David Livingstone nació en Blantyre, Escocia, en 1813 y pasó la mayor parte de su vida adulta en África, donde murió en 1873. Estudió medicina y teología en Glasgow, y en 1840 partió de Londres a África del Sur por primera vez, al servicio de la Sociedad Misionera de Londres. Sus objetivos eran cartografiar territorio desconocido en la época, detallar una flora y una fauna casi ignota, y evangelizar a los nativos. Pero una vez en allí, fascinado por la diversidad del Kalahari, el descubrimiento del lago Ngami, la complejidad de los bechuana o la salvaje belleza del río Zambeze, el doctor Livingstone se entrega por completo a África. Estudioso de las culturas africanas, pionero en las exploraciones del Kalahari y el Zambeze, empeñado en abrir rutas comerciales para beneficio de las tribus e incansable en su lucha contra la esclavitud y el racismo, el increíble explorador recoge en este diario de viaje y descubrimientos una de las mayores aventuras del siglo XIX.»Equívocos de esta especie se oyen con mucha frecuencia. A veces, al decir cualquier viajero, por medio de su intérprete, que es miembro de la familia del jefe de los hombres blancos, le contestan diciéndole: «Sí, habláis como un cacique», frase que quiere decir, luego que la explican, que un cacique puede decir cualquier necedad, sin que nadie se atreva a replicarle.»

Dice Javier Reverte, prologuista de Viajes y exploraciones en el África del Sur, que si David Livingstone hubiese vivido en el siglo XX, sin duda habría sido reconocido con un Premio Nobel; Livingstone era médico, misionero, científico y explorador, pero sobre todo era un apasionado defensor de los derechos humanos, un cruzado contra la esclavitud, en una época en la que lo normal era ser racista. Con las únicas referencias de las estrellas —los mapas africanos de esa época eran apenas un esbozo— y la ocasional guía de los bechuana, el doctor escocés cruza el desierto del Kalahari, se convierte en el primer hombre blanco en llegar a la orilla del lago Ngami, explora el río Zambeze y bautiza sus cataratas con el nombre de su reina. Defiende que ciencia y religión pueden ir de la mano, que no son incompatibles, aprende lengua, cultura, costumbres y leyes de sus anfitriones bechuana, denuncia a Londres el tráfico de esclavos, sabotea siempre que puede las maquinaciones de los boers, ejerce la medicina sin entrometerse con las creencias locales, cartografía mapas, indexa plantas y animales salvajes, es mordido por un león,…
Viajes y exploraciones en el África del Sur es la compilación de las primeras expediciones del doctor Livingstone (1840-1852 y 1852-1856) escritas de su puño y letra. No solo se trata de una narración extraordinaria por la crónica que el explorador hace de África a mediados del siglo XIX, o un fabuloso compendio de su naturaleza, su geografía y su cultura, sino que además constituye un fascinante libro de aventuras. Livingstone es un personaje de leyenda que acometió una de la grandes últimas aventuras de descubrimiento europeo sobre tierra ignota; y lo hizo con una mirada científica y humanista extraordinarias para su época. Aunque el cuerpo del doctor David Livingstone descanse en Westminster Abbey, última morada de los grandes héroes británicos, su corazón sigue enterrado en Zambia, a orillas del lago Bangwellu.
Lector, ya no existen vidas así.
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Viajes y exploraciones en el África del Sur