En todos los pueblos primitivos, cuenta Michelet, la mujer lo era todo: médico, curandera, madre, hermana, hija, cocinera, recolectora, savia, confidente, narradora de historias, creadora de dioses… «Esto merecía una recompensa. Y la tuvieron«. En la Edad Media, con el advenimiento de la Iglesia cristiana y el asesinato de Pan, la mujer fue señalada como impura y menos que humana, perseguida, desdeñada y quemada en la hoguera por atreverse a seguir recurriendo a los antiguos dioses de la naturaleza para sanar el cuerpo y el espíritu de los más pobres. El culmen del terror llega en el siglo XV, cuando se publica en Europa el Malleus maleficarum (El martillo de las brujas), y centenares de mujeres son torturadas, silenciadas, emparedadas vivas, violadas, lapidadas, quemadas en la hoguera y asesinadas de múltiples modos distintos por la Inquisición, la Iglesia y los tribunales eclesiásticos y aconfesionales bajo fantásticas acusaciones.
«En ciertas épocas el odio mataba a cualquiera, por el mero hecho de ser llamada bruja. Los celos de las mujeres, la codicia de los hombres, recurrían fácilmente a esta arma tan cómoda. ¿Aquella es rica? pues bien, es bruja. La otra es guapa… también bruja (…). Si pueden, las acusadas se matan para evitar la tortura. Remy, el excelente juez de Lorena, que llegó a quemar ochocientas brujas, explica triunfalmente el terror desencadenado: «Mi justicia es tan buena que dieciséis, que fueron detenidas el otro día, no esperaron al juicio y se colgaron antes».«

Jules Michelet (1798-1874) fue uno de los más geniales historiadores franceses. Hijo de la Revolución Francesa, de los Enciclopedistas, de la Ilustración, en 1861 Michelet deja a medias uno de los tomos de la Historia de Francia para escribir La bruja, un estudio de las supersticiones en la Edad Media. Sus amigos y discípulos piensan que ha perdido la chaveta, ¡interrumpir su grandiosa labor de historiador de la patria para escribir un librito sobre mujeres! El gran hombre se lamenta con tristeza, comprende que las miles y miles de mujeres que fueron asesinadas, acusadas de bruja, y las que malvivieron aterrorizadas y maltratadas no importan a nadie; ni en la Edad Media ni en su presente, esa Francia de mediados del XIX que debería verse libre por fin de toda superstición y persecución religiosa, pero que todavía menosprecia a la mujer. Y es que el código misógino grabado a fuego por la Iglesia todavía perdura en la sociedades europeas.
«Mi tenebroso tema es como el mar«, escribe Michelet, «aquel que se sumerge a menudo en él aprende a conocerlo». La bruja de Michelet es un ensayo histórico sobre la mujer durante la Edad Media, una evolución del rol femenino desde la Antigüedad hasta el siglo XVIII. Con su prosa apasionada, contundente, precisa y bella, el autor analiza las consecuencias históricas de la cristalización de las religiones cristianas en Europa y cómo persiguieron y asesinaron a las mujeres, no solo por considerarlas impuras sino por reconocerlas como guardianas de la sabiduría ancestral en un momento en el que la ciencia andaba en pañales. En la primera parte, Michelet explica la aparición y evolución de la bruja y dedica la segunda parte a analizar alguno de los juicios más sonados de Francia. Aunque su mirada no deja de estar teñida por el paternalismo hacia las mujeres propio de su época, este libro sorprende por su acérrima oposición a la Iglesia y a sus doctores (a los que a menudo Michelet tacha de imbéciles y pedantes) y su mirada, inteligente y siempre arraigada a la mitología y a la cultura, sobre el género femenino a través de los siglos.
La bruja no es solo un ensayo brillante y bellísimo sobre la brujería en Europa, sino también una reivindicación de la memoria sorprendente para su época; la reivindicación del asesinato de miles de mujeres culpables tan solo de ser pobres, objeto de envidia o enfermas, un hecho histórico que, de tan insignificante para los grandes hombres que escriben la Historia, ni siquiera merecía la pena ser recordado.
Lector, ojalá más historiadores con la prosa apasionada de Jules Michelet.
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La bruja: Un estudio de las supersticiones en la Edad Media
Hola Mónica. No lo conocía y me lo llevo anotado. Creo que puede ser una lectura interesante para la época de Halloween y aprender un poquito más sobre esta temática, que forma parte de nuestra historia tristemente… Un saludito.
La primera parte es extraordinaria, así como la introducción del autor. La prosa de Michelet es apasionada y bellísima, y aunque es cierto que era un hombre de su época (se le nota cierto paternalismo al hablar de las mujeres), cuando escribió La bruja ya era un gran historiador y pensador. La segunda parte, con los juicios reales, puede hacerse un poquito más pesada, aviso. Besos.
Lo tendré en cuenta… jejejeje Tengo siempre como mil ideas para leer en Halloween y después no me da lugar ni a la mitad, pero bueno, sabiendo ya estas «escamitas» de este, aunque me sigue llamando la atención por lo interesante que me puede resultar, pues quizás me tire por otros si veo que no llego a leer lo que tengo en mente. Un saludito.
Hola. No me gusta esta parte de la brujería, la real, la de las persecuciones y todas esas barbaries que has enumerado. Entiendo lo interesante que este ensayo puede resultar para gente a la que le gusta el tema, a mí se me hace bola.
Besos
Michelet está considerado como uno de los mejores historiadores de Europa, sus alumnos y amigos se quedaron de piedra cuando dejó a medias la historia de Francia que estaba escribiendo para escribir sobre… mujeres. Y además mujeres pobres que murieron en la hoguera ¿a quién podía importarles? Te prometo que la prosa de Michelet no se te va a hacer bola y que no tiene nada gore. Besos.
Increíble el argumento, me ha atrapado, siempre fué un tema que me interesó y más aún cuando se tiene información de primera mano. Estos ensayos son de gran valor, asi que espero poder leerlo cuando tenga tiempo.
Un beso enorme Monica!.
Sin duda, te va a encantar. Además, como bien apuntas, son testimonios muy cercanos pues Michelet tuvo acceso a las actas originales de los juicios en todos los casos que analiza, además de su enorme talento como historiador. Besos.
Hola Mónica, ya sabes que a mí el tema de las brujas no me llama tanto como a ti. Sí me parece interesante la primera parte del libro, pero no sé si tanto como para leerlo entero.
Un besazo
Es un ensayo histórico sobre la evolución de la brujería en Europa, sobre todo en la época medieval que fue cuando tuvo su apogeo, lo recomiendo (sobre todo la primera parte) si te gustan este tipo de ensayos más que por el tema de la brujería, pero claro, todo cuenta ;-) Besotes.