Axl y Beatrice son dos ancianos britanos que se han percatado de que la niebla que asola el país es la responsable de hacerles olvidar. En un tiempo en el que el cristianismo convive con las antiguas supersticiones, todos olvidan, incluso la desaparición reciente de una niña o la muerte de un ser querido, aunque solo el viejo matrimonio parece darse cuenta de este extraño fallo de memoria. Una mañana de primavera, finalmente encuentran el valor necesario para partir de la aldea en busca de su hijo, del que se separaron tiempo atrás en no muy buenos términos. Pese a sus años y desmemoria, Axl todavía conserva la sensatez, el amor por su esposa, la honradez y esa capacidad de diplomacia y diálogo que tanto le facilitará su viaje. Acompañados por un extraño muchacho maldecido con una mordedura, un temible guerrero sajón con una misteriosa misión y un antiguo caballero de Arturo, los ancianos pasarán por varias pruebas hasta descubrir la sorprendente causa de la niebla.
«—Y, sin embargo, buena mujer, ¿estáis segura de que queréis libraros de esta niebla? ¿No es mejor que ciertas cosas se mantengan ocultas para nuestras mentes?
—Tal vez sea así para algunos, padre, pero no para nosotros. Axl y yo deseamos volver a disfrutar de los momentos felices que hemos compartido. Que nos los sustraigan es como si apareciese un ladrón en plena noche y se llevase nuestras más preciadas posesiones.«

Cuando en 2017 le otorgaron el Premio Nobel de Literatura a Kazuo Ishiguro me hizo ilusión: lo conocía, había leído dos de sus siete novelas y las había entendido. Bromas aparte, confieso que me encanta la prosa de este autor y ese toque british-literario que posee y que tanto nos enamoró en Los restos del día. Por eso cuando mi amiga Marisa me propuso que leyésemos juntas El gigante enterrado acepté sin dudarlo un minuto. Pero nuestra aventura con el señor Ishiguro ha sido, cuanto menos, muy extraña entre la niebla.
El gigante enterrado comienza fenomenal: misterios, la leyenda del rey Arturo, un viaje metafórico teñido de historia inglesa, un dragón, un niño mordido por un ogro y ese tono que tanto me gusta de «Cuando todavía existía la magia y los viajeros debían guardarse de los duendes…«. Desconcierta, eso sí, que Ishiguro opte por un Arturo britano, anterior a las invasiones sajonas y normandas —en lugar de por un Arturo normando, de acuerdo con la tradición y Thomas Malory—, hasta que el lector descubre que la intención del autor no es, exactamente, seguir la leyenda artúrica como una metáfora de la unificación del país y la convivencia del crisol de culturas, mitos y tradiciones que constituyeron las leyendas inglesas. Entonces, ¿qué nos está contando Ishiguro? Pues paciencia, porque hasta los últimos capítulos no acontece el asombroso golpe de varita.
Pese a la confusión mencionada, la aventura de estos protagonistas tiene tanto misterio y encanto, es tan intrigante y entretenida, que se disfruta del viaje aunque el destino sea desconocido. Excepto cuando la trama da vueltas sobre sí misma, el libro se vuelve muy raruno e inconsistente, con capítulos llenos de pajarracos y monjes grimosos, y empiezas a tener la sensación de que el señor Ishiguro se ha hecho un lío con la mitología anglosajona y el Beowulf, cosa harto improbable porque su educación y cultura son más británicas que las de Elizabeth II.
«Pero, Mónica, ¿cómo puede ser que no te guste una novela con dragones y caballeros artúricos?» me diréis. Pues sí que me ha gustado —sobre todo porque la he leído con Marisa— aunque si tengo que compararla a Los restos del día o a Nunca me abandones, se me queda un poco desmadejada. El gigante enterrado es una novela temblorosa, que deja cabos sueltos y capítulos en donde su autor parece haber perdido el buen pulso que lo caracteriza (¿quizás en aras de la ensoñación?), y por eso no me atrevo a recomendarla sin reservas. Para mí, y esto es muy personal, también es una novela muy original y certera en torno a la memoria histórica, a la guerra, y a una idea terrible y bellísima como es la metáfora final de ese gigante que yace enterrado por las nieblas mágicas de un olvido impuesto. Me ha parecido única, sorprendente y hermosa, pero también deshilachada, confusa y algo cómica hasta que he entendido que no era otra vuelta de tuerca al mito artúrico sino que debía olvidarme de cualquier idea preconcebida, pues aquí la paz y unificación de Arturo es impostada y el autor desordena a su libre albedrío toda mitología anglosajona.
