Jan Morris, periodista, historiadora, poeta y escritora, abre su casa en Gales para el lector curioso que quiera visitarla. Jan ha viajado por todo el mundo y vivido en más de dos docenas de ciudades repartidas por todo el mundo, incluidas El Cairo y Hong Kong justo antes de dejar ser colonia británica, pero solo en Gales, su país de nacimiento y de corazón, tiene su verdadero hogar. Durante generaciones, los Morris han sido propietarios del hermoso y señorial Plas Morys, pero ahora que los hijos y los nietos han crecido, Jan ha preferido vender la casa grande y acondicionar los hermosos establos como su vivienda, la de su compañera Elizabeth y la de su gato Ibsen: Trefan Morys. La nueva casa, constuida y restaurada a placer de sus habitantes, es un fiel reflejo de la escritora pero también de Gales, de su cultura, su lengua, sus gentes; un refugio para Jan y también un lugar donde ejercer gustosamente la cálida hospitalidad galesa con amigos y viajeros ocasionales (como nosotros, lectores curiosos).
«El dinero no compraría los dones de la edad, virtud y experiencia que la impregnan, el encanto de los bosques de Trefan, la cruel belleza del Cwm Pennant. Ningún magnate podría tampoco trasladar las piedras de la casa una por una a ningún otro lugar de la tierra (…) porque mi casa encaja hasta tal punto en el medio donde está enclavada, tiene sus profundas raíces tan clavadas no solo en la tierra en donde se levanta sino hasta en el concepto mismo de Gales, que de encontrarse en otro sitio, cualquiera que fuese, perdería su carisma.«
Jan Morris no puede hablarnos de su casa sin antes explicarnos algunas cosas sobre el complicado carácter galés y las hermosas tierras galesas (geografía, flora y fauna) en las que está escondido este hogar de duendes y hadas. Y aunque en los primeros capítulos la casa no parece más que una excusa, un punto de partida para repasar con sencillez y mucho sentido del humor la Historia del país de Gales y su peculiar naturaleza, la cultura, la lengua y la idiosincrasia de sus gentes, lo cierto es que el lector cae rendido desde las primeras frases por la habilidad de esta escritora para describir lo complicado con una luminosidad y un encanto que muchos historiadores quisieran. Incluso se atreve con la necesidad de la política (hace falta poder político para garantizar la integridad cultural de un país) con una claridad que desarma. En los más hermosos parajes verdes, perdida a orillas de un bosque, Jan Morris tiene su refugió galés, la casa de la que está profundamente enamorada porque no es más que la esencia de su país, de su cultura, de su poesía.
La autora explica con paciencia y divertidas anécdotas que el galés es la lengua literaria más antigua (una lengua que tiene magia), que la pátina celta de toda la cultura galesa les convierte en personas de enorme imaginación y que la cocina de la casa es la misma esencia de la cultura galesa. Esto último se debe a que el corazón de cualquier casa galesa es la cocina: allí se recibe a los invitados, se les da de comer, se les ofrece té, se les hace entrar en calor junto al fuego de leña; se leen poemas a la luz de su lumbre, se discute, se come en familia, se comparte. Por eso es la cocina galesa el mismísimo corazón palpitante de Gales, fuente de los mejores recuerdos de cualquier galés adulto porque allí transcurrió su infancia más feliz y allí siguen celebrándose los encuentros más agradables con amigos y seres queridos.
«Pero yo vivo en un Gales que me pertenece, un Gales que llevo en el pensamiento, poblado de recuerdos, impregnado de melancolía. Y es en ese Gales, ese Gales imperecedero, donde prospera mi casa.«
Y por si todo esto no fuese suficiente, Jan Morris también habla sobre sus libros, su biblioteca, sus manías a la hora de comprar y ordenar los volúmenes, los ejemplares más raros… Los hermosos bosques de Gales, el arrullo de la voz de las leyendas mágicas celtas, los peculiares libros de una simpatiquísima y excéntrica escritora ¿podría ser más tentador este agradable librito?
Con un ritmo narrativo que enamora, unas anécdotas y una manera de contar llena de humor y de ternura, Jan Morris hace gala de su prosa más bella y apasionada para contarnos de qué está hecha su alma celta. Sus raíces galesas, como su casa, han resultado al cabo de los años lo suficientemente poderosas como hacerla volver a su país y disfrutar de un refugio que, en este delicioso libro, abre con generosidad y hospitalidad galesa a todos los lectores que tengan el buen acierto de abrirlo.
Lector, cuando estés cansado, siéntate un rato junto a la chimenea y deja que esta escritora galesa te cuente con su hermosa voz de druida celta.
