En el verano de 1945 Japón seguía en guerra contra Estados Unidos. El joven Shinji Mikamo y su padre, el respetado fotógrafo Fukuichi Mikamo, terminaban de desayunar su cuenco con gachas antes de disponerse a una dura jornada de trabajo para demoler su casa, en un barrio privilegiado de Hiroshima. Los estadounidenses llevaban semanas bombardeando ciudades japonesas y el gobierno había dado orden a los Mikamo de tirar abajo su vivienda como medida de cortafuegos en caso de que las bombas cayesen también sobre Hiroshima. Shinji se queja, sabe que derribar su hogar es absurdo, y además lleva tiempo sospechando que las noticias sobre la victoria japonesa de la guerra son mentira: el gobierno ha prohibido las radios de onda corta y las clases de inglés en los colegios, la carestía de alimentos y el racionamiento son preocupantes y hace meses que no tienen noticias de su hermano mayor, destacado en Filipinas. El 6 de agosto, a las 8:15 horas a.m., la bomba atómica cae sobre Hiroshima arrasándolo todo. Heridos de gravedad, Fukuichi y Shinji emprenden una carrera de supervivencia contra el incendio, el horror, el abandono y la maldad. El joven Mikamo está a punto de rendirse, no soporta el dolor de sus quemaduras ni tanta muerte alrededor, hasta que su padre, que le exhorta a seguir en pie por encima de todo, le dice que no sea tan negativo pues los americanos «nos han ahorrado el esfuerzo de demoler la casa». Y aunque en el infierno en el que se ha convertido Hiroshima hay demonios, Shinji empieza a comprender que también existen ángeles que le prestarán su ayuda y que él tiene algo de lo que la mayoría de damnificados carece en esos primeros días de muerte, terror y destrucción: Shinji tiene a su padre.
«Nos habían arrebatado nuestra ciudad, la habían hecho desaparecer en un instante. ¿También nuestro carácter? ¿Qué sería de nosotros? ¿Qué impulso seguiríamos y abrazaríamos? ¿Nos convertiríamos en ángeles o en demonios?«

Editorial: Chidori Books
Traductora: Margarita Adobes
Formatos: Papel, epub, mobi
Precio: 6,00 – 17,00 euros
En Renacer de las cenizas, la doctora Akiko Mikamo, da testimonio de la vida de sus padres, supervivientes de la bomba atómica que cayó sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945. Akiko fue educada por sus progenitores en la tolerancia, en la empatía y en el consejo de que trabajase con toda su alma por el entendimiento entre las culturas para evitar que ni ella ni sus descendientes tuviesen que vivir ninguna otra guerra jamás. Como su abuelo, como su padre, la doctora Mikamo ha elegido el entendimiento en lugar de la destrucción del odio. En Hiroshima 140.000 personas murieron por la bomba atómica, aunque la cifra ascendió a 350.000 en las fechas posteriores por causa de la radiación. En 1949 la ciudad volvía a estar en pie y fue nombrada Ciudad Memorial de la Paz Internacional. Muchos japoneses optaron por consumirse en el rencor y la desconfianza, pero muchísimos más eligieron el camino de la vida y la paz por la memoria histórica y la comprensión. Fukuichi Mikamo se hubiese sentido muy orgulloso de esta mayoría.
El subtítulo de Renacer de las cenizas, Una historia real de supervivencia y perdón de Hiroshima, ya es toda una declaración de intenciones de lo que el lector va a encontrar en este libro, un resumen perfecto. Sin trampa ni cartón, la autora nos relata -con la voz en primera persona de Shinji Mikamo- cómo su padre logró sobrevivir a la explosión atómica, a la destrucción de toda su ciudad, y aprendió a vivir de nuevo pese al dolor, la pérdida y las dificultades. Pero sobre todo, es la historia de cómo un hombre extraordinario, Fukuichi Mikamo, fue capaz, en apenas unos días, de hacerle entender a su hijo que nada había terminado el 6 de agosto de 1945, que la vida continuaba, que la vida siempre continúa; y que es elección de cada persona vivirla con odio o desde el perdón. Renacer de las cenizas ofrece una instantánea vívida de lo que supuso el lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki, pero también de la sociedad y la cultura niponas a mediados del siglo pasado: la deshonra de ser huérfano de guerra en una cultura que menosprecia a los individuos sin referencias familiares (la familia lo es todo), la vergüenza de tener un hijo discapacitado, el culto al emperador, los rígidos conceptos del honor o de la contrición, etc.
No vaya a asustarse el lector pensando que va a encontrarse con un lacrimógeno drama pues, aunque esta es una historia de supervivencia extraordinaria, también es cierto que está narrada con la fuerza de la esperanza, la empatía y la creencia de que el único legado universal que merece la pena es el del perdón y la amistad.
Lector, un libro que permanecerá en tu memoria y en tu corazón por su legado a la humanidad.
Nota: El epílogo de la doctora Akiko Mikamo y las fotografías de su familia han sido todo un acierto para esta magnífica edición de Chidori Books.
Nota (II): Me encanta el principio de los Agradecimientos:
«En primer lugar, me gustaría dar las gracias a mi padre, Shinji Mikamo, y a mi madre, Miyoko Mikamo, por tener la fuerza y la entereza para sobrevivir a la bomba atómica, rehacer sus vidas de la nada, y traernos al mundo a mis hermanas y a mí. Ellos me enseñaron la importancia del perdón y de tener empatía con los demás, en especial con aquellos que tienen diferentes orígenes, creencias y valores. Ellos dedicaron toda su vida a criarnos, educarnos y guiarnos, pensando no tanto en la perpetuación de su legado familiar, sino más bien en aportar algo a la humanidad.«
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