París, 1792, el Régimen del Terror se acerca a sus momentos más sangrientos y la ciudad vive en medio de una locura de espías, delatores, venganzas y suspicacias mientras la guillotina no descansa cortando las cabezas de la aristocracia francesa y de los enemigos de la Revolución. Las fuerzas de seguridad francesas andan a la caza de un misterioso inglés, apodado La Pimpinela Escarlata, que con la ayuda de su banda se dedica a salvar a la nobleza francesa en peligro de muerte. Chauvelin, alto cargo de los revolucionarios cansado de verse continuamente burlado por la habilidad de La Pimpinela, viaja a Inglaterra para descubrir la identidad del héroe británico y ejecutarlo. Pero su investigación lo enfrentará a una de las damas más hermosas e inteligentes de Europa, quien le plantará cara con una fuerza inesperada cuando descubra hasta qué punto su familia más querida está implicada en la trama de La Pimpinela Escarlata.
«—¿Quiere que vaya dónde esté y le dé muerte con mi espada? Esta sería, por supuesto, la forma más rápida de acabar con las dificultades.
—No se burle, sir Andrew. Desde luego, durante la noche pasada he deseado varias veces la muerte de ese demonio. Sin embargo, lo que usted sugiere es imposible. Las leyes de este país no permiten el asesinato. Únicamente en nuestra hermosa tierra de Francia está permitido hacerlo legalmente en nombre de la libertad y la fraternidad.«
La baronesa Emma Orczy (1865-1947) nació en Hungría y se educó en Bruselas, París y Londres. Aunque se dedicaba a la pintura y algunas de sus obras fueron expuestas en la Royal Academy, en 1902 escribió la obra de teatro La Pimpinela Escarlata. La obra fue tan exitosa que en 1905 publicó su adaptación en novela, que es la versión que he leído en la traducción de Juan Leita para la edición de Penguin, con ilustraciones de Luisa Rivera. El clásico cuenta con varias adaptaciones cinematográficas y una serie de televisión, que por suerte para mí no he visto, por lo que he podido disfrutar de este libro por primera vez y sin premisas.
Me ha encantado La Pimpinela Escarlata, por divertida, por lo bien que mantiene el suspense de principio a fin y porque es una novela de aventuras clásica en la que se prescinde de la violencia explícita y aun así se mantiene la sensación de peligro que viven los protagonistas. Ágil y entretenida, la historia trascurre en pocos días y con una tensión creciente hasta llegar a un desenlace de lo más emocionante. Si bien es cierto que la documentación histórica es muy sencilla, no por ello deja de ser eficiente y pone muy bien en antecedentes al lector, que no necesita más para imaginar a los personajes en su contexto. A Orczy se le nota su predilección por los ingleses, la condena al régimen del terror de 1792 y su predilección por su protagonista femenina, lo que no resta ni un ápice de encanto a esta novela que está calificada como «de capa y espada» aunque, a diferencia de otros títulos del género como, por ejemplo, Los tres mosqueteros, aquí no vamos a encontrar ni duelos, ni espadachines, ni capas. Quizás sea en las escenas románticas, sobre todo la del balcón en la mansión Blakeney, donde se note el origen teatral de la obra, pero lo cierto es que estas escenas resultan simpatiquísimas y muy acordes al espíritu de la novela. Para mí, La Pimpinela Escarlata es una aventura clásica (en casa, a este tipo de aventuras solemos llamarlas «a lo Errol Flynn») que vuela entre las manos por su suspense, el encanto de sus personajes, la figura de su héroe y lo emocionante y divertida que es.
Lector, para desconectar y disfrutar.
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Hola. Hace mucho que no leo novelas de aventuras. No seré yo quien eche de menos los detalles violentos y enfrentamientos varios y encima a cambio me dan tejemanejes , intrigas y trapicheos varios. Ya iré viendo.
