En la pequeña aldea rural de Folly Down ninguna muchacha está a salvo de las malas intenciones de Martin y John Mumby. La señora Vosper les facilita la cacería y todos echan la culpa de las desgracias de las señoritas al viejo señor Grunter. Pero Bunce, el tabernero, cree que la culpa de todo la tiene Dios. Su hija, Jenny Bunce, ha escapado de las garras de los Mumby bajo el viejo roble y es el objeto de ardoroso amor del bueno de Luke Bird. El vicario de Folly Down cree que Dios no existe desde que su bella y traviesa esposa murió dejándole solo con su extraña hija, Tamar, quien espera, lejos de las atenciones de los Mumby, a que llegue su ángel para casarse con él. Y si todo no fuese lo suficientemente extraño en Folly Down, acaba de llegar al pueblo la camioneta del señor Weston y su ayudante, Michael, un tratante de vinos que vienen para ofrecer su mercancía a pecadores e inocentes. Weston, que conoce a fondo cada alma de la aldea, entra en la Taberna del Ángel, se para el reloj y empieza la Eternidad… aunque nadie parece haberse dado cuenta.
«-Según el viejo Grunter -observó el señor Vosper tranquilamente-, y lo que mi mujer dice -el señor Vosper se puso de pie para que pudieran escucharlo mejor-, si una muchacha tiene miedo de hacerlo mientras es joven, le llegarán los días de invierno, en los que el lecho del roble estará húmedo y lleno de gusanos ¿Y creéis que se va a tumbar en él y que va a cantar y bailar? Si lo hace solo molestará a la gente con sus tontas manías de vieja.
-¿Pero a quién hay que culpar? -preguntó el hacendado Mumby (…)- ¿A quién hay que culpar por sus acciones?
-En Folly Down -dijo el señor Kiddle- culpamos a Grunter.
-En la Taberna del Ángel -gritó colérico el tabernero Bunce- culpamos a Dios.»

Theodore Francis Powys (1875-1953) fue uno de los escritores fantásticos más destacados de la primera mitad del siglo XX, siendo los principales temas de sus novelas lo sobrenatural (en este caso, una alegoría cristiana y pura magia) y la contraposición de la inocencia versus la crueldad. En El buen vino del señor Weston las fuerzas del mal y del bien se encarnan en los curiosos personajes de una aldea tan tocada por la lujuria que, como bien decía mi querida Aranzazu, bien podría haberse llamado Folly Lust en lugar de Folly Down.
La historia arranca con un ritmo reposado y Powys se toma su tiempo y sus anécdotas (divertidas a veces, escalofriantes, otras) para describir con cuidado a cada uno de los excéntricos habitantes de Folly Down y las relaciones entre ellos. Un pueblo en donde el deporte nacional es voltear señoritas sobre el lecho de musgo bajo el roble, en donde se evangeliza a los animales y en el que el reverendo no cree en la existencia de Dios, es un pueblo algo rarito, me concederá el lector. Pero si además la hija del reverendo espera a un ángel para casarse, el tabernero culpa a Dios de todo, el señor Meek está empeñado en robar las llamas de la chimenea y la señora Bunce solo sabe de escabechar cebollas, la cosa mejora por momentos.
Y es que la historia que narra Powys tiene mucho de alegoría, un tanto de fantástica y algo más de excentricidad inglesa algo exagerada (¿Que no existen pueblecitos ingleses parecidos? Eso está por ver), una receta que, además de su buen suspense y su mejor literatura, resulta entretenida, original y sumamente divertida. Y aunque la presentación de los personajes ocupa al autor algo más de la mitad del libro (¡es que los personajes son la historia!) y el ritmo narrativo no se acelere (apoteósicamente) hasta que se para el reloj de la Taberna del Ángel y el señor Weston irrumpe entre sus contertulios para vender su excelente vino, el lector disfrutará de principio a fin con la malicia, la lujuria, la estupidez y la inocencia de Folly Down así como con el misterioso señor Weston, su vino y su ayudante Michael.