Lector, quizás Los restos del día sean los Cien años de soledad de Ishiguro, ahí lo dejo.
También te gustará: El rey que fue y será; La caída de Arturo; Nunca me abandones
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Lo mejor del libro, sin duda, ha sido compartirlo contigo y elaborar teorías que inspirarían a Ishiguro para otro libro 😂😂😂. Pero la novela es rarita rarita rarita 😀😀😀
Sin duda, lo mejor la compañía :-)))
A medida que pasan los días, me queda mejor recuerdo de esta lectura, en serio, no estaba nada mal. Nunca había hecho tantas teorías y suposiciones leyendo una novela, y a menudo teníamos la sensación de que al autor se le iba la pinza o que no había repasado un poquito más el manuscrito, pero… esa metáfora es tan bonita… Eso sí, rarita un rato largo XD Besotes!!
Buenos días, Mónica:
Yo admiro mucho a Ishiguro. No he leído este libro, que no me pega por temática en su producción, pero sí otros títulos escritos hace ya una década. Yo creo que mantener el nivel, o estar al nivel de tus mejores obras no es fácil para un creativo. También opino que en ocasiones el éxito puede ser una carga muy difícil de llevar, no todo el mundo está preparado para ello.
Llevo mucho tiempo sin leer a Ishiguro, para poder contestar a tu pregunta de si Los restos del día es «su Cien años de soledad», debería volver a sus títulos y darte una opinión más documentada. Creo que leeré este libro en algún momento y mepaso otra vez por aquí.
Un abrazo!!
Marisa y yo admiramos mucho a Ishiguro, pero mientras leíamos «El gigante enterrado» Marisa dijo algo que me quedó: esta novela no está a la altura de un Premio Nobel. Es una fábula maravillosa, pero quizás le falta un poco más de edición (capítulos que sobran, personajes que se contradicen, cabos sueltos…). Estoy totalmente de acuerdo contigo en que ningún autor es capaz de contentar siempre a sus lectores y dice mucho en favor de Ishiguro que se atreva con géneros tan dispares. Pese a todo, pienso que esta novela te gustaría, seguro que coincides con nosotras en encontrar sus maravillas ;-) Besos.
Ay Mónica, querida, pues si a ti te ha parecido un tanto confusa y caótica, no sé si me atreveré a leerla a pesar de las cosas buenas que tiene…
Creo que lo mejor es que la leas con una amiga porque así te ríes un montón de todas las teorías locas que se te van ocurriendo por el camino (y que no hemos acertado ni una). Eso sí, no me atrevo a recomendarla en general porque es raruna. Besos.
Me sorprendió mucho cuando empecé a leer esta novela para la tertulia del instituto. Había leído casi todas las novelas del autor y, aunque ya me había demostrado los muchos palos que puede tocar, me sorprendió este libro de dragones y gigantes y caballeros artúricos, pero poco a poco me fue ganando y, finalmente, me gustó mucho.
Se trata de un autor que siempre sorprende.
Un beso.
¿Verdad que es sorprendente? A mí me encantó ese tono de «os voy a contar una leyenda…» y el escenario que plantea, pero también me parece que no está a la altura de «Los restos del día» o de «Nunca me abandones», me da la sensación de que no acaba de ser redonda. Aunque, como bien dices, es un autor único que siempre sorprende. Besos.
Ufff, miedo me da. Los restos del día y Nunca me abandones me encantaron, pero esta no sé yo, con lo que comentas. Las divagaciones me gustan en este hombre, pero cuando están centradas en la trama y la acompañan, por eso me temo que este libro no se colará entre los pendientes.
