Anna Tellwright vive con su padre y su hermana Agnes en las Cinco Villas, un lugar de Staffordshire tradicionalmente dedicado a la fabricación de vajillas y otras cerámicas. Dominadas por la avaricia y la tacañería del padre, un inversor acaudalado, las dos hermanas Tellwrigth llevan una vida de lo más sencilla pese a ser la familia más rica del condado, contando hasta el último penique en el mercado, comiendo con frugalidad y remendando vestidos viejísimos cosidos por ellas mismas. Sin embargo, todo empieza a cambiar cuando Anna descubre que Henry Mynors, uno de los pilares de la comunidad y director de una próspera fábrica de cerámica, está enamorado de ella. La chica acaba de cumplir la mayoría de edad y ha entrado en posesión de la fortuna que le legó su abuelo materno, lo que por primera vez la enfrenta a su padre, quien hará gala de toda su inquina y mezquindad ahora que Anna empieza a tomar sus primeras decisiones vitales.
«Era como si nunca hubiese sido verdaderamente infeliz, como si no existiera la verdadera infelicidad en la tierra. Sintió que la monotonía, la austeridad y la melancolía de su existencia habían sido dulces y hermosas a su modo, y recordó, sumida en una suerte de embeleso, las horas pasadas junto a su querida Agnes, cuando su padre era ecuánime y pacífico. No había nada malo o mezquino en este mundo, la belleza estaba en todas las partes, en todas las cosas.«
dÉpoca Editorial
Colección: Delicatessen
ISBN: 978-84-121291-2-0
294 páginas
Traducción: Susanna González y Eva Mª G. Pardo
Fecha de publicación: mayo 2022
Arnold Bennett (1867-1931) fue un aclamado autor británico y célebre novelista eduardiano perteneciente a la corriente del realismo de su época. Partidario de que la literatura debía ser accesible a toda clase de lectores y contrario al elitismo de los círculos literarios, sufrió el salvaje acoso de Virginia Woolf y sus acólitos de Bloomsbury, que desprestigiaron la importancia de su obra y eclipsaron, tras la muerte de Bennett, su memoria. Por fortuna, tanto el autor como su legado literario han sido rescatados a lo largo de las últimas décadas y devueltos a la consideración que justamente merecen. Anna de las Cinco Villas (1902) fue su segunda novela, con la que el autor obtuvo un notable éxito, y está ambientada en The Potteries, una zona ficticia inspirada en el distrito industrial de Staffordshire en donde Arnold Bennett nació y pasó su infancia. Tal y como nos cuenta Mar Ayán en su magnífica introducción de esta edición de dÉpoca Editorial, Arnold Bennett es uno de los mejores cronistas eduardianos —en esas décadas de transición entre el fin de la época victoriana y el siglo XX— y, aunque perteneció al realismo, su sentido del humor y su amable enfoque lo salvó de resultar estremecedor como otros escritores de dicha corriente. Amigo de la tecnología y el progreso, partidario de los personajes femeninos poco corrientes, en Anna de las Cinco Villas y en el resto de sus relatos y novelas ambientados en The Potteries, Bennett nos ofrece una magnífica crónica del paso del tiempo en las Cinco Villas y de sus gentes.
De Arnold Bennett solo había leído Enterrado en vida y algunos relatos humorísticos de antologías eduardianas, por lo que me sorprendió el cambio de registro; Anna de las Cinco Villas no es sarcástica ni humorística y hace gala de una prosa clara, accesible, luminosa y sin artificios, pese a su elegancia, que gana al lector desde el primer capítulo. Los personajes son extraordinarios, también los secundarios, y, junto con la magnífica ambientación en ese Staffordshire industrial de fábricas de cerámica y escuelas wesleyanas, demuestran la maestría del escritor y nos embarcan, sin ningún esfuerzo, en la historia de Anna, de cómo entra en la vida adulta, toma conciencia de sí misma y de la sociedad que la rodea y se pregunta si tendrá la valentía suficiente como para salvarse. En este sentido, me ha resultado magistral la relación entre Anna y su padre, ese tira y afloja silencioso y colérico, de una tensión tremenda, que termina por sorprender al lector (casi aplaudo en los últimos capítulos). Como comentaba en el párrafo anterior, Bennett apuesta por una protagonista femenina fuerte y poco corriente, con crisis de fe y una voluntad férrea capaz de nadar a contracorriente pese a saber que no encaja (atención a la familia Sutton y el hecho de que Anna tiene más dinero que todos ellos), y enseña el interior de las modernas fábricas de cerámica y su funcionamiento (tecnología y progreso).
No os cuento más sobre este clásico de Arnold Bennett, solo que os lo recomiendo muchísimo. Si no conocéis al autor, es un título excelente para empezar a leerlo y, si lo conocéis, estoy segura de que os encantará. A sus pies, Mr. Bennett.
También te gustará: Enterrado en vida
Me encanta que traigas libros que ya he leído,jeje. Así no aumenta la lista y además comparamos opiniones. A mí que se frkara de lado su lado humorístico me vino bien, ya sabes. Me lo pasé muy bien con esta lectura que me resultó más profunda de lo que esperaba. Lo que me dio mucha pena fue el final, ese personaje no tenía que haber muerto y se tenían que haber ido juntos. También me gustó mucho la relación con el padre, se cortaba la tensión como un cuchillo. También el cacao mental que tenía la pobre Ana, intentando rebelarse pero como con cautela. Me dio pena que se terminara. Le prólogo de Mar, impecable.
