En la primavera de 1832, una familia inglesa llega al balneario de Wildbad, Alemania. El padre, moribundo, pide ayuda para terminar de escribir una carta a su hijo, todavía un bebé, para alertarlo sobre la terrible maldición que pesa sobre su nombre y apellido: en el pasado hubieron dos hombres llamados Allan Armadale que se enfrentaron con dramáticos resultados, y él debe evitar que el pecado de los padres caiga sobre los hijos. Veinte años después, un joven vagabundo llamado Ozias Midwinter aparece gravemente enfermo en un pueblecito costero de Inglaterra y traba una sólida amistad, surgida de la bondad y de la gratitud, con un incauto muchacho de su misma edad. Pero cuando una noche de tormenta, los jóvenes naufragan cerca de la Isla de Man, un terrible presagio cobra fuerza ¿Superstición o realidad? Ozias Midwinter deberá enfrentarse al destino, escoger su propio camino y lidiar con las consecuencias de sus decisiones.
«Acompañado en su camino solitario por los antiguos e inolvidables recuerdos de los viejos tiempos, Midwinter había dejado el pueblo atrás, y se había perdido entre la nebulosa lluvia. El tendero y el carnicero habían visto lo último que había hecho, y habían juzgado a una gran persona como se juzga a las grandes personas desde el punto de vista de un tendero y un carnicero.«
Wilkie Collins publicó por primera vez Armadale en 1866, después de La dama de blanco (1860) y antes que La piedra lunar (1868), consideradas como sus dos obras más exitosas. Aunque las ventas de Armadale no fueron tan notables, el tiempo se ha encargado de colocarla en el lugar que se merece, entre las mejores sensation novels (un género precursor de las novelas de misterio, policíacas y de suspense) del siglo XIX, pero también como un clásico de magnífica prosa que navega extraordinariamente entre las ideas de la predestinación y el libre albedrío, del mundo onírico, la fuerza de voluntad y la culpa heredada.
Conjugando el género epistolar con una narración que varía el foco de personaje, el autor consigue no solo mantener la intriga y la tensión de la trama sino que ofrece al lector un acceso privilegiado a los pensamientos e intenciones de los protagonistas en primera persona. Pero Armadale no solo es una novela de suspense, misterio y crimen sino que también plantea cuestiones como la contraposición de la inevitabilidad del destino a la capacidad de elección, la superstición contra la casualidad, la suerte y el azar, la locura, los sanatorios de la época, el uso del láudano, las suplantaciones de identidad… Ideas que el autor desarrolla y enfoca con su magnífico estilo personal, muchas veces encarnados en sus apasionados personajes y sus intensas relaciones. En este sentido, destacan Lydia Gwilt, una hermosa mujer que ha llevado una vida de crimen y maldad, y Ozias Midwinter, un joven marcado por el color de su piel, por la maldición de su familia y por su temperamento nervioso, sensible, tan honorable y puro. Aunque Armadale mantiene en vilo al lector con sus estupendos giros en la trama, su bien medido suspense y esa tensión in crescendo hasta el final, son sus extraordinarios personajes, con sus dilemas emocionales y morales, sus planes, sus arrepentimientos y sus elecciones, quienes se erigen como puntal de esta novela victoriana de atmósfera casi onírica.
Lector, para pasarlo en grande pasándolo mal.
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Lo quiero, lo quiero, lo quiero! ¿Te he dicho que lo quiero? Ays, así no hay manera de reducir los pendientes…
Besotes!!!
¡Jajajaja! Este vale mucho la pena, aunque sea un tocho de cuidado y casi necesite una pila para él solito. Me da que sería una lectura estupenda para las vacaciones de verano, cuando tenemos más tiempo y tranquilidad para disfrutar de la lectura. Besos.
Hola Mónica, es una novela sensacional y genial. Yo me lo pasé muy bien leyéndola, también es verdad que lo hice acompañada de Susurros de Bibliotecas, Si fuésemos libros y Anabel Samani, y eso también es un plus.
A mí me gustó mucho esta novela. Desde luego estoy de acuerdo con Anabel en que Lydia Gwilt es una magnífica villana.
Un besazo guapísima.
Es que es estupenda para compartir con otras lectoras, tienes toda la razón, yo la leí con mi amiga Rosa y la disfruté el triple porque ella es muy fan de Wilkie Collins y me iba señalando cuestiones. Lo pasamos en grande. El problema viene cuando tienes que escribir la reseña, es que es imposible hablar de todo lo que te ha gustado o que te ha llamado la atención porque es… toda la novela!! Y sí, muy fan de Lydia Gwilt, me gustaba tanto que deseaba que se saliera con la suya ;-) Besos.