De todas formas, tengo otros pendientes del autor que me apetecen mucho.
Me ha gustado, pero no tanto como las que tú mencionas. Empieza muy prometedora y los capítulos finales son bellísimos, pero no me quito la sensación de que le falta rematar algunos cabos sueltos y que a lo largo de la narración se mete por caminos muy confusos, como si un oriental interpretase la leyenda artúrica y no entendiese demasiado bien qué pasó. Creo que haces bien si apuestas por otros títulos suyos más convencionales, eso sí, a original no lo gana nadie ;-) Besos.
Hola! Adoro visitarte Monica y encontrar lecturas diferentes aunque esta la veo difícil. Gracias por tu excelencia de siempre.Saludosbuhos
Gracias por pasarte. Es una lectura estupenda, pero no me atrevo a recomendarla en general porque tiene sus rarezas y peculiaridades. Besos.
Yo también me asombro cuando he leído un libro de un nobel y me entero de lo que me está contando, me pasó con Vargas Llosa y también con este hombre, del que leí los mismos títulos que tú y me gustaron mucho. Con el gigante me pasaba que como iba de lo del rey Arturo se me hacía bola y no me llamaba la atención, jajaja, justo lo que a ti te atrajo. Pero que si me dices que Arturo era de ahí en vez de normando yo hubiera caído con todo el equipo y el señor Ishiguro me la da con queso, aunque después de tratar el tema con el otro libro que comentamos, ya no soy inocente y me habría dado cuenta. Aun así, eso me da igual, y si el viaje es fascinante me da igual no enterarme de la intención, aunque eso sí, a mí no me vengas con cabos sueltos, eso sí que no, por ahí no paso. Y tampoco por esos capítulos erráticos en los que parece que el autor se ha fumado algo o se ha tomado dos veces la misma pastilla y le falta la otra.
Todo este rollo para decirte que me lo voy a ahorrar. Y que leer en compañía mola.
Besos
Mira, es que los capítulos de los monjes eran… no sé ni cómo explicarlo, Marisa dijo que la niebla de la novela era de lo que se había fumado Ishiguro mientras escribía, no digo más que ya me entiendes. Supongo que es una genialidad de un autor que tiene el don de escribir lo que le da la gana y dejarnos boquiabiertos, pero como yo iba esperando a Arturo (el de toda la vida y no esta interpretación raruna-oriental), pues ya te imaginas. Y sí, los cabos sueltos están ahí. Pero por suerte, como dice Isi, tenemos otras novelas de Ishiguro para seguir disfrutando ;-) Besos!
Ains, mira que le tengo ganas a este libro, pero casi todas las opiniones que veo son parecidas a la tuya y me da reparo conocer a este autor por este libro.
Aunque soy una cabezota, y al final lo abriré.
Un beso.
Uy, si es la primera vez que vas a leer a Ishiguro casi te recomiendo que empieces por «Los restos del día» o, si te apetece una distopía, «Nunca me abandones», pero no empieces por «El gigante» porque te va a dar un susto XD Besos!
Mmm… bueno, no sé qué pensar de si me llama o no esta lectura. Me atrae ciertas cosas que señalas, pero lo caótico y raruno no jaja. Pero bueno, leeré al autor primero en Los restos del día (pendientísimo) y ya después pensaré si seguir leyéndo otras de sus obras, aunque ya me dejas claro que probablemente empiece leyendo la que sea su obra maestra jeje. Nunca me abandones no lo conocía, iré a tu reseña a ver qué cuentas sobre ese. Un saludito.
Sí, sí, mejor empieza por «Los restos del día» que te va a encantar, ya verás. Solo por esa novela ya merecía el Nobel. Y que conste que «El gigante enterrado» es una maravilla a su manera, pero no creo que sea una lectura que guste a la mayoría de los lectores. Besos.
Hola,
Justo acabo de leer el libro y he dado con tu blog. A mi me ha gustado pero sinceramente no he entendio el final…como lo interpretas tu?
Un saludo