En mil novecientos y pico, en una Britania en donde magos, hadas, elfos y otras especies sobrenaturales conviven con naturalidad, un oscuro complot para deponer al actual monarca y sustituirlo por el descendiente de una curiosa dinastía, amenaza el equilibrio del país. Emma Bennet, investigadora privada y hechicera, descendiente de un augusto linaje de magos, se encuentra en medio del fuego cruzado de las distintas facciones de la conspiración cuando su seguimiento de un posible adulterio deriva en la explosión mágica de un oscuro parlamentario. Emma y su preceptor, el doctor Alistair Barnaby Coleridge, presidente de la Conferencia Anglosajona de Brujos y Archimagos Libres y Asociados (CABALA), iniciarán una investigación contra reloj —y también contra asesinos a sueldo y pese a magos ermitaños locos— para descubrir a los villanos y salvar Londres.
«—Feo asunto. En mis tiempos, los Miembros del Parlamento no se volaban por los aires a sí mismos en su oficina. Tenían la decencia de irse al río o a un descampado.
—Lo que no comprendo es el porqué. Mister Brief entró en estado de pánico no al verme, ni al escuchar mi nombre, sino al decirle que había estado investigándole.
—Bueno, querida, a nadie le hace gracia que una jovencita entre, frunza el ceño y le suelte que ha estado investigándole. A mí al menos no me la hacía cuando te ponías así conmigo, a los diez años.«
Las doce en el Beheaded Ben forma parte del universo de Mil novecientos y algo que crearon Sergio S. Morán (El lingotazo) y James Stapleton hace unos años. Aunque la novela de Morán, guionista y escritor de la saga protagonizada por la detective Parabellum, se publicó antes, en 2019, parece que la idea de este mundo distópico, en donde las criaturas mágicas conviven con los mortales, y la geografía, historia, política y sociedad no son las que conocemos (aunque se parecen), empezó con Stapleton, un autor del que no he encontrado nada en Internet más que la excéntrica y divertida biografía de Insólita Editorial. De todas formas, un escritor que le dedica su libro a mister C. K. Chesterton, al doctor P. G. Wodehouse y a sir Terry Pratchett promete muchísimo.
Me lo he pasado en grande con Las doce en el Beheaded Ben por su sentido del humor, por sus personajes, por la convivencia entre mortales, magos y seres sobrenaturales y por esa época histórica indeterminada pero tan bien situada para los lectores de este libro genial (atención a las notas a pie de página, son estupendas). Creo que lo más divertido y original de esta novela es que utiliza elementos típicos de la literatura fantástica a la vez que ofrece algo nuevo y diferente. Es un thriller político, steampunk, con mucho suspense, humor y un puntito oscuro, en el que un complot para derrocar la monarquía se convierte en una investigación alocada y a contrarreloj de dos hechiceros, un perro, un asesino a sueldo y un político más tenebroso que las sombras negras que lo acechan. La prosa de James Stapleton tiene ese toque tan british de Chesterton, destellos del humor de Wodehouse y, a menudo, personajes muy Pratchett, todo ello al servicio de una trama de espionaje, traiciones, aventura y crimen organizado y desorganizado. Ah, y puede leerse de manera independiente de El lingotazo de Morán.
Lector, bienvenido al Londinium de mil novecientos y algo.
También te gustará: La Torre; La gaceta del misterio; Ríos de Londres; La biblioteca invisible; Por no mencionar al perro; Las puertas de Anubis
Hola, Mónica:
Según iba leyendo pensaba: «Este creo que me lo voy a apuntar». Hasta que llegué a la palabra «perro». Entonces dije: «Me lo apunto» jajajaja
Un beso y feliz semana.
Hola Mónica, pero cómo eres tan mala… ya me estás picando. Lo tendré que buscar, si es del estilo de Constable & Toop, que no sé por qué me lo ha recordado, seguro que me encantará. Aunque espero que no sea como Rios de Londres, que ya sabes que ese es de los pocos que recomiendas que no me gustó, jeje…
Un besazo
Suena bastante tentador, pero ahora mismo tengo tanto pendiente que no creo que me anime.
Besotes!!!
Buenas tardes, Mónica.
Qué maravilla cuando una novela te sorprende con motivos originales, pese a los típicos recursos del género. Parece una lectura estupenda para relajarse y divertirse, sin perder el hilo de la intriga. Apuntada queda.
Un beso, y gracias por la recomendación!!
Anda, no sabía que era de este señor. El año pasado en el Celsius lo conocí en una charla de Morán y me cayó muy bien. Tengo pendiente el del Lingotazo, pero me apunto este también.