Nota: Atención al divertidísimo paralelismo que hace la autora entre galeses y pueblos semitas (páginas 20 y 21), amparada en la cabezonería de sus compatriotas y su encantadora singularidad.
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Que buena pinta tiene…tomo nota del título. un saludo
Tal y como lo cuentas entran más ganas de ir que de leer el libro, jeje. La historia no me atrae mucho aunque este toque celta seguro que me gustaba pero me has ganado con lo de las manías literarias de la autora. ¿Se parecerá un poco a cierto hotel? Me lo ha recordado según narrabas la reseña.
Besos
Creo que a mí me ha pasado un poco como a Norah y me has metido ganas de dejarme caer por tierras galesas, quién pudiera! :P Me tienta mucho más por la propia ambientación y ese retrato celta como norteño que soy que por la propia historia en sí, que no me atrae especialmente esta vez.
Un besín!
Que buena pinta. Estoy segura de que lo disfrutaría.
Este me llevo y con ganas, lo disfrutaré
Besos
Después de Inglaterra, claro, tiro más, mucho más, hacia Irlanda o, si me pones, Escocia que hacia Gales, pero aún así el libro tiente mucho.
Besines,
Estoy con Norah, tal y como lo presentas dan ganas de ir al libro y a Gales (bueno, a lo segundo ya se sabe que si hay que ir se va). Me gusta el libro, por ese contar ne primera mano sobre todo. Tengo la sensación de que me dejaría contar con chimenea (cuando vuelva ese clima, que ahora…)
El libro de Los amigos es como un cuento para niños con mucho que decir a los adultos, la verdad, me ha convencido mucho leerlo ;-)
Besos
jo, voy a tener que entrar con cuidado por aquí, últimamente mis compras son en gran parte tuyas.
Me gusta mucho lo que comentas, voy a buscarlo
Besos
Me encantan las casas y las historias que guardan. me lo apunto.
No conocía a Jan Morris, pero me parece delicioso el planteamiento de "abrirnos las puertas" de su casa. Para alguien que ha viajado tanto y que ha conseguido hacer de su casa propio reflejo me parece valiente que nos abra esas puertas. Y como de cotilla todo lector tiene lo suyo, claro, habrá que atravesar ese umbral y, de paso, conocer algo de ese "complicado carácter galés".
Un abrazo
PUes no es un libro en el que me hubiera fijado, pero si me lo cuentas de esta manera, no tengo más remedio que apuntármelo.
Besotes!!!
Me han dado ganas de salir corriendo hacia Gales. Pero primero debería informarme sobre ellos, ¿verdad? Tomo nota. Abrazos.
Pues a mí el toque celta me encanta y por cierto.. ¡¡qué cubierta!! No lo leeré de momento porque estoy hasta las cejas pero desde luego lo tendré en cuenta para más adelante. Besos.
Qué libro tan chulo! No me importaría nada ir a Gales a hacerle una visita a la autora; se ve que es uno de esos libros en los que te metes y te transporta inmediatamente al lugar, muy evocador. Tomo nota! 1beso!
El libro tienta. Todo lo que tenga que ver por esos lares me atrae. Será la vena celta que uno lleva dentro. Besos.
Cartafol: Es un librito delicioso, te hace pasar muy buen rato y muy agradable. Bss
Norah Bennett: Pues sí, es verdad que entran muchas ganas de pasarse un ratito por la casa de Jan y dejar que te invite a un té y a un buen pedazo de bizcocho, la estupenda hospitalidad galesa… Gracias por las comparaciones :-))
Rober: Estuve un verano en Escocia y es increíble, me imagino Gales un poco parecido: por la magia, el paisaje, la simpatía de sus gentes… Pero atención, que este libro no es ficción, eh? Son las reflexiones de la autora sobre su país, su casa y sus manías con los libros de su biblioteca :-))) Bss
albanta: Además se lee en un suspiro porque es corto y se hace corto. Perfecto para intercalar entre lecturas de ficción. Bss
Carax: Lo compré de segunda mano porque creo que la edición está agotada. Es estupendo y se lee en nada, ya me contarás. Bss
Carmen Forján: Como le decía a Rober, estuve un año en Escocia y este retrato de Gales me ha resultado tremendamente familiar, sobre todo por la peculiariedad de sus gentes y de su historia. Se trata de una reflexión de la autora sobre su país, su casa, sus gentes y sus libros. Bss
Marilú: Sí, es verdad, no me pierdo la chimenea… más adelante, claro :-) La autora lo explica tan bien que casi te parece estar ahí con ella mirando su biblioteca y las manías de sus vecinos poetas.
