Aquella vez en Berlín, de María José Moreno

En el aeropuerto, Thomas se cruza con una chica pelirroja que busca transporte económico para llegar hasta Londres y, en un impulso repentino, decide adelantarle unas libras. Siempre ha sido de naturaleza amable y generosa, seguramente porque cuando era joven la hermosa Beth le ofreció la oportunidad de cambiar su vida junto al arquitecto Richard Leinz. Han pasado muchos años desde entonces y el optimismo de Thomas se ha visto empañado por los últimos acontecimientos; Richard está ingresado en el hospital, con una dolencia grave, y su último aliento antes de caer inconsciente fue para pronunciar un solo nombre: Marie. El fiel secretario, guiado por su lealtad y un fuerte presentimiento, no duda en ponerse en contacto con aquella mujer que una vez en Berlín salió para siempre de sus vidas. Y, sin embargo, ahora que la espera en el aeropuerto, tiene la sensación de que ya nada encaja, de que Richard ha guardado durante años un terrible secreto y de que quizás Marie tenga la clave que le ayude a comprenderlo.

«—No podría explicarte lo que siento. Me arrepiento tanto de haber sido tan orgullosa, de dejar que el odio dominara mi razón.
—Tranquila, Marie. Los reencuentros siempre traen algo bueno. Ponen en orden los asuntos pendientes. No olvides que él te nombró.«


Ediciones Versátil
Género: narrativa
360 páginas
ISBN: 978-84-17451-81-3
Fecha de publicación: 17 de febrero de 2020

Hace unos años, cuando María José Moreno vino a Barcelona a presentar su Trilogía del mal, allá que me fui a verla. Víctor del Árbol, que venía de París de recoger no sé qué premio de novela negra, la acompañaba en la labor de hablar de sus criaturas. Me horrorizó todo lo que ambos contaron porque señalaban una realidad espantosa que superaba con mucho las páginas de cualquier ficción: los monstruos existen y viven entre nosotros. No os equivoquéis, María José es un encanto de persona, inteligente, intuitiva y tan generosa como para perdonarme que me comprase su libro, se lo diese a firmar, y lo guardase en mi biblioteca sin leer. Sí, soy una floja. Por eso me ha hecho tanta ilusión leer Aquella vez en Berlín, porque sentía que tenía una cuenta pendiente con una escritora que me gustaba —sus relatos, sus artículos— y que mis estúpidos miedos me habían vedado en novela larga.

Aquella vez en Berlín me ha resultado una lectura emocionante, que me ha mantenido en vilo por su singularidad, por esa estupenda vuelta de tuerca a la trama de los misterios familiares y a los errores no resueltos. Me ha encantado el dominio del marco histórico presente, en este Londres, y el paseo generacional desde la Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días en centroeuropa. Pero, seré sincera, también me ha supuesto un alivio (manías de historiadora) que esta no fuese «otra de nazis», porque la literatura peca en exceso de repetitiva; por suerte para mí, la historia de Aquella vez en Berlín se sale por la tangente, lejos de tópicos. Seguramente le aporta frescura el juego de las casualidades y causalidades que tan bien calibra María José Moreno, porque la novela empieza con un cruce de caminos y un detective que reconoce una equivocación y termina con todas las respuestas.

Qué geniales los guiños alrededor de la profesión de la autora, y también ese cameo de los Freud, porque al final todos escribimos sobre lo que conocemos bien y María José explica de maravilla, también en la ficción, las trampas de la memoria y las reacciones emocionales de sus personajes. Y aunque es una novela de personajes y recuerdos —a menudo desencadenados por la música, por un aroma o por una deliciosa receta—, el ritmo de lectura es sostenido y ameno, pues en numerosas ocasiones se deja en las líneas de diálogo la tarea de poner al lector en antecedentes. Narrada en primera persona por Thomas Parsons, el secretario del arquitecto protagonista, y por un narrador omnisciente que cambia de foco para seguir a Marie o a Richard cuando resulta conveniente, la novela mantiene muy bien un suspense que culmina con la resolución del misterio y la aceptación de los protagonistas. Tendríais que haberme visto haciendo cábalas (afortunadamente, todas erróneas) sobre los interrogantes que plantea la historia casi desde su inicio. En resumen, que os recomiendo Aquella vez en Berlín por todo lo que os he contado, porque los personajes toman mucho té y pasteles, y porque la serenidad narrativa de María José Moreno es más que envidiable.

Lector, lo que tenga que suceder, sucederá.

Nota: advierto al lector de que es posible que Richard Leinz le resulte antipático al principio de esta novela pues… ¡toma té Darjeeling con limón! A una no dejan de escandalizarle los tiempos modernos, qué le vamos a hacer.

También te gustará: Cómo comportarse en la multitud; El café de los pequeños milagros; La colina del almendro; Un café a las seis

Esta entrada fue publicada en Blog. Guarda el enlace permanente.

