Meik Wiking es director del Instituto de Investigación sobre la Felicidad en Dinamarca (no es broma), con sede en Copenhague y dedicado al estudio de la felicidad, el bienestar y la calidad de vida de los daneses. Con un tono desenfadado y didáctico, Wiking escribe una pequeña guía sobre las costumbres, culturales o adquiridas, que hacen más felices a los daneses. El hygge —algo así como el feelgood con el que siempre os doy la paliza pero trasladado a la vida real y pronunciado en danés— es el arte de encontrar la felicidad en las pequeñas cosas, una práctica muy sencilla de seguir que en este preciosísimo libro ilustrado nos explican paso a paso.
«El hygge es humilde y lento. Consiste en preferir lo rústico a lo nuevo, lo sencillo a lo elegante y la atmósfera a la emoción. En muchos sentidos, el hygge podría ser el primo danés que nos enseña a vivir despacio y de forma sencilla.
Consiste en ver El señor de los Anillos en pijama el día antes de Navidad, en estar sentado en la ventana viendo qué tiempo hace tomando tu té preferido y en mirar la hoguera la noche de San Juan rodeado de amigos y familia mientras que el pan se tuesta lentamente.«
Las personas que vivimos en ciudades grandes estamos acostumbradas a la contaminación acústica, por muy horrible que esta sea. No es que nos guste, es que es nuestra cacofonía de fondo, así que no nos critiquéis demasiado cuando aprovechamos la mínima ocasión para escaparnos lejos de la civilización. Fue en una de esas ocasiones, en la que me fugué un fin de semana a la montaña porque necesitaba silencio, que me llevé este libro de Meik Wiking conmigo. Estaba tan estresada que no me veía capaz ni de disfrutar de una novela, pensaba que tenía el cerebro tan cansado que no me concentraría, por eso escogí Hygge. Me lo había comprado en una de esas visitas a la librería en las que te topas con una portada bonita y la promesa de un ensayo tan agradablemente excéntrico como El libro de la madera o Un año en los bosques o Fuera del mapa.
Hygge es justo lo que promete, un estudio sobre la felicidad que a la vez es un mapa sobre cómo llegar allí. Si partimos del principio de que la felicidad no existe, que solo son los momentos felices, Hygge es una guía que te muestra todas las puertas que puedes atravesar para entrar en esa atmósfera feliz. Son gestos cotidianos, como apagar las luces, el ordenador y el móvil, encender velas y tomarte una copa de vino con tu pareja. Encuentros sencillos, como quedar con los amigos para comer tarta y beber chocolate caliente y fundir nubes delante de la chimenea. Decoración agradable, rincones con encanto en los que refugiarse, ropa que nos hace sentir a gusto, caminar descalzo, pasear por el bosque o por la playa, un olor, un sabor, un paisaje… Y ni siquiera hace falta ser danés para ponerlo en práctica.
Supongo que para una chiflada del feelgood como yo era bastante fácil augurar que Hygge me encantaría, pero es que además me sorprendió. Es curioso como un ensayo/investigación tan minimalista como esta me hechizó, me hizo sonreír y me contagió buen rollo. Me diréis que tendría mucho que ver que lo leyese en un lugar tan maravilloso como este:
Pues sí. Pero creo que este libro es hygge estés donde estés.
Lector, ojalá vivir en un país en el que existe un Instituto de Investigación sobre la Felicidad, se toma chocolate caliente o té o café en calcetines delante de la chimenea y en la oficina existe un día llamado Viernes de Tarta.
Nota: Las ilustraciones y las fotografías de este libro, además de la simpatiquísima prosa de Meik Wiking, son pura paz.
También te gustará: El libro de la madera; Un año en los bosques; Fuera del mapa
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Hygge
Me resulta como poco, interesante. Vale, es algo atípico para mí, huye d lo que suelo leer de manera habitual, pero, ¿por qué no? Puede que saque algo más en claro…
¡Anoto!
Gracias y un beso.
Sí, sí, no se trata de ficción, es un estudio real del señor Wiking, pero es que está escrito con tanta gracia y da tanta paz… Yo te lo recomiendo mucho para las vacaciones porque es relajante, o para cuando necesites un respiro. Besos.
Es tan cuqui… Desconfío de estos libros porque me da la sensación de que pintan un mundo que no existe o que yo no sé encontrar. Pero lo cuentan tan bien y quizás alguna cosa sí se podría hacer que leerlos relaja. ¿Tienes el otro también?
Y leerlo en la terraza de un hotel en ninguna parte pues ayuda, y mucho. Ahí te relaja hasta leer el catálogo del Lidl.