Besos
Me acuerdo que leí tu reseña asintiendo con la cabecita, super feliz de coincidir contigo en el club Bennett, sí señora (bueno, excepto en lo del humor inglés, que ya sabes que soy muy fan de «Enterrado en vida», jajajaja). Madre mía la relación de Anna con su padre, tremenda la tensión, tienes toda la razón. A mí me explotaba la cabeza cuando Anna se relacionaba con los Sutton, que llevaban una vida acorde con sus ingresos, y la comparaba con ella (que era mucho más rica): vestidos raídos, comidas deficientes, muebles que se caían a trozos, ni un viaje, etc. En cuanto a lo que comentas del final, a mí me pareció que se ajustaba bien al carácter de Anna, pero no te pongas triste, seguro que le fue mejor así y no haciendo de madre durante el resto de su vida de quien ya sabes. Besotes.
Hola, Mónica. También yo he estado leyendo estos días la historia de Anna y la verdad es que me ha encantado. Comparto lo que dices sobre los capítulos finales, jeje, y esa prosa luminosa y sin artificios que comentas. No conocía a Bennett hasta ahora y voy a tratar de encontrar algo más. Estupenda tu reseña.
Pues ahora que lo dices, me parece una novela perfecta para empezar a leer a Bennett, no solo porque fue su segunda novela y podemos disfrutar de su evolución a partir de aquí, sino porque es sencillamente deslumbrante y nos quedamos con ganas de leer más del autor. Muchas gracias por tus palabras, un abrazo grande.
Lo leí hace unos meses y me pareció, efectivamente, fantástico. No conocía al autor y me sorprendió mucho y para bien. Un hombre muy progresista para su época, sobre todo en su visión de la mujer y su papel en la sociedad. Y la introducción de Mar, inmejorable.
Un beso.
La primera vez que leí a Arnold Bennett fue «Enterrado en vida», que al ser una novela de madurez no tiene nada que ver con Anna, por su sarcasmo, su sentido del humor, su socarronería y su estilo más trabajado. Por eso me sorprendió mucho esta novela de sus primeros años literarios y me encantó doblemente. Sí que estaba muy a favor del progreso y de la tecnología y tenía predilección por personajes femeninos poco habituales en la literatura de su época. Como bien dices, Mar lo explica muchísimo mejor, su intro es estupenda. Besos.
¡Hola Mónica!
Descubrí este libro hace unos meses y cuando vi el título pensé que era otra novela de Ana de las Tejas Verdes (adoro la saga de la niña pelirroja) y cuando me di cuenta que no tenía nada que ver, fijate tu que me desilusiono y no le preste más atención ja, ja, pero el caso es que leyendo tu reseña me has despertado la curiosidad por lo de la heroina fuerte y la atmósfera de una ciudad en transformación con las fábricas de cerámica.
¡Así que, otro título para la pila de libros!
Muchas gracias :)
¡Jajajaja! A mí me pasa algo parecido y es que siempre me equivoco al decir el título y suelo decir «Anna de las Tejas Verdes», la culpa es de Lucy Maud Montgomery, que nos enamoró con su Anne y no podemos quitárnosla de la cabeza. Bueno, verás que la Anna de Arnold Bennett no tiene nada que ver, es otro registro, pero me da que la vas a disfrutar muchísimo y te animas a darle una oportunidad. Y me contarás. Besos.
Hola Mónica, de Bennett leí también Enterrado en vida, que me sorprendió muchísimo, iba con una idea concreta que no resultó pero aún así no me defraudó. Este lo cogí en la FLM y fui a la presentación que hizo Mar Ayán, donde pude desvirtualizarla, y lo leeré en breve para el reto de las Inquilinas… Tengo curiosidad por ver ese cambio de registro que dices… ya te contaré.
un besazo
Hola Mónica, de Bennett leí también Enterrado en vida, que me sorprendió muchísimo, iba con una idea concreta que no resultó pero aún así no me defraudó. Este lo cogí en la FLM y fui a la presentación que hizo Mar Ayán, donde pude desvirtualizarla, y lo leeré en breve para el reto de las Inquilinas… Tengo curiosidad por ver ese cambio de registro que dices… ya te contaré.
un besazo
Buenas tarde, Mónica:
Primeramente, discúlpame por no haber pasado antes por aquí a comentar. Lo cierto es que me ha costado muchísimo incorporarme a la normalidad del trabajo. Pese a ello, no tengo disculpa alguna, leyendo tus amables palabras. ¡Gracias de corazón!
En cuanto a tu reseña, creo que has entrado en conexión absoluta con Bennett. Tu lectura de Anna de las Cinco Villas lo deja clarísimo. En mi opinión, es más fácil sintonizar con sus novelas de corte satírico, sin embargo las realistas están dirigidas especialmente a un público más sensible y empático, capaz de de ver belleza en cada humilde detalle. Su heroína, la maravillosa y humana Anna, es un personaje inmortal, y espero que todas las reseñas que se han escrito sobre ella en nuestro idioma ayuden a que permanezca siempre entre los lectores.
Podría seguir comentando detalles sobre Arnold Bennett, su narrativa y sus títulos, pero no quiero aburrirte. Sólo quería darte las gracias por la bonita y estupenda reseña que has escrito.
Un abrazo, querida Mónica y feliz rentrèe!!
Mar