos como «la trilogia de Candleford» y estos de Josephine Tey.
Gracias por la recomendación :)
Pues por lo que me cuentas, creo que esta autora te va a gustar muchísimo. Mis preferidos hasta la fecha son «La hija del tiempo», «Patrick ha vuelto» y «La señorita Pym dispone», pero es cierto que todavía me quedan algunos títulos por leer, ya os iré contando. Yo de ti, me animaría. Un abrazo.
Tan solo he leído La hija del tiempo, que me pareció de lo más original. Tal vez por eso no he vuelto sobre la autora y su oersonaje, Alan Grant, por miedo a la decepción. Aunque esta reseña y alguna otra leída recientemente, me animan a volver sobre Josephine Tey y puede que lo haga con esta novela. Ese final tan ingenioso que comentas la hace irresistible.
Un beso.
Ay, es que «La hija del tiempo» es insuperable, es mi Tey preferido y con diferencia. Sé que en algunos títulos no aparece el inspector Grant y en otros sí y que hay lectores que lo prefieren con o sin Grant :-)) Este título que os traigo esta semana es de Grant y es estupendo para las vacaciones de verano. Besos.
La Tey es mi eterna pendiente y reseñas como la tuya no hacen más que darme ganas de leerla. A ver si me pongo de una vez. En la estantería tengo desde hace siglos «Miss Pym disposes». Dices que son buenas novelas para las vacaciones… a ver si este agosto me pongo, pues. :)
Besos.
Ay, la señorita Pym es estupenda, te va a encantar. Sí, creo que Josephine Tey es de esas autoras que se lee con tanto agrado que es como un premio para celebrar las vacaciones. A ver qué te parece. El problema es que tenemos pocos títulos de autora y hay que racionarlos. Besos.
Hola. Intenté leer el de la señorita Pym, que por tema me venía mejor pero no me hice con ella. Es que esto de los detectives no es lo mío, por mi cozy que me lo pongan. Y de intentar adivinar el asesino no lo hago nunca, siempre pienso tanto con libros como con pelis que los autores han hecho su trabajo, y ya me lo irán contando, por qué agobiarse con adivinar, me dejo llevar por la narración y creo que se disfruta mucho más que haciendo cábalas.
Lo de meter un maromo de esos en casa cuando la nena va a casarse pues no es plan, eso es como llevar niños a una juguetería el día antes de reyes, cuando ya has comprado los regalos y pueden ver cosas que les atraigan más.
Besos
¡Jajajaja! Me encanta tu comentario final al argumento de la novela. Pero si no te gustó «La señorita Pym dispone», no sé yo si esta autora es para ti. Si te apetece, podrías asomarte a «La hija del tiempo», que es muy distinta, y si te gusta la investigación histórica te quedarás boquiabierta. Buena filosofía la de no intentar adivinar quién es el asesino, así el viaje es más emocionante (y, total, para lo que me sirve a mí elucubrar…). Besos.