El huérfano Ismael es el único adolescente que queda en Transilvania, un pueblo de Texas que agoniza bajo el yugo del Comodoro y sus esbirros. El chico se encarga de las caballerizas, pero los viajeros no suelen detenerse demasiado en ese rincón de la nada, sobre todo cuando anochece y todos los habitantes se encierran bajo llave en sus casas. Hasta que un día aparece un misterioso pistolero en busca de venganza. En Transilvania todo el mundo tiene miedo y solo Ismael se pondrá del lado del recién llegado para acabar de una vez por todas con el terror que tiempo atrás trajo el Comodoro a sus tierras.
«—Hágame caso, señor. Monte en su caballo y márchese del pueblo antes de que anochezca.
—¿Por qué? ¿Qué pasa cuando anochece?
—Cosas malas, señor. Muy malas.
Miré a la puerta y al otro lado solo vi oscuridad. Ya había anochecido.
—Márchese, señor. Deprisa.
Pero ya era demasiado tarde. Se oyó el relincho de un caballo aterrorizado. El forastero dobló hacia atrás el faldón de su chaqueta de ante con flecos revelando que, en efecto, portaba un revólver al cinto. Un Colt Navy de cañón muy largo, como los del ejército. No desenfundó, pero posó la mano sobre la empuñadura, con el pulgar en el martillo.«
Cuenta en la introducción Xavier B. Fernández (Barcelona, 1960), periodista, guionista y novelista, que escribió El infierno y Texas durante los meses del confinamiento de 2020. Necesitaba evadirse durante unas horas de la situación que estábamos viviendo y del alud de consecuencias que reportaría y pensó en escribir una historia por entregas con la nostalgia de la fecha de entrega de los periodistas. Publicaba un capítulo cada dos días en su blog (un día para escribir y otro para corregir) cumpliendo con las reglas básicas de las historias por entregas: capítulos cortos en los que siempre ocurría algo y un final que dejase a los lectores con ganas de saber cómo iba a continuar (el suspense del cliffhanger). Y así nació El infierno en Texas, una novela corta divertidísima que rinde un bonito y original homenaje a los westerns de Marcial Lafuente Estefanía… aunque salpimentada con vampiros.
De Xavier B. Fernández, me gustó mucho Los archivos de van Helsing, por eso cuando vi que Ediciones El Transbordador publicaba otra novela suya me saltó a las manos. «Es pulp. A mí me ha gustado, pero tiene sangre y vampiros«, me advirtió Antonio Torrubia que sabe bien que soy una floja. Pero es que recuerdo a mi abuelo paterno en su sillón de orejas leyendo las novelas de Estefanía y además una de mis series preferidas de todos los tiempos es Buffy, cazavampiros, por lo que El infierno y Texas se venía conmigo a casa sí o sí. Y me lo he pasado en grande. Esta novela corta es puro divertimento, es nostalgia y es aventura fantástica, me encanta que esté salpicada de referencias literarias (Melville, Stoker, Lovecraft, Edward Bulwer-Lytton y su noche oscura y tormentosa…) y además siempre es un placer reencontrarse con esa prosa periodística de la vieja escuela que tan bien maneja Xavier B. Fernández. Aunque no seáis habituales del pulp, ni de las novelas de vampiros, os recomiendo mucho El infierno en Texas porque de verdad que se nota que su autor se lo pasó en grande escribiéndola y justo eso es lo que trasmite.
Lector, ojalá haber tenido a mano esta novela durante los peores momentos de la pandemia.
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