
Lo más curioso de Los ojos amarillos de los cocodrilos es que sin ser una gran novela mantiene al lector fiel a sus páginas. No presume de grandes personajes, ni de una suculenta trama, ni siquiera de una literatura extraordinaria, pero Katherine Pancol sabe medir tan bien el tempo de su narración, la dosificación de misterio y suspense, la sensación agradable de positividad, que atrapa en su lectura pese a la ausencia de brillantez. Con una prosa sencilla y directa, muy entretenida, y unos diálogos ágiles y efectivos, aunque casi nunca impactantes, Pancol explica la historia de una mujer que, pese a sus carencias afectivas y al maltrato que ha recibido de casi todos sus seres queridos, decide ser feliz. Quizás ese sea el mayor atractivo de esta historia, la exaltación de lo cotidiano, de una protagonista gris y cotidiana. Quizás, ése sea el mensaje que mantiene al lector pegado a este libro con una sensación de bienestar y la promesa de un final feliz y positivo: no es necesario ser un personaje de leyenda ni realizar grandes épicas para convertirse en verdaderos héroes. Porque, sin duda, Joséphine es una heroína capaz de las cosas más difíciles y valientes: cambiar su vida a fuerza de voluntad.
Lector, aquí tienes una historia agradable que te tratará bien siempre que no le exijas demasiado.
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Está en mi lista de pendientes, he visto alguna crítica que no lo ponía muy bien pero a mí me llama mucho y tu reseña es más positiva, a ver si lo leo pronto
un beso!
Lo mejor del libro es que trasmite muy buen rollo. Pero no te esperes una gran novela, porque te defraudará. Eso sí, es muy agradable de leer. Yo también he visto malas críticas pero me llamó la atención y tampoco me ha parecido tan malo. A ver, no es un premio Nobel, pero tiene su gracia.
Es exactamente lo q describes… la narrativa te mantiene atrapada y quieres saber q es lo q pasa con Josephine… Y hasta con Florine . Bastante entretenido
Es verdad, sí que tienes ganas de seguir leyendo para ver en qué termina todo, ¿verdad? Además me parece muy simpática y curiosa la historia de Shirley. Creo que me animaré a seguir leyendo a esta autora, es muy relajante.