El castillo de Otranto, de Horace Walpole

En el castillo de Otranto, el príncipe Manfredo está a punto de celebrar la boda de su único hijo varón con la joven y bella Isabella cuando un terrible suceso desbarata sus planes; un yelmo gigante cae sobre su hijo y lo mata al instante. Manfredo, temeroso de que la terrible maldición que pesa sobre su estirpe se haga realidad, se apresura a cambiar de planes para asegurarse una descendencia capaz de heredar todas las riquezas del señorío de Otranto. Sin embargo, el confesor de su esposa y un misterioso campesino parecen aliar sus fuerzas para proteger a la princesa y resolver el extraño misterio que envuelve al cruel Manfredo.

«El espectro avanzó con calma, pero apesadumbrado, hacia el final de la galería, y entró en una sala situada a la derecha. Manfredo le seguía a escasa distancia, lleno de ansiedad y horror, pero también con decisión. Cuando iba a entrar en la citada sala, una mano invisible cerró la puerta con violencia. El príncipe, haciendo acopio de valor, trató de forzar la puerta a puntapiés, pero esta resistió a todos sus esfuerzos.
—Puesto que el infierno no satisface mi curiosidad —dijo Manfredo— emplearé los medios humanos a mi alcance para preservar mi linaje; Isabella no se me escapará.«

Horace Walpole (1717-1797), político, escritor y genial arquitecto, publicó El castillo de Otranto en 1764, inaugurando así un nuevo género literario: la novela gótica. En su prólogo, Walpole simula ser tan solo el traductor de un texto anónimo italiano, del siglo XI o XII, que ha encontrado y que le parece interesante por su moraleja de que los pecados de los padres recaen sobre los hijos. En el prólogo, el autor se avanza a las críticas defendiendo el contexto de las supersticiones que envuelven la trama y la credibilidad de cada uno de los personajes, lo que resulta muy simpático e ingenioso.

La importancia de El castillo de Otranto radica en que fue la primera novela gótica de la literatura contemporánea. Horace Walpole fue pionero en la creación de un nuevo género literario y lo fue con valentía, romance, sentido del humor e inteligencia. Una trama medieval italiana de príncipes malditos y bellas princesas, un castillo encantado con pasadizos secretos, armaduras gigantescas con vida propia, espectros que salen de los cuadros o que se aparecen con terribles advertencias, misterio, aventura, duelos a espada, reencuentros, amores imposibles… El castillo de Otranto puede parecernos excéntrico si lo leemos con los ojos de nuestro siglo, pero los lectores capaces de dejar a un lado los prejuicios temporales van a disfrutar de una novela original, llena de suspense, misterio y terror sobrenatural —para los cánones del siglo XVIII— y de la hábil narración de Horace Walpole, capaz de narrar los sucesos más espeluznantes con una naturalidad pasmosa. Me ha encantado este clásico por la curiosidad de ser pionero en su género, por la prosa de Walpole, por su originalidad (tiene el principio más efectista que jamás he leído antes) y por lo bien que mantiene la atención del lector de principio a fin.

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8 respuestas a El castillo de Otranto, de Horace Walpole

  1. Buenas tardes, querida Mónica:
    Hoy me has generado verdadera ansiedad con tu reseña. Este título lo tengo pendiente desde hace tiempo y por ninguna razón en concreto aún no lo he leído. Prometo que de 2022 no pasa. ¡Muchas gracias por recordármelo!
    Un abrazo y enhorabuena por tu estupenda reseña!!

    • Monica dijo:

      Pues creo que te va a gustar por varias razones. A mí me ha sorprendido mucho lo bien que Walpole mantiene el suspense y la atención del lector desde el principio, y he entendido por qué se considera la primera novela gótica. Además es muy divertida, ya verás. Besos.

  2. Margari dijo:

    Es de esos clásicos que siempre me digo que tengo que leer, pero no termino de animarme. Me acabas de darme un empujoncito.
    Besotes!!!

    • Monica dijo:

      Pues no tengas miedo porque es cortito y muy entretenido. Hay que leerlo en su contexto para que no se nos ponga carita de «¿qué me estás contando, Walpole?», pero es muy curioso, ya verás. Besos.

  3. Nitocris dijo:

    Pues no sabía que esta era el inicio de la novela gótica, no sé por qué pensaba que era Los misterios de Udolfo (voy a ir corriendo a la wikipedia en cuanta acabe este comentario, jeje…). Me parece interesante, sobre todo, como dices si intentas leerlo sin la visión del siglo XXI.
    Lo apunto.
    Un besazo

    • Monica dijo:

      Uy, «Los misterios de Udolfo»… madre mía… No pude pasar del primer cuarto de esa novela y es un tocho enorme. Tanta descripción de matojos me hizo desistir. Quizás lo intente dentro de unos años, pero de verdad que no pude. «El castillo de Otranto» es mucho más cortita, muy ligera y divertida, y tiene un principio espectacular, ya verás. Hay que leerla en su contexto histórico y de género, pero me parece muy curiosa. Si te animas, me cuentas. Besos.

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