Abro un paréntesis para una reflexión de reseñista caprichosa.
Me ha gustado eso de que el ritmo narrativo se acelere precisamente cuando se para el tiempo dentro de la novela.
Cierro el paréntesis. Disculpe el lector este otoño voluble de la que escribe.
La prosa de T.F. Powys, brillante y sumamente limpia, tiene una elegancia sostenida que hipnotiza por su cadencia y su ritmo. Con una sintaxis compleja y un hermoso eco ancestral (algunas expresiones recuerdan a J.R.R. Tolkien en la recreación de un inglés legendario), el autor deleita por su extravagante y personalísimo estilo. Los diálogos, llenos de ingenio y de sutilidad, son una verdadera maravilla; y mucha atención a las conversaciones en La Taberna del Ángel porque el lector jamás habrá leído nada igual.
Lector, para los amantes de las joyas más raras e inesperadas.
Nota: Gaizka Ramón, el excelente traductor de esta estupenda edición de Ediciones Alfabia (Barcelona, febrero 2015) dice sobre los rasgos formales de la escritura de T. F. Powys: «una puntuación heterodoxa y profusa en comas, una sintaxis dada a frases enrevesadas y con numerosas cláusulas, una tendencia al inglés arcaico, un gusto por la repetición y una fuerte apuesta por retratar el inglés dialectal«. Es decir, que debe haber sido una pesadilla traducir esta novela, ¿no? En todo caso, una labor de traducción estupenda, Gaizka, enhorabuena.
Las (acertadamente) misteriosas y bonitas ilustraciones de la portada y la contraportada de esta edición son de Natalia Zaratiegui
He tenido la suerte de poder compartir esta lectura a tiempo real con biblio_Zazou, bloguera, lectora, cuentista y amiga.
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Pero, ¿cómo haces para mostrar siempre libros tan curiosos y especiales? Aquí siempre encuentro delicatessen que no se ven en otros sitios! Tomo nota de la recomendación, me ha gustado mucho lo que nos has contado de esta rara avis… 1beso!
No conocía ni autor ni título ni sello editorial. Pero no me importaría hacerme con ella. Me encantan estas rarezas-
No estoy segura de que sea una lectura para mí, pero el título, el argumento y esa alegoría en lo fantástico y sobrenatural ha despertado mi curiosidad lectora. Además, esa relación con "Pero…¿quién mató a Harry?" suma puntos. Un besote. Te perdono el otoño :-P
Qué catálogo más bonito tiene también Alfabia, ¿verdad?, pero con ellos aún no me he estrenado, lo tengo pendiente. Por cierto, se te perdona el paréntesis, claro que sí, mujer, jejeje.
bsos!
Siempre nos traes nuevos libros y muy interesantes, besotes
¡Esto me lo llevo! Sin duda, me gusta mucho lo del pueblo raro y espero no cansarme con la descripción inicial. Me ha recordado al topo de novela de Siempre hemos vivido en el castillo.
Besos
Hola ¿qué tal? Soy nueva en tu blog, y me he sumado a tus seguidores. Me gusta mucho cómo nos haces las reseñas, así que me alegro de haberte descubierto.
Echando un vistazo a tu blog, he descubierto libros muy interesantes que no conocía. Me alegro encontrar un blog que reseña más allá de libros puramente juveniles. A mí personalmente me gusta leer de todo, también juvenil, pero a veces cuesta más encontrar opiniones de otros géneros.
Me haría mucha ilusión encontrarte por mi blog, te espero.
Eva.
Ummmm ¡Qué buena pinta tiene!!! Parece muy especial y una joyita. Apuntado queda…estupenda reseña. Muchas gracias. Un abrazo
Ummmm ¡Qué buena pinta tiene!!! Parece muy especial y una joyita. Apuntado queda…estupenda reseña. Muchas gracias. Un abrazo
Ay que tesorito nos traes hoy, no había oído hablar nada de este titulo, así que me lo llevo
Besos
Me gustó el paréntesis.
Esta cae seguro.
Un beso.
Siempre me sacas joyitas que desconozco y que son tan pero tan tentadoras. Si me cruzo con este libro, no voy a dejarlo escapar.
Besotes!!!
Tizire: Gracias, Tizire. Me encanta que en mi blog encontréis cosas diferentes, siempre procuro no reseñar los libros de moda (aunque también los leo, que no soy de piedra) y buscar algo un poco más curioso y distinto. Este es rarito-rarito pero muy bueno :-)
albanta: Sí, sí, es muy peculiar. Luego, leyendo la biografía de Powys entendí que toda su obra es así, muy inesperada para lo que era la literatura de su época. Pero creo que os gustará, si sois lectores curiosos :-)
Meg: Bueno, el de Harry es más humor inglés en estado puro, del que nos gusta. Y este es… excéntrico y muy curioso, pero también es divertido y, aunque le pese al autor, muy británico. Ambas novelas tienen en común una visión distinta de la "apacible" campiña inglesa. Un placer compartir con vosotros mi otoño :-))) Bss
rossy: Pues fíjate que como asocio ambas editoriales a los libros british excéntricos que me gustan, a veces confundo el catálogo de Alfabia con el de Ardicia, jijijiji ¿Ves como tengo un otoño de lo más despistado? Besotes
susana: Gracias, guapa. Es como le comentaba a Tizire, que siempre intento traer cosas distintas, porque los lectores somos muy distintos entre nosotros y siempre gusta sorprender con cosas que se salen de lo habitual. Bss
Norah Bennett: Anda, no me he leído "siempre hemos vivido en el castillo" pero leí tu reseña y la de Barbusse, y me picó mucho la curiosidad (aunque no acabáis de coincidir, por suerte). No puedo decirte si se parecen, pero esta novela es excéntrica, divertida y satírica-onírica… No sé, una cosa muy rara que me encantó, jajajaja! Bss
Eva: ¡Bienvenida! Me alegro que encuentres libros diferentes y curiosos por aquí, en mi casa literaria. Por supuesto, me paso por tu blog. Me gustan las novelas juveniles, hace poco quedé impresionada por "Seraphina", ¡que buena! Saludos.
El baúl de los libros asombrosos: Gracias a vosotros por pasaros por aquí y comentar, es un placer compartir lecturas sobre todo cuando son tan originales y distintas como esta que os traigo hoy. Bss
Carax: Tenemos que mirar con más cariño en catálogo de Alfabia editorial porque trae unas joyitas peculiares de esas que te mantienen pegada a sus páginas. Me encantan las lecturas tan originales como esta. Bss
Jane Jubilada: Esta se sale un poquito de nuestro "Tea & sympathy" pero sigue siendo muy british y muy de "desmontando la felicidad de la campiña inglesa". Creo que te encantará la alegoría sobrenatural Dios-ángeles-demonios. A disfrutarla!! Bss
Margari: Sí, es lo que comentaba un poco más arriba, que para nuestra suerte tenemos más editoriales que nunca que rescatan en castellano títulos muy originales e injustamente olvidados: Alfabia, Ardicia, Impedimenta, dÉpoca, Alba (rara avis), etc. ¡A disfrutar! Besotes.
Ah, ahora entiendo tu error en el comentario que me dejaste, jeje. Pinta la mar de bien, como imagino que ya sabías que diría. Me gusta, me gusta!
Besines,
Carmen: Ay, sí, confundí Alfabia con Ardicia ¡Pero las dos son estupendas! (te he comentado en la entrada de tu blog :-)) Besos.
Hija, ¿¿de dónde me sacas estos libros?? Jejeje… Ni idea de la editorial, con eso te lo digo todo. El libro es una rara avis de lo más apetecible y no te disculpes por tus manías otoñales,… Este tiempo es así jeje. Besos.
Me gustan las joyas (literarias, no de las otras), y si son raras ya ni te cuento. Y si, de postre, añades que el estilo del autor es extravagante… me lo llevo bien envuelto, gracias.
Un abrazo
Se ve una novela diferente, ya lo creo. No me importaría leerla. ¿O no la ves para mi? Besos.