El príncipe, de Nicolás Maquiavelo. Anotado por Napoleón Bonaparte

Nicolás Maquiavelo escribió El príncipe en 1513, a la edad de 50 años. En el prólogo, confiesa que a su edad está cansado y que se retira de la política, pues lleva toda su vida adulta aconsejando a los gobernantes italianos. Maquiavelo ha vivido las mayores inestabilidades entre los diferentes principados de Italia —los enfrentamientos y conjuras de los Borgia, las luchas de poder de los Medici, cárcel, tortura, guerras, traiciones…— y le apetece escribir sobre toda esa experiencia para el buen gobierno futuro de los reinos. El príncipe es un compendio sobre política, sobre formas de gobierno desde la Antigüedad hasta el siglo XVI, sobre tipos de ejércitos, sobre cómo acceder al poder, pero también es un ejercicio de reflexión y guía para cualquier príncipe italiano que desee mantener su territorio a salvo de la ambición de los vecinos.

«Un señor que actúe con prudencia no puede ni debe observar la palabra dada cuando vea que va a volverse en su contra y que ya no existen las razones que motivaron su promesa. Y si todos los hombres fuesen buenos, este precepto no sería justo; pero puesto que son malvados y no mantendrían su palabra contigo, tú no tienes por qué mantenerla con ellos.«

La primera vez que leí El príncipe fue como lectura obligatoria de la asignatura de Historia Moderna y no recordaba gran cosa, quizás porque en su momento me pareció un deber. Por esa circunstancia, y porque tenía muchas ganas de hacerme con la edición anotada por Napoleón Bonaparte, convencí a un grupo de lectoras y amigas para acompañarnos en la aventura de leerlo juntas. Reconozco que a menudo hemos disfrutado más comentándolo entre nosotras que leyendo al señor Maquiavelo, y que la soberbia de Bonaparte nos ha puesto la sonrisa en los labios más de una vez.

Es curioso cómo el tiempo altera el recuerdo de la Historia y las palabras de sus protagonistas, y al final acabamos teniendo una idea distorsionada de El príncipe y su autor. Por eso, leer el original resulta tan interesante y sorprende la actualidad y vigencia —salvando las distancias— de las ideas de Nicolás Maquiavelo sobre política y gobierno (seguramente porque los humanos apenas hemos cambiado en los pocos siglos que llevamos sobre la Tierra). Dice Maquiavelo que la política es la persecución de los fines generales para la mejora de la convivencia social, que los hombres solo dañan por miedo o por odio, que ningún poder se mantiene por la suerte y que el buen príncipe conserva su Estado si evita los vicios peligrosos y fomenta las virtudes que le ayudan a conservarlo, sean o no verdaderas. Lo más loable es que un gobernante mantenga la palabra dada y viva con integridad mejor que con astucia y, sin embargo, la Historia nos dice que triunfan los astutos. Y astuto será el príncipe que sepa encontrar buen consejo en quien no tenga miedo de decirle la verdad.

Bonaparte leyó El príncipe cuando todavía era un estudiante en la academia militar y quedó tan prendado de las enseñanzas, consejos y reflexiones de Maquiavelo que volvió a releerlo, anotarlo y subrayarlo una y otra vez a lo largo de toda su vida. El problema, en mi opinión, es que esta edición de la obra no cataloga las anotaciones de Bonaparte por orden cronológico y si no se conoce bien su biografía puede llevar a confusión: los comentarios y las ideas del joven general revolucionario no tienen nada que ver con los que apunta el militar en campaña europea o, posteriormente, el emperador Napoleón. Hubiese sido mucho más ilustrativo un ordenamiento de las anotaciones que permitiese observar a cualquier lector el cambio de un Bonaparte joven deseoso de convertirse en el príncipe ideal que proponía Maquiavelo hasta derivar en el emperador soberbio y pagado de sí mismo que traicionó sus ideales revolucionarios cuando se vio dueño de Europa. Porque, debido a una de esas trampas de nuestra memoria, quien concluyó que el fin justifica los medios no fue Nicolás Maquiavelo sino Napoleón Bonaparte.

Lector, un ensayo clásico que te sorprenderá por su vigencia y la clarividencia de sus ideas.