Besos
No te preocupes, en este caso es un mundo al que es muy fácil acceder, el secreto es ser flexible y entender que la felicidad no existe, solo los momentos felices, y que esos momentos son muy sencillos de alcanzar (y muy baratos): encontrar un lugar en tu casa donde te apetezca estar en calcetines, viendo como llueve, con una taza de chocolate caliente en las manos; o sofá y mantita y libro preferido mientras la vida sigue ahí fuera; o cenita con los amigos en casa; y copa con alguien especial a mitad de semana para olvidarse del trabajo; un pedazo de tarta casera, etc. No sigo, que ya sabes por donde voy: feelgood en estado puro. Pero sí,me relajó mucho la escapadita.
Los otros libros, el de madera y el de los bosques, también te los recomiendo mucho porque van en la misma línea de traer paz a tu vida. Besos.
Hola!!
Adoro estas cosas, creo que es similar al Mindfulness, y tenía dudas con este libro porque en principio es muy de mi estilo, pero quizá ya he leído mucho sobre esto. Pero me has convencido y en las fotos veo cosas que no he descubierto aún.
Muchas gracias por traernos este pedazo de felicidad, voy a comprar el libro!!
Aish, las fotos son preciosas y los dibujos también, te entran ganas de mudarte una temporada a Dinamarca, sobre todo porque tienen esas chimeneas y comen esas tartas… Para que te hagas una idea, el principio es muy similar al feelgood: felicidad en los gestos sencillos y cotidianos. Si te animas, me cuentas. Besos.
Pues ni me hubiera fijado en este libro, porque no es lo que suelo leer, pero ahora me has picado la curiosidad. Y sí, son las cosas sencillas las que nos dan esos momentos de felicidad. La vida hay que tomársela con calma, sin prisas. Y aprovechar así estos momentos.
Besotes!!!
A mí me pasó totalmente desapercibido y eso que es de los que me chiflan. Lo encontré por casualidad en la librería y creo que fue porque me llamó la atención esa portada tan bonita y el formato en rústica. Justo es lo que dices, encontrar lo especial y la magia en las cosas sencillas de la vida… como leer un libro feelgood ;-) Besos.
Había oído hablar de este movimiento y, la verdad, es que me llama la atención. Me llevo apuntado este libro, me apetece saber más del Hygge.
Besos
Creo que el Hygge es la versión danesa del Feelgood británico con el que siempre os doy la paliza XD Este libro te lo recomiendo como ténica anti-estrés o para encontrar la paz en momentos complicados, o incluso para disfrutar en vacaciones, en la tumbona. Ya me contarás. Besos.
Hola guapa, tiene buena pinta… tendré que pensármelo, jeje…
Un besazo
Es una cucada de ensayo, es que Meik Wiking tiene una manera de contar con tanto encanto y simpatía… Te lo lees sin darte cuenta y las fotografías e ilustraciones también son estupendas. Yo creo que te gustará para descansar entre novela y novela. Besos.
Lo compré para un regalo y le encantó, es un libro muy chulo y el mensaje que traslada es interesante. Una filosofía de vida que me encantaría poder mantener las 24 horas del día, jajaja
Besos
Anda, pues es cierto que es un libro perfecto para regalar porque es original, especial y muy agradable ¡un acierto seguro! incluso para los lectores que lo han leído todo, seguro que les sorprendemos. Aunque creo que es muy difícil mantener la filosofía de Hygge durante todo el día!!! Jajajajajaja. Besotes.
Lo primero es lo primero. A mí lo que me pirra de esta entrada y me llevaría ya (si pudiese) es ese desayuno en ese sitio. He mirado las fotos varias veces. Felicidad pura. Y más allá de eso, leyéndote lo que has escrito y descrito no me extraña que te haya gustado tanto el libro, porque muchas de esas cosas (por no decir casi todas) son tú en estado puro, y los que conocemos bien tu obra sabemos que todos esos instantes de felicidad pululan en tus libros.
Por cierto, ahora que te veo nombrar Fuera del mapa… el otro día vi una reseña en booktube en la que decían que era mediocre, hueco y mal contado… básicamente a caer de un burro O_O Me acordé de ti y de tu reseña y de lo que son los gustos, ¿verdad? :S
¡Besote!
Aish, es que con el hygge me encuentro como en casa, ¡es la versión danesa de mi feelgood! Es que ya sabes que soy muy fan de encontrar la magia en los gestos más sencillos y cotidianos, y está contado con tanto encanto… Sí, las fotos son muy chulas, de una merienda con el Ingeniero un fin de semana que nos escapamos porque estábamos muy estresados, volvimos como nuevos. Pensé que no leería nada, porque no me podía concentrar, pero este libro fue justo lo que necesitaba.
Ay, qué pena lo de «Fuera del mapa», ya sabes que a mí me encantó, es verdad que sobre gustos, colores. Pero eso de mal contado sí que no, Blackie Books no lo consentiría jamás ;-))) Besotes.
Anotadísimo. Es el que más me llamaba de toda esta corriente de publicaciones hygge que voy viendo, y con la reseña me lo confirmas. Me tengo que hacer con él. Un besote!