En el verano londinense de 1936, metida en la bañera, cantando la Marsellesa, Julia espera a que los trabajadores terminen de embargarle hasta el último mueble y le pasen por debajo de la puerta la orden de desahucio. Nada queda del pequeño capital que le legaron sus suegros, su último amante ha muerto y los papeles teatrales y de corista no abundan para una señora en los cuarenta, por muy hermosa que sea. Con el dinero justo para comprar un billete de ida a Francia, decide aceptar la invitación de su hija Susan para pasar unas semanas de vacaciones en la casita de verano de su abuela paterna. Ante todo, Julia quiere causar una excelente impresión y hacerles creer que es una dama, pero las circunstancias no se lo van a poner nada fácil: un trapecista insiste en pedirle matrimonio, el prometido de Susan se parece demasiado a ella misma, su suegra está convencida de que invirtió el capital en una pastelería, no tiene ni un franco en el bolso y un apuesto lord ha empezado a hacerle ojitos.
«Bajo las rosas del porche, Julia fue recibida por una mujer francesa de edad avanzada que de inmediato la hizo pasar a un amplio y resonante vestíbulo. La francesa, con pantuflas de velarte, caminaba sigilosa como un gato, en cambio sus tacones iban martilleando el suelo y tal vez fue entonces cuando empezó a darle la impresión, una impresión que ya no desaparecería, de que siempre hacía el doble de ruido que cualquier otra persona en esa casa.«
Margery Sharp (1905-1991) fue una autora y dramaturga inglesa que el año pasado nos deleitó en castellano con la fabulosa Cluny Brown gracias a la traducción de Hoja de Lata. Por aclamación popular, la misma editorial nos trae esta vez El árbol de la nuez moscada, otra novela divertida de entreguerras que si bien no tiene ese punto nostálgico de Cluny Brown, sí que vuelve a plantarnos un análisis brillante y genial de los roles femeninos en la época de entreguerras de una Inglaterra que ya había tenido su punto de inflexión en la Primera Guerra Mundial y que terminaría de cambiar del todo con la Segunda.
El árbol de la nuez moscada puede leerse como una comedia con mucho encanto, pero la gracia es no pasar por alto —al igual que ocurría con Cluny Bown—las reflexiones de la autora sobre las mujeres que no encajan porque no se ajustan a los cánones femeninos de su época; no solo porque esos cánones están cambiando, sino porque no todas las mujeres siguen de acuerdo en encajar en ellos. Julia, la protagonista de esta historia, es una cupletista que se está haciendo mayor y cada vez le cuesta más mantener esa vida frívola y divertida que es la única que conoce. Como quiere parecerle una dama a su hija y a su suegra, cambia su vestuario, sus sombreros —atención a los sombreros, una metáfora genial sobre el esfuerzo de las mujeres por aparentar lo que se espera de ellas— e intenta leer la saga de los Forstyte. Sin embargo, pronto se da cuenta de que todo lo que la hace brillar sobre el escenario, la vuelve demasiado estridente y fuera de lugar en la elegante vida de clase media culta que lleva su hija. Sin duda, Sharp se supera en ingenio y sutileza ofreciendo a los lectores un retrato, un análisis social y de género, disfrazado de comedia inglesa en la campiña francesa.
Lector, la querida Julia me ha recordado una versión más inteligente, generosa e inglesa de Lorelei Lee de Los caballeros las prefieren rubias veinte años después.
También te gustará: Cluny Brown; Fresas silvestres; Miss Pettigrew lives for a day
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El árbol de la nuez moscada
Esta novela tiene un título precioso y muy evocador. Me atrae mucho más que Cluny Brown de la que he leído reseñas muy favorables, pero no obstante no me han entrado muchas ganas de leerla. La película me gustó cuando la vi hace muchos años, pero la novela no me atrae. esta sin embargo, sí que creo que puede resultar muy interesante.
Un beso.
