A principios del siglo XIX, durante un invierno especialmente frío en la ciudad de Londres, un misterioso aristócrata llamado Lord Ruthven causa sensación entre damas y caballeros de toda condición. Atractivo, pálido y cruel, se regocija en todos los vicios y placeres arrastrando tras de sí a innumerables admiradores de ambos sexos. El joven y adinerado Aubrey, romántico y virtuoso, fascinado por el magnético Lord le propone acompañarle en un viaje por el continente. Pero a medida que su amistad va ganando intimidad, Aubrey se da cuenta de que todos los que tienen contacto con Ruthven acaban muertos, arruinados, enfermos o en la cárcel, y que el aristócrata corrompe a su paso todo cuanto de bello y virtuoso existe.
«Parecía que solo atraían su atención las risas de los demás, como si pudiera acallarlas a voluntad y asustar a todos aquellos seres para los cuales reinaban la alegría y la despreocupación. Los que experimentaban esta sensación de temor no podía explicar cuál era su causa. Muchos la atribuían a esa mirada gris y fija, capaz de penetrar hasta lo más hondo de una conciencia, hasta lo más profundo de un corazón.«

En el año sin verano de 1816, Lord Byron, Percy Shelley, Mary Godwin (futura Shelley), Claire Clairmont y John William Polidori se fugaron de Londres para pasar un tiempo en Villa Diodati, a orillas del lago Leman, Suiza. Por aquel entonces, Byron ya era toda una celebridad, tanto, que John Murray, su editor, pagó un sueldo al joven Polidori para que escribiese un diario íntimo sobre esos días junto al escandaloso poeta inglés. Gracias a los fragmentos de ese diario sabemos que fue precisamente Byron quien propuso a sus amigos escribir relatos de terror para entretener las largas noches suizas. Así fue como nació Frankenstein, la historia más terrorífica jamás contada, de la pluma de una jovencísima Mary Shelley, de diecisiete años. Pero aquella noche nació otro mito: John William Polidori escribió El vampiro, arquetipo del vampiro moderno (atractivo, magnético, sensual) que retomaría en 1897 el Drácula de Bram Stoker.
Polidori, hijo de familia rica y hermano de quien sería la madre de Dante Gabriel Rossetti y Christina Rossetti, estudió medicina en Edimburgo y se especializó en sonambulismo y mesmerismo. Publicó El vampiro en 1819, en la revista New Monthly, bajo el nombre Lord Byron quien negó ser el autor de la historia hasta que Polidori reconoció su autoría. Pero la influencia de Byron en su protagonista es indudable: seductor, atractivo, aristocrático, sensual, egoísta, cruel… Polidori se suicidó en 1821, a los 21 años de edad, probablemente bebiendo cicuta, sin sospechar siquiera el alcance que tendría su personaje en el futuro de la literatura y el cine de terror pues, como bien señala Mariana Enríquez en el prólogo de mi edición, «sin El vampiro probablemente Bram Stoker no hubiera escrito Drácula, y hoy no estarían presentes en nuestras vidas ni Bela Lugosi, ni Lestat y Louis de Entrevista con el vampiro; ni siquiera Buffy, la cazavampiros».
Lector, conoce el origen del mito.
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Pues no sé por qué, pero no es de esos clásicos que nunca haya buscado. Pero veo que voy a tener qeu empezar a hacerlo.
Besotes!!!
Es muy cortito, te lo lees en una horita, y está genial para conocer el origen del vampiro literario contemporáneo ;-) Besos.
He leído «Frankenstein o el moderno Prometeo»que me ha parecido una obra sublime. También he visto la película «Remando al viento» de Gonzalo Suárez que narra aquellos días de Villa Diodati en el año sin verano de 1816, pero no he leído «El vampiro». Tal vez porque las historias de vampiros, con Drácula a la cabeza, nunca me han atraído especialmente. Sé que debería ponerle remedio. Con que sea la mitad de bueno que el Frankenstein, ya es muy bueno.
Un beso.
Es una obrita muy corta que por desgracia ha quedado eclipsada por el renombre del resto de poetas de Villa Diodati y, sobre todo, por el «Drácula» de Stoker casi un siglo después. Es de justicia reconocer a Polidori que sin él no existiría el vampiro literario contemporáneo, pero si lo que te apetece es volverte a encontrar con la pandilla de Villa Diodati, tu libro es, sin duda, «El año del verano que nunca llegó» de William Ospina. Besos.
Ya había oído que Polidori había escrito la primera obra relacionada con vampiros. A mí los vampiros no suelen gustarme, salvo algunos pocos como los de Alive Lovale autora de El invierno más oscuro ¿te suena de algo? :)
Pero como esta novela es una pionera y me puede servir para el año que viene para el reto de MH me la apunto…
Un besazo
¡Jajajajaja! Me suena, me suena… Pues fíjate que tu amiga Alice Lovelace también retoma ese origen del vampiro seductor y atractivo ;-) Verás que la novela de Polidori es muy cortita y muy curiosa, en una horita te la ventilas. Besos.
Pues precisamente lo leí poco después de haber leído Drácula porque quería saber más del origen del vampiro y me gustó mucho. Además de la figura del vampiro elegante y seductor, la ambientación tan oscura también me gustó.
Claro, porque es una obra romántica (de los románticos de Villa Diodati, tú ya me entiendes) y la oscuridad, lo inquietante, lo monstruoso, estaba ahí, flotando en el ambiente del verano más tenebroso. Creo que es una obra imprescindible para entender el origen del vampiro literario al que estamos acostumbrados. Besos.
¿Pero vale la pena? En Goodreads no acaban de darle muy buena puntuación. A priori me atrae, pero leo que la historia que hay tras la novela es más atractiva que la trama en sí… Bueno, le echaré un vistazo si se me cruza. :)
Buen fin de semana.
Te gustará, Rosa. Es muy cortita, apenas una hora de lectura, pero es el origen del mito del vampiro contemporáneo (seductor, atractivo, magnético…) y la fuente de inspiración de «Drácula». Si te gustan los románticos de principios del XIX, te gustará. Besos.
Leñe, me dejas convencida. Lo buscaré. :)
Besotes.
Ay Polidori, me encantaría leer este libro. Llama muchísimo mi atención y encima con esa temática. No lo conocía pero, sin deuda, has conseguido despertar mi curiosidad. Besos
Pues anímate porque es cortito y te lo terminas en una tarde, ya verás. Es una pena que haya quedado tan deslucido y enterrado, pero claro, al lado de Byron, Shelley y «Frankenstein» pocas posibilidades tenía. Y aun así ha conseguido sentar precedente para todos los vampiros literarios desde que se publicó. Besos.
Esta vez no me lo llevo Mónica, no es un clásico que me apetezca leer, no me suelo animar con vampiros, y eso que el origen del libro en Villa Diodati me fascina
Besos
Recuerdo que leíste «El año del verano que nunca llegó», de William Ospina, así que ya sabes todo sobre la creación de este librito y la importancia que tuvo para la literatura de vampiros posterior ;-)) Besotes!!
Pues a ver. Es que ya estamos un pelín cansados de oír tantas veces el relato de cómo surgió. Es que cuando me abruman con algo acabo perdiendo interés incluso con cosas que de mano me atraen como este caso. Me lo guardo para más adelante. Hasta ahora mi favorito sobre el tema es el de Ospina. Frankenstein y Drácula están en el top, y Carmilla.
Besos