Hola, Mónica:
¡Qué puedo decir! Ya sabes que me encantó, y ¡vaya personaje es Gwilt! Y también Ozias.
Un beso y felices lecturas :-)
Leí tu reseña antes de escribir la mía y fue un error porque me quedé en plan «¿y qué demonios escribo yo ahora?», jajajaja. Tu reseña es estupenda, me encanta, señalas todas las cuestiones primordiales y muchos de los temas que toca esta magnífica novela. Y sí, completamente de acuerdo contigo, como le decía a Nitocris, me gustaba tanto el personaje de Gwilt que deseaba que se saliese (alguna vez) con la suya, sobre todo respecto al tontaina de Allan ;-) Besos.
Qué te voy a contar, Mónica, que no te haya contado ya de manera extensa y muy pesada… jajaja. Es que adoro a Wilkie, nunca me decepciona, y «Armadale» me ha vuelto a encantar y a enganchar. He sufrido mucho por Ozias y la señorita Gwilt se hace dueña y señora de la segunda mitad del libro, y nos hace perdonarle cosas que no deberíamos perdonarle porque Wilkie lo hace todo muy bien. Lo de Allan (1) no tiene remedio, me da la risa cada vez que pienso en él (pero oye, la flor en el culo no se la quita nadie, no se ha visto buena suerte igual en el mundo entero xD).
Por cierto, buscando info sobre otro libro me he encontrado con que hay un método de narración que se llama «método Wilkie Collins», que es ni más ni menos que cada personaje cuenta su propia versión de los hechos revelando u ocultando información a su antojo… ¿te suena a las dudas que teníamos con lo que nos contaba Lydia en cierta parte del libro? xD
¡Besote!
Ay Allan (I)… qué buenos momentos cómicos nos ha dado en la lectura ;-) Recuerdo una escena en que pone a la pobre Lydia de los nervios y casi le da un soponcio, creo que fue entonces cuando deseé que a Lydia le saliesen bien los planes, ¡Muhahahaha!
Mil gracias por acompañarme en esta lectura, no me lo hubiese pasado ni la mitad de bien si la hubiese leído sin ti. Qué genial el método Wilkie Collins, sobre todo para las novelas con algo de misterio, por algo es un maestro genial. Ya ves que me estás convirtiendo en Wilkiana XD Un besote grande y mil gracias por todo.
Ay, ay, ay, ¿ves cómo tenías que hacer la reseña? Empecé a ver este libro con esa calentura que os dio a muchos cuando se publicó. Pensaba que sería aventura marina básicamente, al estilo Jack London. Como no leo sinopsis pues me quedé con la portada y saqué mis propias conclusiones. Benditas reseñas que me sacan de la ignorancia. Todavía no he leído nada de Collins, así me va, jeje. La verdad es que entre las dos me tenéis convencida aunque siempre he pensado que empezaría por La dama de blanco, que era el que más me atraía.
Besos
Pues no sé qué título de Collins recomendarte para empezar. Es cierto que «La dama de blanco» y «La piedra lunar» son las más famosas, pero es que todo lo que leo de este autor me deja boquiabierta. Quizás no te recomendaría «Armadale» para empezar, pero solo porque es un tocho de consideración, pero si tú lees «La dama de blanco» y ves que te gusta, sigue con «Armadale» porque vas a disfrutar de lo lindo. Besos.
Me tengo que hacer con este libro, sea como sea. No sé si será lo próximo que lea de Collins, le tengo muchas ganas a otros de sus títulos, entre ellos: Sin nombre; y también en la estantería tengo un compendio de relatos suyos. Pero sin duda, esta novela tengo que leerla en algún momento, me has matado con la frase final de: para pasarlo en grande pasándolo mal. jajajajajajaja Me encanta. Pues eso, que este autor merece la pena, y sé que regresaré a él. Solo he leído La dama de blanco y La piedra lunar, y quiero leer mucho más… Un abrazo.
Uy, pues si te gusta Wilkie Collins te lo vas a pasar en grande con «Armadale» porque es puro Collins, ya verás. Depende de cómo vayas de tiempo, quizás te decantes por los relatos que tienes en la estantería porque esta novela supera las 800 páginas (ahí es nada, más de 800 páginas sufriendo por el buenazo de Ozias). Eso sí, te vas a encontrar con uno de los personajes femeninos literarios más magníficos de la época victoriana, ya me contarás, ya… Besos.