19 respuestas a Aquella vez en Berlín, de María José Moreno

  1. Salome dijo:

    Qué alegría me da leer una reseña de este libro. Si ya tenía ganas de leerlo, ahora muchas más!!! Tiene muy buena pinta y se sale un poco de lo que estoy acostumbrada a leer últimamente. Gracias por la recomendación 😊

    • Monica dijo:

      Hay autoras, como María José Moreno que cuando publica nueva novela casi ni te fijas en la sinopsis porque sabes que te va a convencer. Creo que te va a gustar la construcción de personajes y la historia, ya me contarás.

  2. Aylavella dijo:

    No he leído nada de la autora, pero esta novela me parece interesante.
    Besos

    • Monica dijo:

      María José destaca sobre todo por su Trilogía del Mal, pero es un noir muy noir (pederastia) y sé que no es para mí, pero si te atreves que sepas que ha tenido muy buenas críticas y están rodando una serie de TV. Besos.

  3. Nitocris dijo:

    Hola guapa, pues no sé con esta novela no llegas a convencerme del todo. Por mucho que digas que no es «otra de nazis» ya con solo oler la II Guerra Mundial me sale sarpullido. ;)
    Un besazo

    • Monica dijo:

      No, no, no, nada de Segunda Guerra Mundial, sale muy de refilón y solo por qué los abuelos y padres de los protas tienen la edad que tienen, palabrita, es muy secundario. Te lo comento porque me pasa como a ti, que estoy de encontrarme en la literatura ese período histórico hasta el moño. Besos.

  4. Buenas tardes.
    No debes tener mala conciencia por no haber leído hasta ahora la novela, seguro que su autora lo entiende. Yo siempre he pensado que cada libro tiene su momento, y que si anticipamos su lectura, probablemente no le hagamos suficiente justicia.
    Por otro lado, estoy totalmente de acuerdo contigo con respecto a que muchos temas se usan demasiado y agotan el mundo editorial.
    me apunto esta novela intimista, que estoy segura me agradará.
    Un abrazo y muy buen fin de semana!!

    • Monica dijo:

      Claro, los lectores nos entendemos bien, sabemos que hay libros que no son para nosotros o que necesitan otro momento ¿verdad? Como María José Moreno es tan lectora como nosotras supo que esta me gustaría ;-) Besotes.

  5. Margari dijo:

    Yo también iba haciendo cábalas ahí y tampoco he acertado mucho. Pero he disfrutado muchísimo con esta lectura.
    Besotes!!!

    • Monica dijo:

      ¡Jajajaja! ¿Verdad? Yo nunca suelo acertar y con las novelas de misterio me pasa igual, jamás adivino quién es el asesino. Uno de los atractivos de esta novela es que mantiene muy bien la intriga a lo largo de toda la historia y consigue que los lectores hagamos muchas cábalas, como tú dices ;-))) Besotes.

  6. Blanca dijo:

    Excelente reseña. Tengo el libro y lo empezaré muy pronto.

  7. Norah Bennett dijo:

    No sé qué tipo de delito es tomar Darjeeling con limón pero pinta bastante feo.
    La verdad es que vine porque eras tú ya que me esperaba otra de la guerra pero por suerte, no es así. Me gustan estos tejemanejes de historias de casualidades y coincidencias así que ya lo veo de otra manera. Me alegro de que seas del club de «más historias de Nazis no, por favor». Lo tendré en cuenta.
    Besos

    • Monica dijo:

      Of course, darling, de los peores delitos: qué falta de elegancia XD
      Sí, sí, convencida miembro del club, te lo aseguro. Estoy taaaan cansada de encontrarme ese período histórico en la literatura… Que es importante no olvidar y no repetir los mismos errores, pero de verdad que la historia de la humanidad está llena de millones de momentos igual de erróneos y/o interesantes. Por eso me pareció importante aclararlo en la reseña, porque sé que no estamos solas en sentirnos hastiadas de la IIGM literaria. A ver qué te parece esta historia de (des)encuentros y recuerdos soterrados. Besos.

  8. Lesincele dijo:

    No sabía que había sacado novela nueva, su trilogía me gustó así que me la apunto ^^
    Un beso!

    • Monica dijo:

      Esta no tiene nada que ver con la Trilogía del Mal, esta vez se trata de una trama en donde el azar y las malas pasadas que nos hacen nuestros recuerdos conspiran para cambiar la vida de los protagonistas… no siempre para mejor. A ver qué te parece. Besos.

  9. Jiji, me gusta tu enfoque.
    Lo tengo pendiente de lectura y me apetece mucho.
    Besotes.

    • Monica dijo:

      Ya verás qué personajes tan magníficos, con sus debilidades y las trampas de la psique… y Freud pululando por ahí, que no te olvides que nuestra autora es psiquiatra ;-) Ya me contarás. Besos.

  10. Kala dijo:

    Como siempre me encanta la reseña :)
    Tengo a la autora en general apuntadísima, pero nunca me pongo, ya sabes esa cola de libros pendientes, tengo que hacerle hueco este otoño.

    Mil besos!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *