Durante el año 1959, Florence Green tuvo problemas para dormir. Viuda y en la cincuentena, la valiente insomne cree que le ha llegado el momento de hacer algo con su vida y decide abrir una librería. El problema es que en el diminuto pueblo de Hardborough, donde no hay tintorería, ni cine, ni fish and chips, los cambios nunca son bienvenidos. Armada de coraje y decisión, Florence compra Old House, una viejísima casa del pueblo, y pone en marcha su negocio con ayuda de pocos y la oposición de muchos. Violet Gamart, bien relacionada y odiosamente pretenciosa, tenía otros planes para Old House y decide dedicarse a hacerle la vida imposible a la nueva librería a tiempo completo. Florence no sólo debe aprender a llevar el negocio, organizar un servicio de biblioteca, convencer a los proveedores editoriales de que atraviesen kilómetros de páramos y pantanos para traerle material, y defenderse de las iniciativas de Violet y su camarilla, sino que además tendrá que compartir Old House con un antipático y ruidoso poltergeist.

La librería es una deliciosa novela sobre una aventura literaria en un pueblo en donde hasta los fantasmas son recalcitrantes. Sus encantos son muchísimos: personajes excéntricos, paisajes pintorescos, entomología librera, casas con espíritus, niñas extraordinarias, viejos beligerantes, diálogos disparatados, raudales de flema británica… La prosa de Penelope Fitzgerald es tan precisa, sólida, divertida e inteligente que la historia no tiene más remedio que ganarse al lector desde el principio. Florence, la protagonista, es un personaje fuerte y simpático que lucha contra viento y marea (a veces, literalmente) para hacer realidad la ilusión de poner la literatura al alcance de todos, en un pueblo que cada cuarenta años pierde con regularidad un medio de conexión con el resto del mundo. Lejos de llorar por sus dificultades y fracasos, Florence demuestra una voluntad inquebrantable y un espíritu de lucha conmovedores porque, como bien dice el señor Brundish, nunca hay que aceptar un trato. En conjunto es una novela divertida y perspicaz, con una historia original (impregnada del encanto innegable, y el olor a papel y a madera, que se desprende de una pequeña librería) y una narración a la altura de la mejor literatura. Un libro que enamora desde su título hasta el último y delicado gesto de su protagonista, sin duda.
Lector, aquí tienes un libro entrañable por muchos motivos. Desearás poder sentarte al lado de la chimenea, con la mantita, la taza de té y, ¿por qué no?, una buena pipa, para disfrutar de su encanto british y su melancólica bibliofilia.
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La librería
Me has dejado con unas ganas tremendas de ser la protagonista de esa escena de lectura aunque sin la pipa :) el libro tiene muy buena pinta, ya lo tenía en mi lista de pendientes
un beso!
Ay no, pipa no ¡qué aggggco! :)
Pues mira, a mí este libro me llamó cuando salió por el título (jeje) y por la portada, pero luego leí reseñas que ponían que tampoco era para tanto y tal y lo descarté.
Y así sigo…. de momento lo dejo sin apuntar, por si acaso.
Tatty, a mí me ha encantado incluso sin pipa ;-) Sobretodo me ha gustado por la protagonista que es fuerte, decidida, inteligente. A veces para conectar bien con la historia necesitas que la prota "te llegue" porque si no tienes muchas posibilidades de que no te acabe de enganchar el libro.
Isi, pero si el olor de tabaco de pipa es muy chuloooo!! Me hace pensar en los despachos de madera de Oxford, en J.R.R. Tolkien, en todo el encanto inglés… A mí me gustó mucho el libro y en las críticas comparan a la autora con Jane Austen. Sí es cierto que tiene cierto encanto Austen, sobretodo en el retrato de la sociedad del pueblo, pero sin la parte romántica.
Tenía ya apuntada esta novela por alguna otra reseña, pero me había olvidado de ella. Gracias por recordármela, creo que caerá pronto, que últimamente leo demasiada novela negra y hay que variar. Un beso
Pilar, te ayudará a relajarte porque no hay asesinos ni detectives ;-) Creo que es una lectura muy agradable y entretenida, con mucho encanto. Ya nos comentarás…
Desde hace tiempo me había llamado la atención este libro, por el título y la temática, pero se va quedando atrás en la lista de pendientes porque no había leído buenas críticas. Ahora tras leer la tuya subirá puestos.
Un abrazo
Blanca, lo cierto es que no es una obra maestra de la literatura pero sí te aseguro que es una lectura muy agradable, original, entretenida y divertida, de una buena escritora. Bueno, claro, es mi opinión ;-)
Besos.
Este libro sí que lo conozco y lo tengo además en mi lista de pendientes; ya he visto alguna reseña por ahí y me llama la atención. La portada es preciosa, por cierto.
bsos!
Rosalía, sí que es verdad que la portada invita a abrir el libro, sí. Me parece tan cálida como su lectura y eso que está ambientada en un desapacible pueblecito inglés donde siempre hace mal tiempo. Un libro muy curioso que se lee en un suspiro. Besos!!
Yo también he leído reseñas contradictorias que me han hecho dudar.
En fin, que aquí me quedo sumida en un mar de dudas y de portadas bonitas.
Loquemeahorro, te comento lo mismo que le decía a Blanca: es una lectura agradable. No busques nada inolvidable pero ya te digo que mala no es. Está muy bien escrita y los personajes te pintarán una sonrisa en los labios porque son muy suyos. Y sí, recuerda mucho la prosa de Jane Austen, pero sin el tema amoroso y con cierta ligereza que la hace muy amena.