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10 respuestas a El príncipe, de Nicolás Maquiavelo. Anotado por Napoleón Bonaparte

  1. Ana dijo:

    Gran recomendación. No es una de las lecturas que tenía entre mis pendientes, pero si ha sobrevivido tanto tiempo seguro que merece la pena conocerla. Un abrazo.

    • Monica dijo:

      Es un clásico un poco arrinconado y Maquiavelo se ha quedado con mala fama, pero si lo leemos ahora nos damos cuenta de que sus palabras se han tergiversado mucho a lo largo del tiempo. Muy interesante. Besos.

  2. Alma dijo:

    Yo también lo he leído una vida atrás, cuando en el secundario estudiaba filosofía. Me ha dado curiosidad tu entrada y una ciertas ganas de releerlo. Quizá le de otra oportunidad…

    Un beso.

    • Monica dijo:

      ¿Verdad? Es que cuando se lee por obligación, y además según a qué edades, no se disfruta ni una quinta parte. Me han encantado las anotaciones de Napoleón, a menudo muy jocosas, y me ha servido para entender lo mucho que se ha tergiversado a Maquiavelo con los años. Besos.

  3. Nitocris dijo:

    Hola guapa, pues la verdad es que a mí hubo una época que me encantaba Napoleón y me leí su biografía, pero no sé si me gustaría leerme El principe… Igual es cuestión de plantearselo.
    Un besazo

    • Monica dijo:

      Uy, ¿una época? Bonaparte siempre ha sido mi personaje histórico preferido de todos los tiempos… hasta que se le fue la olla y se coronó emperador, una pena. Pero sí, una vida apasionante, y admiraba muchísimo a Maquiavelo. Bonaparte quería ser ese Príncipe ideal, justo y amado, del que hablaba Maquiavelo. Muy interesante. Besos.

  4. Lectoraempedernida88 dijo:

    Hola! de Napoleón conozco lo que la mayoría, pero me gustaría profundizar más en él. Hace unos meses vi un documental sobre su vida que me pareció muy interesante y me gustaría hacerme con una biografía buena para profundizar. Este libro que reseñas lo tengo en mis pendientes, la edición que tenía anotada no era exactamente esta, pero ya que esta añade los comentarios de Napoleón me la apunto. Ya tendré en cuenta lo que comentas de que faltaría el que los comentarios que hace estuviesen un poco ordenados según la edad con la que los hacía, pienso como tú, considero que es esencial para darle cierta coherencia a su persona… No puedo decir aún que este personaje me entusiasme pero sí que me pica bastante la curiosidad. En cuanto al libro creo que me resultará muy interesante, y si lo enlazo con esta otra figura historica en la que influyó mucho, pues más aún. Un abrazo.

    • Monica dijo:

      Bonaparte es una figura clave para entender la historia de Francia y de Europa al inicio de la Edad Contemporánea. Un personaje como él, trascendental en un momento de cambio histórico, siempre resulta fascinante ¿sabías que la legislación francesa y española todavía se basa en el código napoleónico? El Bonaparte de la Revolución francesa era un legislador incansable, llevó hasta las últimas consecuencias su convicción de que la educación debía ser gratuita de y calidad para todos los niños pues solo así conseguirían cambiar su condición los más desfavorecidos; creía en la meritocracia en lugar de la aristocracia y era un firme defensor de la libertad y la igualdad. Sin embargo, cambió mucho a lo largo de los años y a lo largo de las guerra contra las monarquías absolutistas europeas, hasta que el poder lo corrompió y se convirtió en aquello que tanto había detestado. En fin, un personaje histórico como pocos. Besos.

  5. Pablo dijo:

    Buenos dias, acabo de conseguir un ejemplar de El Principe con las anotaciones de Napoleón. Sin embargo me sorprendió un aclararacion en las primeras páginas de la editorial que sugiere que las anotaciones pueden ser apócrifas. Sugiere que en el momento de la publicación original, fue jn buen negocio editorial. (Al igual que la versión actual que compré. Evidentemente).
    Alguien sabe algo mas al respecto?
    El ejemplar que tengo es de la colección de literatura universal editorial Fontana.
    Saludos!

    • Monica dijo:

      Hola, Pablo. En mi edición de Cátedra no se menciona esa duda respecto a la autoría de las notas. Investigaré más al respecto. Un abrazo y gracias por el apunte.

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