Rebeca, de Daphne du Maurier

Una chica sin fortuna viaja por Europa como señorita de compañía de una anciana insoportable cuando conoce a Max de Winter, un misterioso viudo de la alta sociedad al que todos respetan por Manderley, su impresionante e inmensa propiedad familiar. Pese a que tiene la mitad de la edad de Max y nada en común, la chica se enamora del hacendado y, sorprendentemente, este la pide en matrimonio. Tras una apresurada boda en Montecarlo y una breve luna de miel, los recién casados señores de Winter vuelven a Manderley. Pero la hermosa mansión, jardines y alrededores no son el cuento de hadas que todos le habían descrito: la siniestra sombra de Rebeca, la anterior señora de Winter, planea en cada rincón de la casa, del paisaje, en el recuerdo de los criados y en el misterioso ceño fruncido de Max cada vez que alguien pronuncia su nombre.

«Es Max de Winter, el dueño de Manderley. Habrá oído hablar de él, ¿no? Parece como si estuviera enfermo, ¿verdad? Dicen que no puede sobreponerse a la muerte de su esposa.«

Daphne du Maurier (Londres, 1907 – Cornualles, 1989) fue una célebre novelista británica perteneciente a una familia inglesa de artistas y escritores. Muchas de sus obras de ficción han sido llevadas al cine y, quizás, las más famosas de todas han sido las adaptaciones de Alfred Hitchcock de Rebeca y de Los pájaros. Rebeca se publicó por ver primera en 1938 y resultó un éxito de ventas y críticas inmediato por el buen pulso narrativo de la autora y por su originalidad en el género de las novelas de suspense. Gracias a la lectura de Macondo, he descubierto que Daphne du Maurier era prima de los hermanos Davies (los niños que inspiraron Peter Pan a J. M. Barrie) y que en psicología se llama síndrome Rebeca a tener celos de la esposa muerta. Lo de la chaqueta con su nombre no sé muy bien de dónde lo he sacado.

Cuando empecé a leer Rebeca no recordaba nada de la película de Hitchcock y, a medida que iba pasando capítulos, esa circunstancia no cambió, por lo que tuve el privilegio de disfrutar de esta historia de suspense e intriga como si fuese la primera vez. Daphne du Maurier me ha parecido una escritora fabulosa, con una prosa elegante y precisa que brilla en las descripciones y los diálogos. En Rebeca, la narración destaca por la magnífica recreación de una atmósfera amenazante —du Maurier es una gran escritora de atmósferas— y de unos personajes empeñados en ocultar sus auténticas motivaciones. Las dos grandes protagonistas de esta novela son Manderley y Rebeca, la primera una mansión y la segunda un personaje fallecido que no tiene ni una sola escena propia en todo el libro y del que solo sabemos a través de lo que cuentan el resto de personajes. Está narrada en primera persona por la joven segunda señora de Winter, un personaje sin nombre propio, insegura, torpe, superada por las circunstancias, que saca de quicio al lector con sus miedos pero que precisamente es su manera de ser la que hace posible que esta historia resulte tan extraordinaria.

Du Maurier tiene el talento narrativo de mostrar al lector, de compartir con él punto de vista e información de manera que apenas tiene que dar explicaciones: el lector ve y sabe, sin trampas, al mismo tiempo que la narradora. El resultado es una historia intimista de suspense con unos capítulos de finales extraordinarios en lo que concierte al ritmo y a la angustia creciente de un lector que tiene la clave de lo que sucedió pero no sabe qué será de la protagonista y su marido. Las escenas de la señora Danvers son sublimes, de una tensión y c0mplejidad piscológica tremendaa, y el cambio de la narradora a partir del capítulo XX, genial. Ahora necesito ver la película de Hitchcock, aunque sospecho que no la voy disfrutar tantísimo como esta lectura.

Lector, Rebeca es una obra maestra de la literatura contemporánea y deberíamos recordarlo más a menudo.

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12 respuestas a Rebeca, de Daphne du Maurier

  1. Margari dijo:

    La primera vez que leí Rebeca tampoco recordaba nada de la peli de Hitchcock y la disfruté muchísimo. Luego he visto la peli varias veces ya, que es otra joyita y he vuelto a releer el libro y la he disfrutado igual o incluso más. Qué gran novela!
    Besotes!!!

    • Monica dijo:

      Justo una amiga me comentaba algo parecido a lo que dices tú, que cada vez que volvía a leer o a ver «Rebeca» disfrutaba mucho más de detalles que en anteriores ocasiones le habían pasado inadvertidos. Me ha precido un clásico extraordinario. Besos.

  2. Marisa dijo:

    ¡¡Cómo nos gusta que nos acompañes en Macondo!!
    Bs
    MM

  3. Hola, Mónica:
    Me gusta mucho esta novela… y todo lo que he leído de la autora. Hace poco leí en un blog (creo que en el de las Inquilinas, aunque no estoy segura) que era poco conocida hoy en día a pesar de lo bien que escribe, y estoy de acuerdo :-)
    Un beso.

    • Monica dijo:

      Pues probablemente haya sido en el blog de Las inquilinas de Netherfield porque sé que MH es muy fan de Daphne du Maurier. Por suerte, parece que Alba está editando en castellano algunas de sus novelas más conocidas. Besos.

  4. Rosa dijo:

    Una novela fascinante, arriesgada y valiente para la época en que se escribió. Hitchcock hizo una buena película, pero el libro la supera.
    Un beso.

    • Monica dijo:

      Soy de la misma opinión, aunque no había caído en lo que tú señalas tan acertadamente: que du Maurier se arriesgó en el contexto de su época. Sin duda, es un clásico atemporal, que no pierde con lecturas sucesivas. Besos.

  5. Nitocris dijo:

    Hola Mónica, en primer lugar comentarte que lo de la chaqueta fue precisamente a raíz de la película de Hitchcok. La protagonista lleva ese tipo de chaqueta y como la peli se llama Rebecca (que no la protagonista) se le llamó a la chaqueta de ese nombre.
    En cuanto a la lectura de la novela a mí me pasó al revés que a ti. Yo recordaba perfectamente la película (y eso que la vi hace siglos) y eso me chafó la lectura porque sabía a cada momento lo que iba a pasar. Y la ambientación, aunque es buenísima, no me llegó a llamar tanto la atención. Fue la segunda novela que leí de Daphne du Maurier. La primera fue Mi prima Rachel y esa sí que me encantó. Tanto la ambientación como la historia.
    Y ya te dejo que me enrollo.
    Un besazo

    • Monica dijo:

      ¿Pero qué me cuentas? Pues no sabía que era por las chaquetas de la protagonista ¡me encanta! Nuestras abuelas siempre dicen eso de «ponte la rebequita que luego refresca».
      Pues me apunto «La prima Rachel» si tú me la recomiendas porque me ha encantado el estilo y la narración de la autora. Qué pena que tuvieses tan presente la película, aunque he visto que Hichcock cambió una cosa importante de la trama ;-)) Besos.

  6. Paseando entre páginas dijo:

    Lo de «rebeca» como prenda de vestir es porque la protagonista la llevaba en la película.

    un saludo,
    Laura.

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