Yo no he visto la peli, pero lo cierto es que mientras leía me imaginaba a la prota como el personaje de Marilyn Monroe en «Los caballeros las prefieren rubias» pero con veinte años más. Creo que te va a parecer de lo más divertida, y muy en la línea de Cluny Brown aunque con un enfoque distinto. Besos.
No la conocía y creo que podría gustarme, pero entre tanto pendiente, a ver cuándo logro hacerle hueco…
Besotes!!!
Esta es de las divertidas, pero que te aportan una visión de los roles femeninos de la época de entreguerras que, al igual que ocurría con Cluny Brown, resulta de lo más interesante. Ya me contarás si le das una oportunidad. Besos.
Pues estoy segura de que es de esas lecturas que me van a gustar. Lo anoto Mónica. Besos :D
Estoy segura. No soy es divertida, sino que es inteligente y reflexiona muy bien sobre los roles de las mujeres maduras en la época de entreguerras. Besos.
Esta editorial te encanta, ¿verdad? Siempre hay un sello editorial que capta más nuestra atención.
NO sé si es muy de mi estilo, a priori te diría que no, pero tampoco la descarto. Llega Sant Jordi enseguida y aunque aquí nos dan clavel en vez de rosa, echaré un vistazo a lo que haya.
Besos.
Ay, sí, Hoja de Lata tiene un catálogo que me gusta muchísimo. Es ese sentido del humor tan inglés y tan bien entreverado con una crítica social histórica que tanto me interesa. Tengo muchas ganas de pasar por los blogs la semana que viene y ver qué han comprado por Sant Jordi :-)) Besos.
Hola Mónica, ya vi esta novela cuando la anunció Hoja de Lata, y me hace ojitos. Me alegra comprobar que te ha gustado, a ver cuándo me hago con ella, que no se puede comprar todo lo que queremos, jeje…
Un besazo
Me pasó igual que a ti, la vi en IG y pensé «algo bueno que trae la primavera» (porque con las alergias y la astenia…) y allá que fui a la librería en cuanto salió. Ya ves que me ha encantado tanto como Cluny Brown, así que recomendadísima que la llevas. Besos.
Hola, Mónica. Le tengo muchas ganas, tanto a este como al de Cluny Brown, son de esos títulos que sé que me van a gustar y que disfrutaré, de los que engrosan la pila de pendientes que cada vez está más llena… Espero leerlos en algún momento, me gusta todo lo que cuentas. Un abrazo.
Creo que los dos títulos te gustarán muchísimo. El de Cluny Brown tiene un punto más nostálgico y se centra más en el momento de cambio de la sociedad, y este de la nuez moscada nos ofrece una perspectiva de las posibilidades vitales que se esperaban de las señoras inglesas en la época de entreguerras. Seguro que te lo pasas en grande con los dos títulos, ya me contarás. Besos.
Que buen rollo !!! Una cupletista que se hace mayor. Es que Sharp era muy aguda a la hora de elegir protagonistas femeninas para poner encima de la mesa el problema de género subyacente a la época. Besos
¿Verdad? Justo lo que tú apuntas. Podría haber escogido una viuda maestra de escuela o cualquier otra señora con un papel más convencional, pero la elección de la cupletista que entiende que necesita reinventarse pero que no encaja en lo que espera de ella la sociedad de su época es genial y divertidísimo. Besos.
Hola otra vez. Mira que me gustó Cluny, y me quedé con ganas de saber cómo le iba en su nueva vida. Me da pena que este nuevo libro no tenga el punto nostálgico pero igualmente me llama la atención lo suficiente como para anotarlo.
Hala, y ya vale de llenarme la lista, eh?
Besos
¡Jajajaja! Ya sabes el peligro de pasar por los blogs: la lista crece. Es que si te gustó Cluny, seguro que te gusta «El árbol de la nuez moscada», estoy segura. Este título es algo más alegre y desenfadado que Cluny, seguramente porque todavía no ha estallado la Segunda Guerra Mundial, pero también reflexiona sobre el papel de la mujer en la Inglaterra de la época. Ya me contarás. Besos.