El hechicero autor de La sombra del viento, El principe de la niebla o Luces de septiembre, entre otras estupendas novelas, nos regala en Marina una gótica y romántica novela de misterio y aventura, en la que la Barcelona de finales de los años 70 y su arquitectura se convierten en uno de los personajes más fascinantes del libro. Seguir el ritmo que Carlos Ruiz Zafón imprime a sus historias es siempre un ejercicio casi hipnótico que sabe entreabrir la puerta de una invitación a lo desconocido, a lo fantástico. Marina se lee con fruición, casi conteniendo la respiración a la vuelta de cada página, y con el recuerdo polvoriento de la decadencia modernista flotando en las inquietantes sombras que tan bien sabe distribuir el autor. Una historia llena de emociones y de suspense, que evoca, casi sin querer, una atmosfera apasionadamente trágica, al estilo de Mary Shelley o incluso Lord Byron, que arrastra a los protagonistas con el peso eterno de un amor atemporal y único. Y es que el señor Zafón es, sobre todas las cosas, un extraordinario tejedor de historias, prestigitador de las palabras.
Lector, atrévete a traspasar el umbral de los palacios olvidados de una ciudad triste, recoge la rosa sobre la tumba, escucha atentamente las palabras de Kafka y comprende que «sólo recordamos lo que nunca sucedió».