Me gustan los libros de niños, esa mirada distinta que tienen sobre las cosas (si el autor tiene el talento para esa voz), ya te digo que me convenciste :-)) Bss
Mientras Leo: Me temo que tendrás que buscar en libros de segunda mano porque creo que esta edición está agotada. Este merece la pena, creo que te gustará y hará reflexionar sobre algunos aspectos de nuestro propio país, sobre todo de la heterogeneidad de sus culturas (atención al plural). Bss
amparo puig: De vez en cuando viene bien apartarse un poquito de tanta ficción y asomar la naricilla en las bibliotecas (y casas y países) de los demás, ¿verdad? Y más cuando estamos hablando de una escritora tan interesante y divertida como Morris.
Ana Blasfuemia: Pues das en el clavo con eso de que los lectores somos cotillas, sin duda :-) Morris es poco conocida en nuestra lengua, sobre todo tiene libros de poemas y de viajes, pero no sé si alguno está traducido al castellano. En Gales es todo un carácter y una persona muy querida (cuando empiezas a leer esta reflexión sobre su país, sus gentes y sus manías personales con su biblioteca y su casa, entiendes por qué). Bss
Margari: Cuando estés un poquito saturada de ficción y te apetezca acercarte un poco a la historia de Gales y de sus gentes, y sobre todo cuando te apetezca curiosear en una casa maravillosa y una biblioteca excéntrica, este es tu libro. Bss
Marisa C.: A mí me recuerda mucho a Escocia, por su cultura, su mitología, el caracter de sus habitantes… Debe ser una gozada perderse por esos bosques y esos pueblos llenos de duendes y personas como Morris, que te abren la puerta de su casa y te ofrecen un té y un trozo de tarta a cambio de una buena historia. Bss
Marisa G.: Es un librito pequeño, considerado por RBA y National Geographic como libro de viajes. Lo encontré en una librería de viejo, creo que la edición está agotada. No le pierdas la pista :-))) Bss
Tizire: No es de ficción, es más bien como estar hablando un ratito con la autora (encantadora) sobre su país, su casa, sus amigos, sus libros… Y por eso te encanta y casi te lo lees de un tirón. Muy recomendable. Bss
Francisco: ¡Es cierto! jajajaja!! Te salen los ancestros celtas. Cuenta Jan Morris que los galeses suelen ser hospitalarios y te abren las puertas de su casa con gran sinceridad, así que los lectores curiosos estamos allí a nuestras anchas!! Bss
Pues no lo conocía, y aunque no estará entre mis prioridades, me pueden los libros que hablan de bibliotecas ajenas, de cómo se ordenan etc…y con esa ambientación, cualquiera se resiste. Un besote!
Lo leí hace tiempo y me encantó el libro, el estilo, la belleza de su tierra, la calidez que desprende… Una buenísima recomendación.
Ainssss, Monica, has pensado en druidas, magia, duendes, leyendas celtas o lo haces para nombrarme las palabras mágicas que me empujan, jaja Me lo llevo bien apuntado porque lo cierto es que Gales me encantó cuando lo visité, todo menos la comida. Lo siento pero no la disfruté ahora que los galeses se pusieron hasta la botas de tortilla de patata y gazpacho cuando vinieron a mi tierra :)
Me ha encantado ponerte cara en la Feria.
Besotes.
Meg: Pues me acordé de ti cuando escribía la reseña por qué sé que te gustan las lecturas de vivencias biográficas y esta tiene mucho encanto. Morris fue corresponsal de viajes durante muchos años y tiene un montón de anécdotas curiosas que contar. Por no hablar de lo que tú señalas: su biblioteca. Anda que no nos gusta curiosear en biblios ajenas!!! Bss
Jane Jubilada: ¡Ah, que buenas lecturas que haces siempre, Isabel! Aunque no se parecen (distintas escritoras, distintos mundos) me recordó a "Ex-libris" de Anne Fadiman, por el tema de la biblioteca casera y sus desvelos, jajajaja!! Por cierto, lo reseño prontito. Bss
Ángela: yo estuve en Escocia, así que me hago una idea aproximada de lo que me cuentas :-))) Y sí, la comida no era precisamente lo mejor del viaje, aunque sus gentes, su literatura, sus mitos y leyendas… ¡me las llevo todas! Así que te gustará, estoy convencida.
¡No me extraña que triunfara la tortilla y el gazpacho! Con lo buenísimos que están y las cosas tan sosorras que comen por esos lares, jajajaja!!!
A mí también me ha hecho mucha ilusión conocerte, Ángela. Me llevé una alegría tremenda cuando Mayte me dijo que estaba con vosotras, le dije: "¡No las sueltes! ¡Tráelas a todas que necesito conocerlas!" Fue estupendo. Un besote.