Cómo hablar de los libros que no se han leído, de Pierre Bayard

Pierre Bayard, profesor de literatura francesa en la Universidad de París, confiesa que a veces habla en clase de libros que no ha leído. Sabe que está muy mal visto no leer según que obras canónicas o tan solo hojearlas y no mentir al respecto. Pero Bayard está convencido de que no es necesario leer un libro para hablar sobre él con precisión, primero porque ser una persona de extensa cultura no consiste en haber leído tal o cual libro sino en saber orientarse en el conjunto de la literatura (no ha leído Ulises de Joyce, pero sabe que es una adaptación de Odisea de principios del siglo XX, ambientada en Dublín, monólogo interior, ect.) y segundo porque existen muchas maneras de no-leer. Bayard expone un curioso discurso sobre qué significa leer y no-leer, sobre la belleza de la creatividad y el placer de hablar sobre libros, a través de las obras y los discursos de literatos como Paul Valéry (que odiaba leer y realizó las mejores críticas de Proust y Anatole France sin haberlos leído nunca), Umberto Eco (con su Guillermo de Bakerville suponiendo cómo debía ser la segunda parte de la Poética de Aristóteles sin haberla tenido jamás en sus manos), Oscar Wilde (que no leía aquello que debía criticar para que no le influyesen esas ideas), Montaigne (que reconocía que su maldición era que olvidaba todos los libros que leía) o Graham Greene y Sōseki, pasando por la inquietante metáfora de Bill Murray en Atrapado en el tiempo.

«Y es que nuestras propias palabras sobre los libros nos distancian de ellos y nos protegen tanto como los enunciados de otros. En cuanto iniciamos la lectura, e incluso antes, comenzamos a hablar con nosotros mismos, y más tarde con otros, sobre esos libros. A partir de entonces, recurriremos a esos discursos y opiniones, relegando lejos de nosotros los libros reales, convertidos para siempre en hipotéticos.«

Cómo hablar de los libros que no se han leído es un título simpático que abre la puerta a una reflexión, alegre y sin prejuicios, sobre la lectura, las formas de no-lectura y los aspectos más sociales de la lectura. Con un toque humorístico muy de agradecer, Pierre Bayard se explica alrededor de ejemplos literarios que resultan cercanos y que abren pie a una reflexión propia sobre nuestra experiencia personal. Destaca, en este sentido, la idea de las diferentes formas de no-lectura y, en especial, la no-lectura de los grandes lectores: nuestra elección de algunos títulos y no de otros, puesto que en toda nuestra vida jamás podremos leer todo lo que deseamos, nos condena a no-leer la inmensa mayoría de libros que existen. También me ha parecido especialmente bello el capítulo que Bayard dedica a Sōseki para aventurarse en la belleza de inventar los libros, de mezclarlos en el discurso, de jugar con el diálogo entre los lectores; o la cuestion de la memoria y del olvido y de cómo nuestra idea y recuerdo de un libro va cambiando a medida que lo hacemos los lectores.

Lector, una breve pero ingeniosa reflexión sobre los aspectos más sociales de la lectura.

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6 respuestas a Cómo hablar de los libros que no se han leído, de Pierre Bayard

  1. Marta Navarro dijo:

    ¡Qué libro más curioso, Mónica! Una idea diferente de acercarse a la Literatura. Muy ingenioso, como dices. Me ha llamado mucho la atención. Voy a ver si me hago con él. Un beso.

  2. Pius dijo:

    Querida Mónica,
    Muchas gracias por compartir esta fascinante reseña sobre el libro «Cómo hablar de los libros que no se han leído» de Pierre Bayard. Siempre me sorprendes con tus recomendaciones que invitan a la reflexión.
    Me ha encantado tu resumen del ingenioso planteamiento de Bayard sobre los matices entre leer, no leer, y todas las zonas grises entre medio. Reconozco que a veces el purismo sobre haber leído ciertos «imprescindibles» me agobia un poco. Tu resumen del enfoque más holístico de Bayard me ha quitado un peso de encima.

    Los ejemplos de literatos que has citado son fascinantes! No conocía las posturas frente a la lectura de figuras como Valéry, Eco y Wilde. Que mentes tan brillantes y creativas adopten esas actitudes, de algún modo valida la visión de Bayard sobre la conversación en torno al arte.

    Y la metáfora de Bill Murray atrapado releyendo el mismo libro todos los días me hecho sonreír, a la vez que me ha hecho pensar.

    Gracias como siempre por abrirme la mente y el corazón. Gracias por compartir tu pasión por los libros y las ideas.
    Una vez más, tus recomendaciones amplían mis perspectivas como lector. Es un placer formar parte de tu comunidad de lectores. Seguiré atento a tus reseñas.

    Un abrazo!
    Pius

  3. Rosa Berros dijo:

    Sumamente interesante. La cita de Oscar Wilde me parece fantástica. Yo soy de los de Montaigne, olvido los libros al poco de leerlos. Si tardo mucho en hacer la reseña, me siento perdida a pesar de las notas tomadas.
    La verdad es que es frustrante ver lo que nunca podremos leer. Yo no lo pienso mucho y disfruto de lo que sí leo. Otro libro a la lista.
    Un beso.

  4. Hola, Mónica.
    Pues me lo apunto. Me parece una temática de lo más atrayente, y la forma en la que parece tratarla, con ese punto humorístico que señalas, me parece bastante acertada. He pensado con anterioridad en estos temas, sobre todo con aquello relacionado con la idea de que no voy a poder leer todo lo que me gustaría, muchísimos se quedarán sin leer y eso no significa que no pueda formarme una opinión de esos que más me atraigan leyendo cosas relacionadas con esas obras (aunque sinceramente, también pienso que en mi humilde persona hablar de libros que no he leído tampoco tiene demasiado sentido jaja, una disonancia que quizás al leer este título lo vea de manera distinta). También he reflexionado a veces sobre esas obras que son casi como imprescindibles dentro del mundo lector, las típicas que: «Se tiene que leer al menos una vez…», y resulta que a mí me atraen cero, que pienso que me van a costar demasiado incluso dejando pasar un tiempo y teniendo más bagaje. ¿Por qué obligarme? También puedo leer sobre ellas, sobre su significado, lo que otros han analizado de las mismas… y quedarme con esa idea, no las he leído pero sí sé algo sobre lo que son y lo que cuentan. En fin, un libro interesante este que nos traes y que tendré en cuenta, sin duda.
    Un abrazo, Mónica.

  5. Nitocris dijo:

    Hola Mónica, qué libro más original. Me encanta la idea. Me lo apunto.
    Un besazo

  6. Paseando entre páginas dijo:

    Muy de acuerdo contigo. No comparto todas las ideas del autor, pero me hizo reflexionar.

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