Besos
Es que como la califican de «capa y espada» me dio por pensar que sería estilo «Los tres mosqueteros» de Dumas, en la que había un duelo con espadas a muerte cada tres páginas. Pero no. Aquí encontrarás suspense y tensión, pero por otros caminos menos violentos e igual de efectivos, ya verás. Me ha parecido de lo más divertida. Ya me contarás. Besos.
De esos libros que no me importaría leer si se cruzara en mi camino. Creo que por lo que cuentas, lo disfrutaría mucho.
Besotes!!!
Sí, yo también lo creo, de verdad que es muy entretenido y divertido. La ambientación es sencilla, pero muy efectiva, y tiene alguna escena muy romántica que da un poco de risa, pero es tan simpática… Besos.
Una vez empecé a ver la película y, no recuerdo bien por qué, la dejé de ver. Ahora sé que es mejor empezar por la novela. :) Tomo nota.
Besos!
Pues sí que te recomiendo mejor antes la novela porque así no sabrás por adelantado quién es la misteriosa Pimpinela Escarlata y lo disfrutarás más. Yo no he visto ninguna peli, pero ahora tengo curiosidad por asomarme a la pantalla, igual me animo. Besos.
Hola.
Tiene una pinta excelente, no está de más estos libros de vez en cuando, que carezcan de tanta violencia explícita, y que a la vez enganchen de una manera tan buena.
Muchos besos.
Pues sí, tiene mérito, la verdad. A ver, que se nota que está escrito en el siglo que está escrito y que tiene cositas inocentonas y románticas muy de que se te escapa la sonrisa, pero me ha parecido de lo más clásico y aventurero, muy divertido. Besos.
Hola querida, la he visto hace poco en algún otro blog, ahora no recuerdo cuál. Seguro que acabará cayendo en mis manos, si no es este año será al próximo, jeje…
Sobre la historia, pues supongo que en algún momento de mi infancia vería alguna película sobre ello, porque la trama me suena, pero no recuerdo nada de nada…
Un besazo
Igual te suena de Las inquilinas de Netherfield porque fue Rosa la que me la recomendó. Me gustó tanto su reseña, que me fui corriendo a comprarla y ahora que necesitaba una «a lo Errol Flynn», le he hincado el diente. Me parece de lo más divertida y nos sirve para nuestro reto de Todos los clásicos ;-)
Mejor que no te acuerdes de la peli, así puedes leer la novela sin saber quién es la Pimpinela y pasártelo en grande con las teorías conspiratorias. Un besazo grande, bella.
¡Ha sido una lectura fantástica! La hemos leído en mucho menos tiempo del que pensábamos jajaja
Me encanta tu comparación a lo Errol Flynn :-)
¿Verdad que es ese tipo de novela aventurera? ¿A lo Errol Flynn? Es que en casa lo decimos mucho para entendernos y ya hasta mi madre lo dice, jajajaja. Ha sido estupendo leerla en tan buena compañía, darling! Un beso grande.
Este es de esos libros que no llegué a leer en la adolescencia, cuando leí toda la serie de Los tres mosqueteros, El conde de Montecristo, El jorobado de Lagardére… Entonces sí lo hubiera disfrutado, pero ahora es un tipo de lecturas que me dan mucha pereza. Apuntado está hace mucho.
Un beso.
Pues yo leí «Los tres mosqueteros» de nuevo el verano pasado y me lo pasé en grande. Creo que con las nuevas traducciones estos clásicos salen ganando y nunca pasan de moda, los disfruto muchísimo, ¡las ganas que tengo de volver a hincarle el diente a Julio Verne y a Robert Louis Stevenson! Eso sí, «La pimpinela» es más ágil y corto que los mosqueteros, lo terminas sin darte cuenta y te mantiene en vilo de principio a fin. Aunque con todo lo que tenemos pendiente, es cierto que andar con relecturas a veces da un poco de pereza. Besos.